Como parte del ajuste aplicado por Ruckauf y del vaciamiento que sufre el IOMA -la obra social de los estatales de la Provincia de Buenos Aires-, el miércoles último anunciaron una lista de 30 despidos en Sede Central y 90 en distintas regiones de la Provincia.
Muchos de los despedidos son médicos auditores, encargados de controlar el gasto en medicamentos en la obra social, y que de cierta forma controlan las maniobras de la industria farmacéutica. Estos últimos vienen exigiendo tomar en sus manos la auditoria como parte del sistema "capitado" (otorgarle a la industria farmacéutica un monto fijo más allá de la cantidad y calidad de medicamentos que estas provean a la obra social). Esta propuesta es impulsada por Ruckauf, quien sigue los pasos de De la Sota que así destruyó la obra social en Córdoba.
El vaciamiento del IOMA a través de los 150 millones que la provincia viene reteniendo a través de quedarse con los aportes que mensualmente hacemos sus afiliados y el gerenciamiento y la tercerización de distintos sectores están al servicio de los grandes pulpos de la salud. El despido de trabajadores contratados hace caer la careta a Ruckauf quien había dicho que su ajuste solo contemplaría el despido de los cargos políticos.
Ante el despido de nuestros compañeros contratados, los trabajadores no dudamos y realizamos un paro y quite de colaboración el jueves y el viernes. Las autoridades respondieron despidiendo a otros cuatro contratados, apretando piso por piso a los permanentes que se solidarizaban con los despedidos, persiguiendo a los miembros del cuerpo de delegados de ATE, y queriendo quebrar la lucha.
Ajuste y apriete. Quieren disciplinar a los trabajadores del IOMA que venimos dando duras peleas en defensa de nuestra obra social y nuestro salario. Quieren derrotar a los trabajadores para poder avanzar en la entrega del IOMA a los grandes pulpos que operan en el mercado de la salud. Por eso apelan al apriete, a negar el mínimo derecho a reclamar por nuestros derechos. Pero los trabajadores no bajamos los brazos, luego del fracaso de las reuniones de conciliación convocadas por el Ministerio de Trabajo vamos a seguir adelante, vamos a recorrer hasta la última oficina, la última escuela, o facultad, hasta el último afiliado para rodear de solidaridad a los trabajadores del IOMA, frenar los despidos y el vaciamiento, gerenciamiento y privatización de nuestra obra social.
Queremos unificar al conjunto de los trabajadores estatales, en este sentido la convocatoria realizada por ATE para realizar el viernes un acto en la puerta del IOMA es un paso adelante en alcanzar esta unidad en el camino de preparar una gran lucha que derrote el ajuste de Ruckauf.
Como parte del ajuste aplicado por Ruckauf y del vaciamiento que sufre el IOMA -la obra social de los estatales de la Provincia de Buenos Aires-, el miércoles último anunciaron una lista de 30 despidos en Sede Central y 90 en distintas regiones de la Provincia.
Muchos de los despedidos son médicos auditores, encargados de controlar el gasto en medicamentos en la obra social, y que de cierta forma controlan las maniobras de la industria farmacéutica. Estos últimos vienen exigiendo tomar en sus manos la auditoria como parte del sistema "capitado" (otorgarle a la industria farmacéutica un monto fijo más allá de la cantidad y calidad de medicamentos que estas provean a la obra social). Esta propuesta es impulsada por Ruckauf, quien sigue los pasos de De la Sota que así destruyó la obra social en Córdoba.
El vaciamiento del IOMA a través de los 150 millones que la provincia viene reteniendo a través de quedarse con los aportes que mensualmente hacemos sus afiliados y el gerenciamiento y la tercerización de distintos sectores están al servicio de los grandes pulpos de la salud. El despido de trabajadores contratados hace caer la careta a Ruckauf quien había dicho que su ajuste solo contemplaría el despido de los cargos políticos.
Ante el despido de nuestros compañeros contratados, los trabajadores no dudamos y realizamos un paro y quite de colaboración el jueves y el viernes. Las autoridades respondieron despidiendo a otros cuatro contratados, apretando piso por piso a los permanentes que se solidarizaban con los despedidos, persiguiendo a los miembros del cuerpo de delegados de ATE, y queriendo quebrar la lucha.
Ajuste y apriete. Quieren disciplinar a los trabajadores del IOMA que venimos dando duras peleas en defensa de nuestra obra social y nuestro salario. Quieren derrotar a los trabajadores para poder avanzar en la entrega del IOMA a los grandes pulpos que operan en el mercado de la salud. Por eso apelan al apriete, a negar el mínimo derecho a reclamar por nuestros derechos. Pero los trabajadores no bajamos los brazos, luego del fracaso de las reuniones de conciliación convocadas por el Ministerio de Trabajo vamos a seguir adelante, vamos a recorrer hasta la última oficina, la última escuela, o facultad, hasta el último afiliado para rodear de solidaridad a los trabajadores del IOMA, frenar los despidos y el vaciamiento, gerenciamiento y privatización de nuestra obra social.
Queremos unificar al conjunto de los trabajadores estatales, en este sentido la convocatoria realizada por ATE para realizar el viernes un acto en la puerta del IOMA es un paso adelante en alcanzar esta unidad en el camino de preparar una gran lucha que derrote el ajuste de Ruckauf.