El sábado 8 debía realizarse un nuevo Congreso de la Federación Universitaria del Comahue. Desde En Cave ROJA participamos con más de 30 compañeros/as, de las facultades de Humanidades, Ciencias de la Educación, Medicina, Economía y Derecho e impulsamos la conformación de un frente de izquierda y de lucha, independiente de las camarillas.

Los estudiantes debíamos discutir qué rumbo le dábamos a la lucha por la democratización, a la pelea contra el ahogo presupuestario y el avance de las políticas antieducativas que impulsa el gobierno de Kirchner.

Este Congreso, además, debía votar una nueva conducción que orientaría a la FUC en el medio de una crisis del régimen universitario, abierta hace casi dos años. En este sentido, todas las fracciones de las camarillas, tanto las acaudilladas por Vega y Reyes como las “progres K” dirigidas por Nataine y Salgado, esperaban agazapadas el avance de la derecha estudiantil en este Congreso, o al menos de los sectores más conciliadores, para despejar del camino al combativo movimiento estudiantil del Comahue. Pero nada de esto se pudo hacer.

El fraude se pone de moda

Como en las elecciones cordobesas, el fraude se torna moneda corriente, y en el Congreso de la FUC se cultivó un nuevo ejemplo. En una complicidad histórica, la CEPA, el MST, la Franja Morada, la JUP y los Autoconvocados del MPN, aunaron esfuerzos para tejer un fraude escandaloso, para que la FUC no quedara en manos de las fracciones más combativas de los estudiantes. Una junta de poderes, donde la derecha y la CEPA juntas tenían mayoría automática, disponía a su antojo sobre la validación o impugnación de las acreditaciones de 150 congresales. Por ejemplo acreditaron 9 delegados del MST de Bariloche, que hace meses habían renunciado al Centro y había quedado acéfalo. Este fraude permitió que construyeran un dudoso “quórum” propio a las 5 de la madrugada, para que la CEPA junto al MST se autoproclamen conducción de la FUC (con supuestos 44 votos, incluidos los 9 delegados truchos de Bariloche, de los cuales ¡sólo había 7 presentes! y 2 delegados inventados de la ESSA), en un “pacto” con lo más rancio del movimiento estudiantil, un “frente” de los Autoconvocados, Franja Morada y la JUP (34 votos). La derecha le dio un quórum trucho a la CEPA a cambio de la Secretaría General de una FUC fraudulenta.

El rol del FER y nuestra política

Por su parte, la política de la conducción saliente, el FER, facilitó el fraude al negarse a discutir con las corrientes de izquierda cómo enfrentar las maniobras de la CEPA-MST y la derecha. A puertas cerradas, definió retirarse del Congreso, tirando la toalla y allanando el terreno para que la CEPA consume el fraude.
El “macartismo” del FER contra la izquierda los llevó a negarse a impulsar en el Congreso un bloque común de los sectores combativos del movimiento estudiantil del Comahue (que tenía posibilidades de ganar la FUC), que se posicionara de manera independiente a las camarillas, enfrentando tanto el proyecto de “normalización” de Vega como el de los “progre” Nataine y Salgado. Esta fue la propuesta que hicimos desde En Clave ROJA junto a la UJS-PO, ECO, ARDE, JUS (ex PO), Algarada (IT) y otras agrupaciones. La negativa del FER a posicionarse claramente por la independencia de las camarillas junto a las agrupaciones de izquierda los llevó a esta política impotente, que terminó facilitando el fraude de la CEPA. Frente a este escenario, desde En Clave ROJA, junto al resto de las agrupaciones de izquierda y combativas, a las 2 de la mañana nos retiramos de un Congreso que nunca comenzó a sesionar, organizando en conjunto una conferencia de prensa el lunes, donde denunciamos el fraude.

No al fraude. Por un nuevo Congreso de la FUC

Hacemos un llamado a las agrupaciones de izquierda con las que venimos actuando en común, al FER y al movimiento estudiantil del Comahue, a repudiar y enfrentar el fraude, y luchar por un nuevo Congreso, que pueda debatir democráticamente, desconociendo esta conducción trucha de la CEPA. No podemos permitir que se imponga esta dirección fraudulenta que ya tuvo su primer traspié cuando quisieron hablar en el acto del martes 11 por Carlos Fuentealba, y más de mil trabajadores y estudiantes no lo permitieron, detrás de una gruesa silbatina.

Daniel, En Clave ROJA Comahue