logo PTS

INTERNACIONAL

ESTADOS UNIDOS

Ferguson: la bronca sigue encendida

PTS

13 de agosto 2015

Ferguson: la bronca sigue encendida

Un año después del asesinato de Michael Brown, la impunidad de la Policía, y el racismo institucional solo han acrecentado la brutalidad uniformada y los asesinatos racistas. El estado de emergencia y la represión en Ferguson contra las protestas por el aniversario de la muerte de Michael Brown solo confirman que la bronca desatada tras el asesinato del adolescente afroamericano está lejos de apagarse. El asesinato de Michael Brown el 9 de agosto de 2014 destrozó la ilusión del fin del racismo que había acompañado la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. La ciudad de Ferguson se transformó en el foco de la bronca de la juventud negra contra el racismo, pero también puso en evidencia la militarización de la Policía (que ingresó en la ciudad con tanques y efectivos armados para la guerra).

El crimen de Brown quedó impune, el policía asesino fue absuelto. El estado de emergencia se mantendrá durante 24 horas más (durante el cual se suspenden las garantías democráticas y la Policía está cargo), luego de tres días y tres noches de protestas. Desde el domingo 9, miles de personas marcharon contra la discriminación y la violencia policial. Hubo una tensa calma entre policía y manifestantes durante los actos por el aniversario, y enfrentamientos desde la noche del domingo. Un joven negro resultó herido de gravedad luego de que policías de civil le dispararan, en un episodio que todavía no pudo ser aclarado por los efectivos. Los cuatro agentes involucrados se encuentran en licencia administrativa mientras se investiga el hecho. El joven, en estado crítico, enfrenta varios cargos, aunque familiares y testigos contradicen a los policías. La Policía arrestó a más de 140 personas, incluidos periodistas y activistas por los derechos civiles, muchos de los cuales enfrentan causas judiciales.

La mitad de los arrestos se realizaron el lunes al mediodía en una protesta contra la Policía local ante un juzgado federal, apuntando claramente contra las manifestaciones claramente políticas.Los demás se produjeron durante la segunda noche, la mayoría de ellos jóvenes. Durante las protestas estuvieron presentes los “Oath Keepers”, un grupo armado de exefectivos del Ejército y fuerzas de seguridad, fundado en 2009. Los “Oath Keepers” son hombres blancos, con armas largas y vestimenta camuflada, que dicen apoyar el derecho de los ciudadanos (blancos, claro) a defenderse y portar armas para ello. Sin embargo, sus actos y declaraciones están plagados de declaraciones racistas, xenófobas y de extrema derecha. Su presencia fue repudiada por los manifestantes. Y aunque la Policía aclaró que no apoyaba su accionar, concentró sus esfuerzos en reprimir con gases a los periodistas que registraban la represión, los activistas por los derechos civiles y la juventud.

La aparición de los “Oath Keepers” en Ferguson se da después de los asesinatos de Charleston, cuyo responsable Dylan Roof se declaró partidario de la supremacía blanca y admirador de símbolos de la Confederación. Luego de la masacre en la Iglesia Emanuel (popular en la comunidad negra) donde murieron 10 personas, se desató el debate sobre la bandera Confederada, un símbolo del esclavismo, que aun flameaba en la legislatura local de Carolina del Sur. Desde el asesinato de Brown, las protestas se extendieron por todo el país, alcanzando uno de sus puntos máximos en Baltimore, donde se vivió una verdadera rebelión de la juventud negra, que exigía justicia por Freddie Gray (que murió en custodia policial, luego de horas de maltratos y desidia). Los policías que detuvieron y maltrataron a Gray debieron ser acusados, en un gesto que mostró un cambio con respecto a la garantía de impunidad institucional brindada a la Policía. Pero contra toda esperanza de cambio, esta fue una excepción destinada a frenar la movilización y la bronca. La mayoría de los asesinatos sigue impunes y el racismo se mantiene a flor de piel.Por eso la bronca sigue encendida.

¿Qué pasó en Ferguson en 2014? El 9 de agosto, el policía blanco Darren Wilson asesinó a quemarropa a Michael Brown, un adolescente negro de 18 años. Michael Brown había terminado la secundaria y se preparaba para empezar la universidad. La Policía intentó hacer pasar la ejecución de Brown como un enfrentamiento, pero eso solo acrecentó la bronca. En la peque- ña ciudad de Ferguson (Missouri) hubo movilizaciones masivas durante más de 10 noches seguidas, se decretó el estado de emergencia y debió intervenir la Guardia Nacional (algo casi excepcional, la última vez que había sido utilizada fue en Nueva Orleans en medio del desastre social generado luego del huracán Katrina). Las protestas se extendieron por todo el país, primero con el símbolo “Arriba las manos, no dispare” (imitando la situación del asesinato de Brown), y más tarde se haría conocido como “Black Lives Matter” (las vidas negras importan). Lo que comenzó como un estallido de bronca contra la brutalidad policial hacia la juventud negra se extendió como un movimiento contra el racismo que enfrenta día a día la comunidad negra en Estados Unidos.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: