El jueves 30/1 los obreros del ingenio La Esperanza hicieron una demostración de fuerza y unidad. Tras la huelga, la movilización y los cortes, el gobierno provincial y nacional, el consorcio de patronales entrantes (INSUD, MSU y Grupo Benicio) y los inversores internacionales (Corporación Andina de Fomento y Banco Mundial), tuvieron que retroceder en su política de reducción de personal. Esta ofensiva gubernamental, frustrada momentáneamente por la lucha obrera, buscaba cumplir con los requisitos que le exigían los empresarios y usureros para hacerse cargo de la administración del ingenio: deshacerse de la mayor cantidad de obreros posibles, para reducir costos y aumentar la explotación.

Ahora, el gobernador K, Eduardo Fellner, para represtigiarse frente a la comunidad obrera de La Esperanza, acaba de anunciar que llegarán $110 millones del gobierno nacional en concepto de subsidios, 10 millones de dólares en carácter de inversiones de la Corporación Andina de Fomento y 5 millones de dólares del Banco Mundial. En cuanto a la política entreguista del gobierno, “para muestra sobra un botón”: el jefe del PJ local, en el anunció que dio junto a Jorge Neme, (Agricultura de la Nación), lo hizo también acompañado de representantes de los usureros de la C.A.F. y el B.M., a los cuales dedico halagos. Lo escuchaban entusiastas empresarios, terratenientes y políticos del régimen, todos confesos enemigos de la causa de los trabajadores.

Efectividad para todos, apertura de la contabilidad y comisión fiscalizadora

Ante este salto en la entrega del ingenio a los capitalistas amigos, y en la continuidad del desvío de subsidios millonarios para financiar negociados y campañas electorales, tenemos que responder profundizando el camino de las asambleas y medidas de fuerza, para dejar claro que en el ingenio La Esperanza son los trabajadores los que imponen su voluntad. Hay que levantar un pliego único de reivindicaciones que exija la efectivización y la re categorización de todos, no a las jubilaciones anticipadas, en caso de compañeros que cumplen con la edad y los años de servicio para jubilarse que se cubra su puesto con el ingreso de un hijo o familiar, el fichaje de los cuartas como trabajadores del ingenio, la apertura de los libros contables y de las cuentas bancarias del ingenio, y la conformación de una Comisión Obrera Fiscalizadora. Para saber adonde fueron los $150 millones de subsidios que ingresaron en 2013 y cuanta ganancia se obtuvo en la zafra, para dejar en claro que son los políticos y empresarios los que utilizan la caja del ingenio para llenarse los bolsillos, mientras los trabajadores y la comunidad de La Esperanza continua en la pobreza y la indigencia. Por eso, es preciso poner en pie urgente una Comisión Fiscalizadora, con trabajadores votados en asamblea, para garantizar que los subsidios se usen para garantizar los insumos y herramientas para todos los sectores, aumentar el salario y mejorar las condiciones de seguridad e higiene.