Es fundamental extender este ejemplo a todos los trabajadores del país para erradicar de una vez por todas, el flagelo de la tercerización que fue naturalizada con el neoliberalismo y que el kirchnerismo profundizó.
Pese al enorme crecimiento económico de los últimos años, en la Argentina actual existen más de cinco millones de trabajadores tercerizados, contratados, por agencia o directamente en negro.
Acabar con la división entre trabajadores de primera y de segunda, debe ser el grito de guerra en cada fábrica o empresa.