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TARIFAZOS: RETROCESO A MEDIAS DEL GOBIERNO

Expropiación sin pago de las petroleras

El descontento social, al que se sumó la CGT afirmando que el tarifazo, “a diferencia de lo manifestado por el Gobierno alcanza a amplios sectores de trabajadores”, los fallos judiciales en contra y la oposición en el Congreso –que vio que podía tomar una reivindicación popular- obligó al gobierno a suspender los aumentos a la luz y el gas, aunque no anuló el decretó que los creó, un reclamo de la UCR, el PRO y la CC.

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13 de agosto 2009

El descontento social, al que se sumó la CGT afirmando que el tarifazo, “a diferencia de lo manifestado por el Gobierno alcanza a amplios sectores de trabajadores”, los fallos judiciales en contra y la oposición en el Congreso –que vio que podía tomar una reivindicación popular- obligó al gobierno a suspender los aumentos a la luz y el gas, aunque no anuló el decretó que los creó, un reclamo de la UCR, el PRO y la CC.

Esta medida indudablemente favorece a los usuarios afectados, sin embargo la contrapartida consistirá en subsidios por $ 500 millones a las distribuidoras, que saldrán de las arcas fiscales, en concreto de los fondos de la ANSeS. Según cálculos de Jorge Lapeña (Clarín 06/08), el Gobierno ha destinado $ 20.000 millones en subsidios al sector de la energía en 2008.

Con estos subsidios, el gobierno mantiene las ganancias de las petroleras. Para demostrar esto basta con ver los resultados de Repsol, según un informe de FeTERA-CTA, enero de 2009 Repsol repartió dividendos a sus accionistas por $ 9.285 millones y en julio $ 2.344 millones, y desde el 2001 a la fecha Repsol se llevó $ 40 mil millones en efectivo. ¿Quién puede creer que estas multinacionales necesitan subsidios?

Los subsidios son una consecuencia de una matriz energética basada en las privatizaciones de los ’90, y que este gobierno y los gobernadores de las empresas petroleras, como Chubut y Neuquén, profundizaron con la extensión de las concesiones, y con la provincialización de los recursos hidrocarburíferos. Esta matriz es la que permite que las empresas exploten los yacimientos ya descubiertos, exportando todo lo que pueden sin control ni previsión, y sin obligaciones de realizar inversiones para descubrir nuevos yacimientos. Las consecuencias son la importación de hidrocarburos para mantener el consumo familiar e industrial, con el consiguiente perjuicio para la economía, la utilización de combustibles menos eficientes que el gas como el fuel oil, y más contaminantes.

La oposición de la UCR, la CC o del PRO, cuando critican la política del gobierno defienden los intereses de las multinacionales, ya que para ellos la exploración debe ser una actividad lo suficientemente rentable como para que resulte “atractiva” para los intereses de las petroleras. Se puede mencionar como muestra a uno de los principales críticos del gobierno, el mencionado Lapeña quien fuera secretario de Energía de la Nación y subsecretario de Planificación Energética durante el Gobierno del Dr. Raúl Alfonsín -Período 1983-1988, en la época de los cortes de luz. Por su parte, Gerardo Morales, el titular de la UCR, considera que en lugar de los cargos tarifarios, habría que aplicar un reajuste escalonado y de diferencias de tarifas, ya que el “congelamiento de las tarifas” sería una política “populista”.

También hay que mencionar el rol de la burocracia sindical del sector, ya que se encolumna con el gobierno defendiendo los tarifazos.

Por su parte, Pino Solanas, luego de dictar un seminario sobre cine en el verano español, reapareció en TN (Palabras más Palabras menos, 11/08), y a la par de rechazar el tarifazo, denunció el “escándalo” de las tarifas, ya que el costo de producción del barril de petróleo es de U$S 6 y las refinerías lo venden a U$S 42 y 47. Puso el acento en el fracaso de las privatizaciones que “lejos de aumentar las reservas, que no invirtieron nada, se chuparon todo y encima tenemos que venir a subsidiar a las petroleras para que importen gas”. Para terminar planteando que hay que “construir una petrolera nacional que defienda los intereses de los argentinos”, sin plantear la expropiación sin pago de las hidrocarburíferas.

La privatización de los recursos mantenida hasta ahora, y defendida, aunque con críticas parciales, por la oposición patronal no es ninguna salida, como tampoco lo son las medias tintas que levanta la centroizquierda (ver LVO 335 ¿Esto era recuperar los recursos naturales?). Debemos luchar por luz y gas gratis para los desocupados y jubilados, tarifas populares para los trabajadores y la baja del precio de las garrafas. Por la renacionalización de los hidrocarburos y demás riquezas naturales, la expropiación sin pago de todas las empresas petroleras y mineras, y su puesta a producir bajo administración de los trabajadores, los únicos interesados en terminar con los negociados y el saqueo, haciendo un uso racional del petróleo y el gas, cuidando el medio ambiente. Esta es la única medida realista, que permitirá el control de estos recursos estratégicos, la inversión en exploración y producción, el control de la renta y la planificación de la venta en función de los intereses de los trabajadores y el pueblo, así como también la exploración de otros recursos energéticos.

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