A dos días de haberse producido la peor tormenta en 40 años en la provincia de Neuquén, los trabajadores y el pueblo de la provincia estamos sufriendo las consecuencias de la desidia y la falta de planificación urbana del gobierno provincial y los gobiernos municipales. Rutas cortadas en el interior de la provincia, barrios enteros cubiertos por el agua, calles que literalmente desaparecieron, más de 1400 evacuados y miles de familias que perdieron todas sus pertenencias fueron algunos de los lamentables resultados de la inundación. Incluso se produjeron dos derrames de petróleo que se suman a la contaminación de esta industria. La tormenta es un hecho de la naturaleza, pero no es natural que por la desidia del gobierno provincial y los gobiernos municipales miles pierdan lo poco que tienen. La política de los distintos gobiernos fue negarse a la construcción de viviendas populares dignas y de manera planificada de acuerdo al crecimiento poblacional, y en su lugar favorecieron los negocios inmobiliarios privados, ya sea de barrios privados o grandes edificios. La inversión en obra pública está orientada a favorecer estos negociados inmobiliarios o al servicio de las petroleras, pero no se invierte ni en viviendas, ni en nuevas escuelas ni hospitales, ni en los servicios básicos como agua, cloacas, asfalto, etc, y no hay ninguna planificación urbana.

Sapag, Quiroga y los intendentes, son responsables

Tanto el gobierno del MPN como el de Quiroga, al igual que los intendentes de otras localidades como Centenario, Plottier, Cutral Có, Zapala o Rincón de los Sauces, a los que se suman casi todos los partidos de la “oposición” patronal y los medios de comunicación, quieren instalar la idea de que su actuación frente al temporal fue “un éxito”. El único “gran logro” que pueden mostrar es que avisaron 48 hs antes que iba a venir la tormenta, similar a la de 1975. Lo mínimo que podían hacer era difundir el pronóstico meteorológico. Pero no sólo no hicieron nada para asistir a la población, sobre todo de los sectores más empobrecidos, sino que en esos casi 40 años ningún gobierno, ni nacional, ni provincial ni municipal, hizo inversiones para evitar una catástrofe completamente evitable. Como publicó un diario regional, “especialistas en urbanismo que estudiaron el crecimiento urbano de la ciudad reiteraron sus advertencias sobre la imposibilidad de construir sobre material de relleno porque el agua circula por su cauce natural provocando el colapso y agrietamiento de los edificios y también porque la planificación urbana no forma parte de la política pública” (Diario Río Negro 08/04/14). Como todos estos gobiernos son responsables de la catástrofe, entre ellos se cubren con esta campaña y tratando de ocultar lo más posible las peores consecuencias del temporal, y que incluso hay lugares donde todavía no llegó ningún tipo de asistencia estatal, aunque algunos como la vicegobernadora Ana Pechen pasen sólo para sacarse fotos, como en el castigado barrio Nueva España. Por eso nadie sale a decir ni denunciar que mientras la población de Neuquén es castigada por este temporal, el gobernador Sapag se encuentra viajando por EEUU haciendo negocios con distintas petroleras imperialistas.

Un ejemplo de solidaridad obrera y popular

En contraste con la desidia gubernamental, desde antes de la tormenta fueron enormes las muestras de solidaridad obrera y popular en los distintos barrios, que se multiplicaron a medida que se agravaron las consecuencias del temporal. Además de la ayuda espontánea de miles de vecinos, jugaron un rol destacado los obreros de Zanon, y el Sindicato Ceramista, y los docentes de ATEN Capital que en conjunto con la Junta Interna del Hospital Castro Rendón y los Centros de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación lanzaron una campaña de recolección de ropa, alimentos, agua, colchones, etc, en la sede del Sindicato Ceramista, a la que se fueron sumando otras organizaciones. Los obreros de Zanon y Cerámica Neuquén, pusieron no sólo “el cuerpo” sino sus herramientas de trabajo, como una pala mecánica, para asistir a los vecinos del Barrio Nueva España, que literalmente fue partido al medio por el agua, que destruyó calles, autos y calles, y donde ningún gobierno brindó asistencia. También pusieron la cocina de la fábrica al servicio del barrio, cocinando en ollas populares para los vecinos que quedaron sin gas porque el agua destruyó pilares y cañerías. Desde las distintas organizaciones obreras y estudiantiles se organizó inmediatamente la asistencia a los barrios más pobres y castigados, a la vez que se denunciaba la falta de asistencia y las responsabilidades políticas de las duras consecuencias del temporal. Hay que continuar con esta campaña de solidaridad, a la vez que acompañamos los reclamos de los sectores populares para que les soluciones a los destrozos y pérdidas de sus pertenencias.

Soldar la unidad de los trabajadores con la comunidad

Desde el PTS en el Frente de Izquierda somos parte e impulsores de esta campaña solidaria organizada desde los sindicatos y centros de estudiantes, para colaborar con los sectores más castigados de la población, a la vez que denunciamos la responsabilidad de los distintos gobiernos y exigimos respuestas ya.
En primer lugar, exigimos al gobierno nacional, provincial y los gobiernos municipales, subsidios a todos los vecinos afectados por el temporal, haciéndose cargo de las reparaciones y la reposición de todos los bienes destruidos. También la exención de todo tipo de impuesto a los sectores populares afectados, y por el contrario poniendo un impuesto progresivo a las grandes fortunas, como las petroleras, para invertir en la reconstrucción de las casas, calles, servicios, etc.
Es necesario un plan de emergencia para la construcción de nuevas viviendas y urbanización de todos los asentamientos con todos los servicios necesarios, reubicando en sectores aptos para la urbanización las miles de familias que viven a tomas y todos los años sufren las consecuencias de tormentas, incluso mucho menores que esta. Pero también que tienda las redes cloacales y de agua que hoy necesitan gran cantidad de los vecinos, para que el agua potable llegue a todos los barrios.
Los recursos para las nuevas viviendas del pueblo trabajador deben salir de impuestos progresivos a las grandes empresas y los grupos inmobiliarios que hicieron millones estos años. No puede ser que mientras miles viven en condiciones precarias y las escuelas y hospitales se caen a pedazos, como pasó con el Hospital Bouquet Roldán que tuvo que ser totalmente evacuado, las petroleras se lleven millones.
Hay que renacionalizar toda la industria del petróleo y el gas bajo el control obrero, y de ahí sacar los recursos para un verdadero plan de obras públicas para viviendas, escuelas y hospitales, bajo el control de los trabajadores, junto a comisiones de vecinos de los barrios populares damnificados y la colaboración de profesionales y estudiantes de la Universidad.
Desde el PTS impulsamos hacia el paro del 10 de abril que las distintas organizaciones de trabajadores y estudiantiles, además de los reclamos propios como el salario igual a la canasta familiar, contra la precarización laboral, por paritarias libres o por el 82% móvil para los jubilados, levantemos un programa como éste, que plantee una respuesta a los sectores populares castigados por el temporal. Junto a levantar el reclamo por la absolución de los petroleros de Las Heras, contra la criminalización los luchadores y libertad a los presos políticos, este es el camino para soldar la unidad obrera y popular que puede dar una salida en favor de los trabajadores y el pueblo.

Partido de los Trabajadores Socialistas - Neuquén
09/04/14