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Lucha de Clases N° 5

TRIBUNA ABIERTA

Entrevista a Nicolás Iñigo Carrera*

4 de septiembre 2008

¿Como llegó usted a interesarse por este proceso, que como dice en su libro hasta el momento no había sido muy estudiado o muy reivindicado?

Prácticamente había sido borrado de la historia del período. Existían sólo tres referencias. El problema al que llegué durante el desarrollo de la investigación, era entender cuál era la estrategia de la clase obrera en el período. Busqué cuáles eran las luchas más importantes de esa década, considerando que la forma de lucha propia de la clase obrera es la huelga. Y ésta era la huelga que más se destacaba, era la huelga que había tenido más repercusión.

Y cuando empiezo a buscar, voy a los diarios de la época, y veo que ésta no había sido simplemente una huelga más. Una buena parte de la ciudad de Bs. As. había estado en manos de los trabajadores, la policía se había tenido que retirar de las calles, hubo choques callejeros. Hubo muertos de ambos bandos. La policía se había tenido que retirar de las calles y atrincherar en las comisarías, habían tenido que movilizar al ejército y a al marina. Los mismos diarios de la época lo comparaban con la semana de enero de 1919 (la Semana Trágica), era algo análogo, más chico pero análogo. Entonces ahí me convencí que éste era el hecho que yo estaba buscando.

El protagonista de esa gran huelga es un sector nuevo de la clase obrera, como usted cuenta en el libro ¿Quién es el sujeto?

Están los obreros de la construcción, que venían de una organización de su huelga de más de tres meses, otros obreros de fábrica, y el barrio, la familia obrera, pequeños propietarios, trabajadores independientes, mucha gente de inquilinatos, algunos que eran trabajadores domiciliarios.

¿Cómo eran estos barrios donde se concentran los enfrentamientos durante la huelga?

La policía esperaba fundamentalmente que se armaran enfrentamientos en La Boca y Barracas, y la cosa sale por otros barrios. Esa heterogeneidad que se daba ahí le da otra potencialidad al movimiento y a la lucha callejera. Participan las mujeres, los chicos, los barrios más pobres tienen presencia en las acciones callejeras. Los obreros actúan mucho en manifestaciones, en los tiroteos con la policía, y en algunos casos en la destrucción de los trenes. Las mujeres y los chicos también, en la destrucción de los ómnibus. Se incendiaron en esos días 81 vehículos. Eran barrios con una fuerte presencia obrera, también de pobres y pequeños propietarios, pero de una fuerte presencia obrera.

Usted plantea en las conclusiones del trabajo, que si bien hubo momentos espontáneos, la huelga tuvo un alto grado de organización.

Sí, la huelga empieza con una orden del comité de solidaridad y se levanta al unísono cuando el comité de solidaridad la levanta. La movilización y la lucha callejera, si bien estaba prevista por los organizadores, excedió lo que ellos habían previsto. No es que no previeran choques callejeros, es más muchos obreros iban armados a las movilizaciones y se enfrentaron a la policía a balazos.

Comenzaba la huelga y se hacían concentraciones en la periferia de la capital, y esas concentraciones empezaban a las 8 de la mañana, y después a las 9 se repetían más adentro, a las 10 más adentro, y así hasta llegar al acto central en Plaza Once a las 4 de la tarde…

Que no se pudo hacer…

Claro, porque la policía ya estaba esperándolos impidiendo que llegaran. Había una preparación de la lucha, pero esa lucha fue mucho mayor de lo que estaba previsto.

Hay relatos de chicos que suben al tranvía y lo queman. Mujeres y chicos que dan vuelta los ómnibus, los incendian. Lo mismo algunos carros de reparto de mercadería, y a los tranvías directamente hacían bajar a todos y les prendían fuego.

Hay un ataque a un tren donde participa una multitud. El jefe del tren dice que hay 7000 personas rodeándolo, tirándole tiros, piedras, que el tren va avanzando despacito, contenido por la multitud.

Hay un elemento de disposición a la lucha, de enfrentamiento contra las empresas de gran capital, contra la empresas de capital extranjero, que están marcando una meta que va más allá de la lucha inmediata por el aumento de sueldo, llamemósla, de la lucha por estar dentro del sistema. Uno puede ver la presencia de la estrategia dominante en la clase obrera, ero también puede ver en el 7 y 8 de enero la otra estrategia, que es ir contra sistema.

En la huelga del 36 hay elementos insurreccionales -elementos, no es una insurrección-: la lucha callejera, el enfrentamiento con el sistema.

¿Hay alguna anécdota o hecho particular que lo haya sorprendido especialmente cuando realizaba su investigación sobre estos hechos?

Una es lo que dije antes, que es la magnitud de la lucha callejera. Eso realmente me resultó impactante cuando estaba haciendo el trabajo.

El hecho de que como consecuencia de la huelga, la resolución favorable a los obreros, vino directamente del presidente Justo. Les dice a las empresas: “arreglen esto, para que no derive en otra cosa”. Eso da que pensar en la envergadura que tenía el movimiento.

Y lo otro, que ya no es tanto de los hechos, sino mas del análisis; gracias a esta huelga y esta demostración de fuerzas que hace el movimiento obrero, el primero de mayo de 1936, la CGT que convoca al acto al que invita a los partidos políticos. Un acto donde están los radicales, los demócratas progresistas, trabajadores que eran figuras de los distintos partidos, los socialistas, los comunistas. Ese acto y esa fuerza del movimiento obrero, deriva de esta lucha callejera. Porque hicieron tal demostración de fuerzas que fue evidente que no se podía hacer política en la argentina sin tener en cuenta al movimiento obrero.

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