logo PTS

Historia

48° Aniversario

Enseñanzas de la revolución cubana

11 de enero 2007

1° de enero de 2007 se cumplieron 48 años de la Revolución Cubana. Su gesta generó una gran ola de simpatía en todo el continente y fue referencia para miles de luchadores y luchadoras que dieron su vida enfrentando al capital. Desde los primeros años de su revolución, la clase obrera y el pueblo de Cuba soportan el constante y criminal boicot imperialista.
Estas son las razones que mantienen viva la Revolución hasta nuestros días, a pesar de las terribles deformaciones burocráticas del Estado y la desastrosa conducción del castrismo que impidió la profundización de la revolución al interior del país y la irradiación de su fuerza para extender la revolución en Latinoamérica.
La nueva y delicada situación que se abre en Cuba tras la cesión del poder de Fidel Castro a una nueva dirección encabezada por su hermano Raúl, plantea un interrogante sobre si van profundizar un camino de restauración capitalista que ponga en peligro el futuro mismo de la Revolución.
Iniciamos una serie de notas en forma de sencillo homenaje a aquella gesta revolucionaria con el objetivo de sacar las conclusiones que deja para las nuevas generaciones que enfrentan al capital y al imperialismo. En este número describimos el proceso que condujo a la revolución cubana.
1959 puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista. Este gobierno había sembrado el terror, llevando a las masas a la miseria y degradando al país al papel de “prostíbulo” de los yanquis1, un símbolo de la enorme opresión imperialista. La revolución acabó con esta situación y abrió un proceso que terminó con el poder de los capitalistas y terratenientes, dando origen al primer –y único- Estado obrero (aunque deformado) de América Latina. Esta revolución mostró que la expropiación del capital por las masas obreras y campesinas, es la única forma de derrotar la opresión imperialista y terminar con el atraso, la miseria, el hambre y el analfabetismo2.
La dictadura de Batista
El 10 de marzo de 1952, el ex sargento del Ejército y hombre fuerte de Cuba, Fulgencio Batista, encabeza un golpe de estado preventivo3 que lo lleva al poder bajo el aliento de EE.UU.. Este golpe fue conocido como el madrugazo. Contaba además con el apoyo firme del Ejército y la complicidad de la burguesía y debía enfrentar el descontento popular por la situación económica del país, agravada porque la demanda de azúcar cubano en el mercado externo comenzó a decrecer en los ‘50, trayendo el desempleo masivo en el campo y en la industria.
Los partidos de oposición –entre ellos el stalinista Partido Socialista Popular- se mantuvieron pasivos frente al nuevo gobierno y declamaron su oposición sólo de palabra, sin mover un dedo contra la dictadura. Las primeras confrontaciones vendrán de los estudiantes y la juventud pequeñoburguesa. Apoyándose en este sector, el entonces dirigente del Partido Ortodoxo Fidel Castro intentará provocar una insurrección asaltando el cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. Este hecho marca el inicio de una oposición violenta y armada a la dictadura y la configuración de nuevos sectores políticos. El asalto fracasa y Fidel y los insurrectos son encarcelados. Pero la repercusión de esta acción y el alegato de su defensa en el juicio conocido como “La historia me absolverá”, hacen de Fidel una figura popular. Liberado al poco tiempo, conformará el Movimiento 26 de Julio (M 26). No está de más decir que los stalinistas cubanos se alinearon junto a Batista, condenando a los atacantes del cuartel como “aventureros y provocadores pequeñoburgueses”.
El movimiento obrero
El movimiento obrero cubano era dirigido por una burocracia de gangsters encabezada por Eusebio Mujal, completamente subordinado a Batista. Sin embargo, la clase obrera, empujada por la crisis azucarera, será uno de los protagonistas centrales en la lucha contra la dictadura.
En 1955 los trabajadores del azúcar en las ciudades de Santiago, Camagüey y Las Villas llevan adelante una violenta huelga iniciando la lucha proletaria contra la dictadura. La respuesta del régimen fue la represión. Los zafreros en breve tiempo pasaron de exigir salarios a gritar a viva voz ¡abajo el gobierno criminal!
En 1957 una huelga general tiene epicentro en la ciudad de Santiago, tras el asesinato de Frank Pais, popular dirigente urbano del M26. El alto grado de espontaneidad y combatividad de las masas fue respondida con la militarización de la ciudad y una brutal represión. Estos hechos provocaron la queja del embajador norteamericano y el repudio de empresarios del Oriente, lo que inicia una ruptura de un sector importante de la burguesía con la dictadura. Pero además convencerá al M 26 de sumar a su estrategia de frente anti dictatorial al movimiento obrero. Según relata Ernesto “Che” Guevara, esta huelga “… sirvió para que nos diésemos cuenta que era necesario incorporar a la lucha por la liberación de Cuba al factor social de los trabajadores e inmediatamente comenzaron las labores clandestinas en los centros obreros para preparar una huelga general que ayudara al Ejército Rebelde a conquistar el poder”4.
De Sierra Maestra a La Habana
Luego del fallido desembarco del Granma, Fidel y sus compañeros constituirán su base en la Sierra Maestra apoyándose en el movimiento campesino y una extendida red de apoyo en las ciudades a través del M 26. Su programa original era restaurar la Constitución de 1940; sobre esta base impulsa una política de alianza policlasista con el resto de las fuerzas opositoras que en el Pacto de Caracas sellarán la unidad del frente antidictatorial bajo el objetivo de restaurar la democracia.
A fines de 1958, las columnas del Ejército Rebelde dirigidas por el Che y Camilo Cienfuegos propinan una fuerte derrota al ejército batistiano en el combate de Santa Clara, lo que acelera su descomposición. Una huelga general de cinco días posibilita la entrada de los insurgentes a La Habana en enero de 1959 y la posterior instauración del gobierno provisional de Manuel Urrutia Lleó.
El Ejército es completamente destruido y las milicias del Ejército Rebelde integradas por peones rurales, obreros y campesinos, serán la base del nuevo poder. Esta situación asusta a la burguesía y al imperialismo que en un principio miraban con buenos ojos al movimiento de los “barbudos” de la Sierra, pero que ante el avance de la revolución comienzan a boicotear al gobierno. Mientras tanto se toman medidas revolucionarias para satisfacer las demandas sociales5.
Los roces del nuevo gobierno con el imperialismo comenzaron muy pronto alrededor de los tribunales revolucionarios y la reducción de alquileres y tarifas y la abolición de la reaccionaria Constitución de 1940. La relación se tensará aún más a partir de mayo de 1959 cuando se promulga la Ley de Reforma Agraria: Huber Matos6 rompe con el gobierno denunciando “la influencia comunista”; la burguesía y el imperialismo aceleran también su alejamiento. Castro respondió atacando violentamente a los críticos de la Reforma llamándolos traidores y convocando a la formación de Milicias Nacionales Revolucionarias, a las que acudieron masivamente obreros y campesinos. En julio de 1959 Urrutia expulsa de la jefatura del Ejército a Fidel, que con la toma del poder había elevado su popularidad entre las masas cubanas a niveles extraordinarios. La movilización obrera y campesina lo restituyó en su cargo, lo que obligó a la renuncia de Urrutia7. El poder queda en manos exclusivas del Ejército Rebelde.
La revolución de contragolpe
Ernesto Guevara definió a la revolución cubana como una “revolución de contragolpe”8. Explicaba así la radicalización del proceso revolucionario como un proceso de ataques y contraataques. La actitud hostil de la burguesía y el imperialismo radicalizaba la revolución empujando al gobierno a la ruptura con la burguesía, mientras la movilización de las masas tomaba su propia dinámica. Obreros y campesinos se lanzan a hacer justicia contra los representantes del régimen, a la huelga reivindicativa y a la toma de tierras. Seis mil obreros de la Cuban Electric Company van al paro por aumento de los sueldos, los de la petrolera Shell Oil y los 21 ingenios azucareros que sufrieron retrasos en la zafra también salen por reclamos salariales (hubo también importantes conflictos de los ferroviarios, empleados de restaurantes y obreros de la construcción). Fidel Castro y su movimiento deberán abandonar su programa democrático original ante la presión combinada del imperialismo y de las masas movilizadas. La política castrista responde a cada medida del imperialismo y la burguesía oponiendo una contramedida revolucionaria, que apela a la movilización popular. A su vez cada paso adelante de las masas es orientado hacia la defensa del gobierno, en el cual el pueblo identifica los intereses de la revolución. El 29 de junio de 1960 se interviene la Texaco y el 1° de julio la Esso y la Shell (en este mismo mes EE.UU. suspende la compra de azúcar a Cuba como presión económica). En agosto son nacionalizadas todas las compañías norteamericanas de los sectores petrolero, azucarero, telefónico y eléctrico. En septiembre, se organizan los batallones de milicias (y los Comités de Defensa de la Revolución en las ciudades), subordinadas al Ejército Rebelde, para combatir a las bandas contrarrevolucionarias en las Sierras del Escambray apoyadas por EE.UU.. En octubre se nacionaliza la banca (nacional y extranjera) y casi 400 grandes empresas (centrales azucareros, fábricas, ferrocarriles) y se sanciona la Ley de Reforma Urbana dando la propiedad de su vivienda a miles de inquilinos.
EE.UU. continúa presionando en todos los terrenos y Cuba comienza a recostarse en la Unión Soviética. En enero de 1961 los norteamericanos rompen relaciones oficiales y en abril organizan la invasión de los exiliados cubanos (a partir de entonces gusanos), armados por la CIA, a Bahía de los Cochinos. Las milicias populares derrotan la incursión en pocos días y Fidel Castro proclama el carácter socialista de la revolución.
 
1 El historiador británico Hugh Tomas lo describe así: “en el límite de la ciudad vieja estaba el barrio chino, lleno de restaurantes, más burdeles y clubes nocturnos, en alguno de los cuales se encontraban películas pornográficas a bajo precio... En las calles como Virtudes o incluso el Prado había tantas prostitutas que parecían mercados de ganado... El hampa de La Habana, saturada de gángsteres y dueños de burdeles, en la época de Batista estaba íntimamente relacionada con la policía, y la mayoría de los clubes nocturnos pagaban un impuesto particular a un oficial de policía u otro (...) Al antiguo Hotel Nacional... se habían sumado varios otros hoteles deslumbrantes, como el Habana Rivera, de 30 pisos y 14 millones de dólares, construido por un grupo de norteamericanos... el Capri con 22 pisos y una piscina en lo alto... Todos estos hoteles tenían casinos de un lujo y esplendor asombroso... todos tenían varios restaurantes y bares.” Cuba, la lucha por la libertad, págs. 877 y 878.
2 “En 1958, la esperanza de vida era de 61 años y la mortalidad infantil sobrepasaba los 60 niños por cada 1000 nacidos vivos (mientras que hoy es) superior a los 75 años y el índice de mortalidad infantil esté por debajo de 7 por cada 1000 nacidos vivos... Desapareció el analfabetismo en 1961... el desempleo, que era superior al 30% en 1958, ahora alcanza el 3%. Más del 85% de las familias son dueñas de su vivienda...” Germán Sánchez Otero, Cuba desde Venezuela, págs. 24 y 25.
3 El golpe conocido como “madrugazo” se realiza para impedir el seguro triunfo electoral del Partido del Pueblo (Ortodoxo). El objetivo de la asonada era, por un lado, poner un poco de orden ante la imagen de ingobernabilidad reinante. Y por el otro, el temor al descontento creciente de la juventud y la pequeñoburguesía cubana, que veían en el Partido Ortodoxo la continuidad del nacionalismo guiterista de la década del ’30 y su retórica antiimperialista.
4 Ernesto Che Guevara Proyecciones sociales del Ejército Rebelde.
5 Se rebajan las tarifas telefónicas de la Cuban Telephone Company y la empresa es intervenida en el mes de marzo, así como también a la Empresa de Omnibus Metropolitanos; una nueva ley de alquileres los reduce en 50 %; lo mismo ocurre con los precios de las medicinas (30 %); para el mes de abril, ya se habían confiscado las propiedades de Batista y sus ministros y oficiales, así como las de todos los parlamentarios y gobernadores; en mayo se promulga la Ley de Reforma Agraria que casi eliminó los latifundios en menos de un año distribuyéndola entre los campesinos sin tierra o convirtiéndolas en empresas agrícolas del Estado; en agosto se reducen las tarifas eléctricas 30%; entre enero y febrero de 1960 hay una nueva tanda de expropiaciones de capitales nacionales y extranjeros, nuevas reducciones de precios y se intervienen 14 centrales azucareras. Germán Sánchez Otero, op. cit., pág 21.
6 Miembro del Partido Ortodoxo y uno de los primeros dirigentes de la guerrilla de Castro. Comandante de la Columna 9 cuando se toma el poder y luego jefe militar en la provincia de Camagüey. Fue condenado luego de la revolución a 20 años de prisión. En la actualidad alienta la oposición gusana desde Miami.
7 El gobierno de Urrutia representó el frente policlasista que había impulsado la caída de la dictadura y el compromiso del M26 de mantener la revolución dentro de los marcos de la conciliación de clases, como veremos en próximos artículos. Urrutia fue reemplazado por Osvaldo Dorticós Torrado.
8 Citado en Jean Paul Sartre, Huracán sobre el azúcar.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: