El sábado 10 se realizó el Encuentro Nacional de seccionales y agrupaciones opositoras docentes. Hubo representantes de las comisiones directivas de ATEN Capital, Senillosa, Centenario, Plottier y Zapala; SUTEBA Bahía Blanca y Escobar; AMSaFe Rosario, AGMER de Entre Ríos, ADoSaC Santa Cruz, AdeMyS de Capital Federal y unos 200 compañeros/as de diez provincias.
Participaron delegaciones de Tribuna Docente-PO, Frente Índigo Nacional-PSTU, Docentes en Marcha-IS y agrupaciones opositoras de Neuquén como la Rosa, ˜ámbar, Púrpura, entre otras.

La 9 de Abril-PTS e independientes fue con una delegación de 30 compañeros/as de La Negra de Neuquén y compañeros/as de Mendoza, CABA y Provincia de Buenos Aires.

El marco político lo dio el paro de CTERA, protagonizado por cientos de miles de docentes golpeados por el ajuste de los gobiernos nacional y provinciales, y el ataque de la Presidenta. Un punto de inflexión crítico entre el gobierno y los docentes, muchos de los cuales lo venían apoyando.

Ante una nueva claudicación de la dirección de CTERA (Maldonado, Yasky y Baradel) que tras el paro dio por finalizada la lucha, el Encuentro tenía la responsabilidad de discutir cómo convertir la acción del 6 de marzo en el inicio de un plan de lucha (coordinado al menos entre las seccionales opositoras) y cómo poner en pie una alternativa nacional en nuestro gremio.
El Encuentro dio pasos progresivos sobre la continuidad de las medidas y la exigencia a las centrales (las dos CTA y CTERA). Se planteó un programa de reivindicaciones para el paro del 14 y se propuso unificar la exigencia de paro activo el 4 de abril, a cinco años del fusilamiento de Carlos Fuentealba. Se planteó la necesidad de un nuevo Encuentro, posiblemente el 20 de abril.
El descontento y la bronca docente abren un proceso de discusión y de desencanto por izquierda con el gobierno, que empieza a develar su doble discurso y su giro a la derecha.

Era necesario un debate sobre la política de CFK y los opositores burgueses como Binner o Macri, sobre nuestras fuerzas y la necesidad de levantar un programa independiente y un método democrático de discusión y decisión entre la oposición combativa al gobierno y la burocracia. El Encuentro fue un paso adelante, pero la política de sus convocantes puso límites a la posibilidad de desarrollar un agrupamiento antiburocrático.

Primero, por el método de consenso entre corrientes con “chapa” en lugar de un método de asamblea. Los integrantes de la mesa coordinadora, pertenecientes a agrupaciones de ATEN, usaron un método opuesto a una de las mejores tradiciones del sindicato. 

Segundo, por no delimitarse de las conducciones de la lista Lila, ligadas a la oposición patronal de centroizquierda, a lo que se suma el corporativismo expresado en no permitir que hablaran los compañeros del Sindicato Ceramista y en no querer que hablara Alejandro López, obrero de Zanon y diputado del FIT, quien encabeza junto a las agrupaciones opositoras de ATEN una política de masas contra la ley de educación del MPN. ¡Y esto pese a que PO e IS integran el FIT!

Además de mezquindad, esto expresa una línea corporativa, levantando un programa estrictamente sindicalista y de subordinación a la Lila por ausencia de una estrategia de hegemonía obrera, lo que en Neuquén significa concretamente la unidad de ATEN y Zanon para conquistar el apoyo popular.
Este debate no es nuevo. La 9 de Abril planteó más de una vez que no hay por qué resignarse a lo posible, a la mera lucha salarial. Desde este convencimiento, sustentado en el estallido de bronca y que fue el masivo paro de CTERA, volvemos a llamar a los compañeros de PO, IS y PSTU a discutir entre nuestras agrupaciones cómo poner en pie el Bloque Clasista que tanta falta hace para dar las próximas batallas.