Como es conocido, la dirección de la UTA se aprestaba el martes 2/9 a montar un Congreso extraordinario con la intención de expulsar a 21 delegados. Ante esta posibilidad, los trabajadores del Subte habíamos votado en asambleas defender al Cuerpo de Delegados, poniendo en marcha un plan de lucha que contó con numerosos compañeros en cada línea desarrollando importantes actividades, reuniones, volantes, afiches, y que desembocaba en un paro total, el mismo martes en que se reunirían los burócratas.

Finalmente, el viernes por la tarde un comunicado desde el Ministerio de Trabajo, dio cuenta de la suspensión provisoria del “extraordinario Congreso”, por no contar con veedores que fiscalizaran el acto. En el mismo comunicado, el funcionario interviniente dejó bien claro que la suspensión no significaba que el Ministerio impugnaba las actuaciones que el Tribunal de ética había efectuado hasta la fecha, lo cual significa que las acusaciones contra el Cuerpo de Delegados permanecen firmes.

La intervención de este organismo oficial obedeció a la necesidad imperiosa del poder político de evitar el seguro conflicto que se desencadenaría frente a la posible resolución del congreso, y no a un gesto hacia los trabajadores como intentan presentarlo.

Esto demuestra el acierto de la preparación de un plan de lucha para evitar la desafiliaciones, frente al planteo de que no había forma de parar este ataque y que estaba todo dicho. Es evidente que los trabajadores debemos confiar sólo en nuestras propias fuerzas, lograr una mayor organización y prepararnos para defender nuestras conquistas.

No bajemos la guardia

La provisoria suspensión del congreso nos permite ganar tiempo, pero no significa que la dirección del sindicato, con la complicidad de Metrovías, cese en sus intentos de destruir nuestra organización para luego avanzar sobre nuestras conquistas históricas.

La posibilidad de que convoquen a un nuevo congreso extraordinario antes de fin de mes (declaración del Sec. Gral. de la UTA, Roberto Fernández), parece la opción menos probable, como que convoquen a elecciones limpias y sin proscripciones. Es más factible que intenten la postergación o suspensión de las elecciones, incluyendo el vencimiento de los mandatos, y esperen una mejor oportunidad para volver por su plan. Y no podemos descartar la posibilidad que el Ministerio quiera aparecer como “garante” de una convocatoria electoral, con mecanismos que intenten favorecer a la burocracia, como por ejemplo elecciones por sectores. Que intenten ejecutar algún tipo de fraudes (impugnaciones, urnas fuera del Subte, matones impidiendo votar) no lo podemos descartar, aunque sería difícil, dado que consideran que no lo dejaríamos pasar y habría conflicto.

Frente a estas probables maniobras, en la última reunión de Cuerpo de Delegados se acordó continuar impulsando la fuerte campaña democrática en defensa de los derechos de los trabajadores (votada en asambleas) y exigir la convocatoria a elecciones claras y limpias.

También hay acuerdo en la preparación de medidas legales y su presentación ante el gremio y el Ministerio, para demandar la convocatoria a elecciones si ésta no es publicada dentro de los plazos habituales. Hay que destacar que los mandatos actuales vencen el 19 de septiembre, por lo cual es poco el tiempo con el que contamos.

Para estar en mejores condiciones para preservar el Cuerpo de Delegados debemos construir vínculos solidarios con otras estructuras obreras, para rechazar de conjunto los ataques contra los trabajadores, llamando también a los centros de estudiantes, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos.

En todos los sectores debemos impulsar asambleas y comisiones para debatir propuestas y llevarlas a la práctica. Tenemos que sumar a las reuniones semanales del cuerpo de delegados a todos los trabajadores que estén dispuestos a pelear por proteger y conservar nuestra herramienta de lucha.

Hay que aprovechar el tiempo para prepararnos, fortalecer la unidad y no pensar que podemos apostar a la improvisación o la suerte.

Debemos tener las iniciativas que nos permitan superar los errores y las falencias, teniendo en cuenta que sólo la preparación conciente de cada uno de nosotros permitirá resguardar nuestras conquistas. La defensa del Cuerpo de Delegados debe ser la prioridad de todos. Elecciones democráticas ya. Si tocan a uno tocan a todos.