Desde que la UGOFE S.A. se hizo cargo del ferrocarril Roca -cuando Kirchner le quitó la concesión a Taselli (Metropolitano S.A.)-los ataques a los activistas de la agrupación “La Bordó desde la bases” han ido creciendo. Es que somos la única agrupación del Roca que se opone explícitamente al tren bala, que lucha por un tren para, por y de los trabajadores. Además de 6 años de lucha por unir las filas ferroviarias (todos a planta permanente y bajo convenio UF, democracia sindical, no a los despidos arbitrarios, recategorizaciones, etc), y como mujer fui impulsora de la campaña por los derechos de la mujer trabajadora en las elecciones de delegados de la UF del año pasado, como integrante de la lista Bordó.

Estos ataques y persecuciones, que se manifestaban hasta ahora en cambios de lugares de trabajo, se agravaron cuando el 19 de mayo la empresa con el sólo ánimo de intentar una especie de “exilio forzado”, me notificó del cambio de lugar de trabajo desde la Estación Avellaneda (Km 3,8 de la red ferroviaria) a la Estación Cañuelas (Km. 64,1 de la red ferroviaria) que justamente es la estación más alejada de todo el ferrocarril, fijando mi horario de ingreso a las 5 de la mañana, sin ninguna otra explicación más que “motivos operativos” y con el claro fin de impedir mi actividad gremial.

El intento de cambio implicaba que para llegar a mi nuevo puesto de trabajo debía hacer 3 combinaciones de tren y viajar casi 5 horas diarias, cuando en el puesto de control de evasión (tarea que cumplo) por usos y costumbres de la empresa se trata de acercar al trabajador/a a la estación más próxima a su casa. Y para peor, la empresa conoce mi condición de madre soltera y único sostén de mi familia, lo que me impedía desarrollarla, y sin embargo pretendió seguir adelante con su voluntad.

Los “cambios por motivos operativos” no se dieron solamente en mi caso sino que afectaron a varios de los compañeros (la mayoría reconocidos militantes de la oposición) de la agrupación a la cual pertenezco. Era evidente una persecución y discriminación. Por eso desde la agrupación iniciamos una campaña emitiendo un nuevo Boletín donde denunciamos esta represalia, recorriendo todas las estaciones, discutiendo con los compañeros, y además iniciamos una acción de amparo junto con los abogados del CeProDH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos) con el fin de denunciar la persecución y que se me vuelvan a otorgar tareas en Avellaneda.

El Juzgado Laboral nos dio la razón y esta semana emitió una resolución donde obliga a la UGOFE S.A. a darme tareas en la Estación Avellaneda, sin poder modificar mis condiciones de trabajo. La empresa dijo que va a cumplir con la medida cautelar otorgada por el Juez laboral.

Con este triunfo a cuestas, debemos impulsar en lo inmediato una campaña en defensa del activismo en el Ferrocarril, debido a las persecuciones que viene realizando la UGOFE S.A. con la complicidad de la burocracia, Y en especial en defensa de los derechos de todas las trabajadoras mujeres que diariamente sufren todo tipo de ataques y discriminación.

Además están pendientes procesos a luchadores de varios FFCC y para enfrentar estos ataques llamamos al activismo, al resto de las agrupaciones opositoras y a los cuerpos de delegados del Mitre, del Sarmiento, del Belgrano Norte y la seccional de la UF Victoria del Mitre a una campaña activa y unitaria.