El viernes, a las 16hs., mediante una feroz represión la policía bonaerense desalojo a 50 familias del barrio EL MARTILLO. El operativo a cargo de Gustavo Salvá, jefe de la Departamental de Mar del Plata, conto con 250 efectivos policiales, perros rotwailers y caballería. El violento desalojo dejó como saldo a 26 compañeros presos, entre los que se encontraban el abogado de los “sin techo” Juan Gelemur y dos periodistas del diario El Atlántico.

El déficit habitacional en Mar del Plata asciende a 10 mil familias, además de ser la segunda ciudad del país con mayor desocupación. Mucho se ha dicho en los últimos meses en los medios de comunicación que Mar del Plata ya no es la “ciudad feliz” de antaño y se parece cada vez a cualquier otra ciudad del Conurbano Bonaerense. Una “zona caliente” de la inseguridad, la llama Daniel Scioli junto al intendente Gustavo Pulti responsables del Nuevo Plan de Seguridad. La verdad es que Mar del Plata es una “ciudad feliz… pero para los capitalistas”, en donde la falta de viviendas de miles de familias es utilizado por los empresarios y el gobierno para sus negociados, como muestra el caso del barrio EL MARTILLO. Esas viviendas que nunca se terminaron, eran la respuesta a la erradicación a partir del año ’96 de la Villa de Paso. La construcción de esas viviendas del Plan Dignidad, estaba a cargo de una empresa constructora y de la “ONG Trabajar”, a cargo de Trujillo quien fuera Secretario General de la UOCRA. Las viviendas nunca se terminaron ni adjudicaron y detrás de su construcción hay numerosas denuncias de corrupción. Las familias “sin techo” cansadas de las promesas incumplidas, decidieron ocupar esta obra abandonada.

Entonces la respuesta del gobierno provincial y municipal no se hizo esperar. El tan anunciado Plan de Seguridad tuvo su “debut” en Mar del Plata. Más de 250 efectivos policiales enviados para reprimir, encarcelar y dejar nuevamente en la calle a 50 familias pobres. Un plan de Seguridad que mientras reprime a los trabajadores y al pueblo pobre, encubre a los verdaderos delincuentes como los empresarios de la Pesca que construyeron dentro del Penal de Batán una planta de fileteado para superexplotar a los presos, que montaron miles de cooperativas truchas para flexibilizar aún más a los trabajadores, y que ahora vienen anunciando que de profundizarse la crisis internacional los despidos en el sector pueden llegar a 2 mil trabajadores.

Tanto el gobierno como la oposición, recordemos que el mismo día de la represión estaba sesionando en los cómodos sillones del Club Quilmes la Convención Nacional de la UCR, que ni una palabra dijo de la represión a los pobres; se están preparando para descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo. El envío de gendarmes, responde por un lado a los llamados de la “fachandula” y de líderes religiosos, el Pastor Ollier en nuestra ciudad es uno de ellos; como así también es la respuesta que ambos bandos capitalistas pretenden dar a las luchas que inevitablemente se van a generalizar como respuesta a las intenciones de los empresarios y políticos patronales de descargar la crisis sobre los trabajadores.

Desde el PTS venimos solidarizándonos con la lucha de las familias sin techo, estuvimos con la “Red de Apoyo” resistiendo a la brutal represión, nos movilizamos a la comisaría para exigir la libertad de los presos que esa misma noche fueron liberados y estamos participando de las diversas acciones que se vienen realizando.

Es necesario dar una respuesta contundente a las intenciones del gobierno de descargar la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador. Para eso debemos plantear claramente un programa con el cual movilizarnos este 1° de Mayo.

Ante la dramática crisis habitacional exigimos:
– Plan de viviendas y Obras Públicas en base al quite de subsidios a los empresarios como los Toledo, los Giorno, Iglesias y la expropiación de los grandes propietarios agropecuarios.

– Prohibir los despidos y las suspensiones. Reparto de las horas de trabajo y aumento salarial acorde a la inflación. Que la crisis la paguen los capitalistas.
– Basta de represión, desprocesamiento de los compañeros.
– Para esto exigimos tanto a la CGT como a la CTA que convoquen a un paro regional para imponer este programa.