por PTS ZONA NORTE

Cuando Daer firmó “el mejor acuerdo” paritario del año jamás sospechó que los trabajadores de la principal fábrica de “su” sindicato iban a rebelarse de la forma en que lo hicieron.

Se supo del 33,5% de aumento pero los aumentos ya no conforman, por más que sean “los más altos del país”. Ya se sabe que al principio se gana más y a medida que pasan los meses lo conquistado se pierde por la inflación. Las paritarias, casi siempre pasivas donde la burocracia negocia año a año aumentos insuficientes está dejando sectores cada vez más disconformes. Año a año se hacen estas “rondas” donde el primer acto vergonzozo lo hace el secretario general de la CGT tratando de establecer un techo. Frente a estos acuerdos insuficientes se enfrentan con enorme fuerza, los obreros y obreras de Kraft. Las patronales responden duramente también. En Kraft la empresa perdió en estos días de paro casi 9 millones de dólares de facuturación. Con la misma plata podrían dar un aumento extra de $400 a cada obrero de Kraft durante tres años. Pero prefieren endurecerse. Y frente a esto, la lucha obrera se hace también obstinada. Como en Santa Cruz, en Kraft se está dando una pelea rabiosa, dura. Una gran lucha de los obreros de Kraft.

La semana pasada, cuando se conoció el aumento firmado por la burocracia, durante más de dos días enteros la planta estuvo parada en forma total exigiendo un aumento por encima de lo acordado por Daer y Morán. El sábado la empresa por escrito se comprometió a dar un aumento en los premios, pero no dio el monto. Los trabajadores el domingo por la noche reunidos en asamblea resolvieron frente a esto, darle a la empresa un plazo de 48 hs para que otorgue el aumento o sino iban a volver al paro. Los trabajadores del turno noche dijeron que ellos iban a ser los que volverían a parar la planta si la empresa no respondía.

Se exigió además que los $400 de adelanto que había dado la empresa durante las paritarias, no tuvieran que devolverse. La patroanl se negó a responder a estas demandas, apostando a que los trabajadores no retomarían el paro. Pero el martes por la noche la planta volvió a pararse. Los trabajadores del turno noche cumplieron con su palabra. Si no hay respuesta, ellos comenzarían el paro nuevamente. Y así lo hicieron. Cuando llegó el turno mañana el miércoles, una asamblea masiva ratificó el paro.

En las asambleas decenas de trabajadores tomaron la palabra, cientos participaron y votaron. La comisión interna se puso al frente de todas las resoluciones de asambleas pero sobre todo luchó para sean los propios trabajadores los que discutieran democráticamente y resolvieran. Todos se hicieron oir. Esta vez ningun compañero, salvo que sea pro-patronal, es abucheado por no opinar lo mismo que la mayoría. Esta vez, se lo escucha, se le responde, se trata de acordar y finalmente se vota. Y se respeta lo votado. Se deja cada vez más en el pasado, una vieja y mala costumbre donde los obreros como mucho eran consultados y se limitaban a aprobar las propuestas de los delegados o las rechazaban a través de la abstención. Ahora en la asamblea, mandan los obreros. Los compañeros de la interna lo explican en sus boletines, dicen que la tarea de un delegado no puede ser resolver todos los problemas de cientos y miles de obreros, sino facilitar la organización más amplia para que se exprese la mayor fuerza posible. La fuerza de la mayoría de los trabajadores. Allí, en ese ámbito democrático se debate y se consensúa tambien entre los distintos sectores cuales son las mejores medidas. Ahora se discute que la mejor medida es la que la mayor cantidad de compañeros está dispuesto a tomar en sus manos seriamente. La mejor, es la más contundente y la que garantice la mayor unidad. La asamblea empieza a ser, en el turno mañana y tarde también el lugar donde todo se decide, cuestión que estuvo negada durante años para la mayoría de los trabajadores por la anterior interna y Daer.

Así se votó, con cientos de manos levantadas, retomar el paro ese miercóles por la mañana. Con ese consenso, en la planta no vuela una mosca. La tarde siguió con el paro pese a la acción de la verde que quiso levantarlo. La interna lo sostuvo junto con decenas de activistas, duramente en las líneas. Pasadas las 8 de la noche, el mismo Predoné Pita fue en persona hasta las lineas para tratar de quebrar el paro. No hubo caso. Luego pidió una reunión con la interna. Parte de la gerencia se quedó hasta la madrugada en la fábrica y prometió que iba a dar un nuevo compromiso, no descontar los $400 y dar una fecha donde anunciarían el aumento prometido. La noche mantuvo el paro las 8 hs en espera de la propuesta que no llegó. La mañana hizo lo mismo. Sin propuesta por escrito, no se trabaja. El jueves por la tarde la empresa seguía sin dar su compromiso jugándose a quebrar el paro. La asamblea de la tarde, a las 14 hs ratificó el paro y a las 16 hs se aprestaban a comenzar una nueva y masiva asamblea. La empresa entonces sacó un comunicado donde se comprometía a no descontar los $400 y prometía dar un aumento de premios que iba a ser anunciado el viernes 24. La asamblea de la tarde se mantuvo. Se leyó el comunicado. Se resolvió aceptar la propuesta de la empresa porque era un verdadero paso adelante. Pero los obreros luchadores de la tarde propusieron seguir con la fábrica parada para completar su jornada de lucha. A las 22 hs la asamblea de la noche analizó también la propuesta y la aceptó. Pero los trabajadores de la noche dijeron que el turno mañana había sido el que había comenzado esta pelea y quienes más habían luchado. Por eso, se propuso mantener el paro hasta la mañana para que sean las compañeras de la mañana las que resuelvan. Querían que la fábrica estuviera parada para que los compañeros de la mañana pudieran resolver, para que nadie levante las medidas sin escuchar antes la voz de las obreras de la mañana y antes de que voten. Así recibieron las compañeras y compañeros de la mañana a la fábrica, estaba parada por respeto a ellos. Reconocidos por el turno tarde y noche. Un ejemplo de unidad. No es casual, la interna insistió durante todos estos días en que las medidas tenían que tener el objetivo de mantener la unidad, no solo de cada turno sino también de los turnos entre sí. Se trata de una fábrica con tres grandes turnos, que tiene que conquistar una unidad que la patronal y la burocracia siempre tratan de romper. Y el “gesto” hacia los obreros y obreras de la mañana, no pudo ser mejor.

La asamblea de la mañana aprobó el acuerdo y levantó la medida con una altísima moral. Los trabajadores confían mucho más en sus fuerzas y en que los delegados luchan con ellos, se ponen al frente y sobre todo buscan todas las formas para que la fuerza obrera se exprese. Por eso confían.
A media mañana del viernes la empresa anunció que iba a darle un premio a sectores que no habían parado. Buscaban una provocación. En la línea una compañera dijo “ellos quieren provocarnos porque estamos bien, pero nosotros somos más inteligentes que ellos”. Los trabajadores votaron un quite de colaboración y no permitieron que les subieran los ritmos para recuperar los días perdidos por la empresa. Y eso se cumple hasta hoy, cuando falta poco para que la empresa entregue su propuesta.

Fueron 6 días de paro. Los obreros se sienten más fuertes y confiados. Las asambleas fueron masivas, llenas de participación. La base es la gran protagonista. Los obreros de Kraft están escribiendo un buen capítulo de su propia historia.