Más de 500 personas participaron de la convocatoria realizada por la seccional San Fernando del SUTNA en apoyo al delegado Fate (SUTNA-CTA) y dirigente del PTS, Víctor Ottoboni, al que la empresa Fate intenta quitarle los fueros gremiales para poder despedirlo.

La mañana de San Isidro del martes 1° apareció convulsionada. Desde las 7.30 comenzó a poblarse la esquina de Márquez y Centenario desde donde partiría la marcha convocada por el SUTNA San Fernando en defensa del delegado Ottoboni hacia los Tribunales de San Isidro. El PTS participó con una gran delegación de más de 200 compañeros que acompañó a la ruidosa columna de trabajadores de Fate que se hizo presente durante la jornada. Estuvieron presentes además la CTA Nacional, el SUTNA, una delegación del sindicato ceramista de Neuquén y de Zanon y las internas de Kraft, PepsiCo, Donnelley, el Hospital Garrahan, INTI, Indec, Praxair, Frigorífico Rioplatense, Paty y delegaciones del Subte, del Ferrocarril Roca, la Agrupación Desde Abajo de Cadbury-Kraft, sumados a decenas activistas obreros de la zona norte y a estudiantes, como los del Centro de Educación de la UNLu de la Agrupación Avanzada y delegaciones de la UNGS y del CBC de Martínez.
La campaña además viene sumando adhesiones y cosechando una enorme solidaridad, con solicitadas el domingo y el martes que contaron con las firmas de personalidades como Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y las Abuelas de Plaza de Mayo, del Ce.Pro.D.H entre otros. Estuvieron en la marcha también los compañeros del MAS, del MST y PO. El edificio de Tribunales y toda la zona estaba llena de afiches en defensa de Víctor y contra las persecuciones, afiches que se encuentran empapelando toda la zona norte.

Una primera respuesta contundente

El clima de lucha se hacía sentir en la nutrida y combativa delegación de los obreros de Fate y en toda la marcha. De hecho, cuando bajó de la audiencia el dirigente del SUTNA San Fernando Maximiliano Bronzuoli sostuvo que “si despiden a Víctor, se para la producción” despertando el entusiasmo de todos. La misma idea expresó el delegado Ariel Godoy en su intervención: “si lo despiden a Víctor, nos van a ver seguido porque vamos a cortar las rutas y las calles en el país”. Fue una marcha obrera combativa que se hizo sentir en San Isidro y fue una advertencia clara a la patronal: “si lo echan , que quilombo se va a armar”. El clima de unidad de los trabajadores se sentía y de fuerza para parar este ataque que es a Víctor pero también es a todos los que defienden la democracia obrera y el respeto a las asambleas. Las persecuciones a los delegados antiburocráticos está a la orden del dia en Norte y la respuesta se empieza a organizar para decirle a todas las patronales que estos despidos no van a pasar.

La marcha del 1° de febrero ha sido una primera respuesta contundente ante un nuevo intento de la justicia de arrodillarse ante el poder y el dinero de los capitalistas. De hecho, se informó que el fallo salió en contra y aunque hay instancias legales (apelaciones que impiden legalmente en lo inmediato el despido, revocatorias, etc.) lo que sabemos que es que solo con la lucha y movilización se le va a parar la mano a la empresa. En este caso, la justicia mostró una vez más que está del lado de los capitalistas firmando un fallo escandaloso y antiobrero donde se autoriza el desafuero de Ottoboni cuando todos los hechos que se le imputan son propios de su actividad gremial en Fate y ocurridos en el marco de un conflicto, marcando un precedente nefasto para todos los trabajadores.

Por la defensa de los delegados de base

La persecución judicial viene siendo una metodología recurrente de las patronales contra los representantes gremiales honestos como muestran las últimas causas contra los integrantes de las internas de Kraft y PepsiCo, por ejemplo. En este caso, el dueño de Fate, Javier Madanes Quintanilla, cuyo grupo factura U$S 1.700 millones al año y que es el modelo de empresa que quiere el gobierno nacional, pretende imponer un ataque disciplinador a todos los trabajadores por medio del despido de Víctor persiguiendo a quienes se organizan en asambleas democráticas y respetan las decisiones de los trabajadores defendiendo sus derechos.
Justamente, todo lo que se cuestiona en el expediente a Víctor son hechos donde él hizo uso de su legítimo derecho de representante para la defensa de sus compañeros en el marco de su actividad gremial. Acabar con delegados como Ottoboni es lo que necesita Fate para postular a Madanes como garante de un país de oportunidades para los negocios, como anuncia Cristina, y como su candidato a presidir la UIA. Un “capitalista nacional” antiobrero y discriminador: ese es el modelo que propone la presidenta para dirigir la central industrial.

Desde el PTS venimos realizando una gran campaña en defensa de Víctor llenando de afiches las calles de la zona norte, realizando pintadas, escraches y también al interior de las fábricas de la zona norte denunciando la sistemática práctica antisindical de esta empresa discriminadora que ya cuenta con 13 sentencias en su contra por despido por discriminación sindical y 6 reinstalaciones efectivas. Esta pelea debe ser una batalla de todos los delegados y activistas combativos para torcerle la mano a esta patronal negrera que se está llenando los bolsillos y necesita sacarse de encima a los delegados que defienden a los trabajadores para avanzar en sus planes de mayor productividad y explotación de los obreros. Esto ha sido sólo el comienzo de la campaña contra el despido mientras los obreros de Fate se preparan para encarar la lucha abierta si la empresa se decide a avanzar.

Además, de permitir la justicia el desafuero de un delegado por su actividad gremial, sentaría un oscuro precedente, socavando una de las más importantes conquistas de la clase obrera argentina, ganada con años e historias de lucha. Todas las organizaciones obreras y populares debemos estar incondicionalmente al servicio de esta campaña, sumando cada vez más fuerzas y así evitar el desafuero y despido de Víctor. No estamos dispuestos a permitir que la justicia se interponga en las organizaciones obreras y liquide esta conquista, por lo que vamos a seguir esta campaña hasta las últimas consecuencias, acompañando a Víctor y a su seccional y cuerpo de delegados hasta torcerle el brazo a Fate. Como dijo el propio Ottoboni en el acto final “ni sueñen en despedirme porque la lucha va a ser enorme”.