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Derechos Humanos

“Ellos son la inseguridad”

14 de julio 2003

LVO: Contános cómo fue tu caso...
Carla: El 1° de junio de 2001 volvía de la facultad después de un largo día de trabajo. Me bajé en Mitre y Brandsen, en Quilmes, a media cuadra recibí un balazo por la espalda que me tiró al piso. Enseguida un grupo de policías de civil empezó a interrogarme, mientras me tironeaban el bolso donde traía libros de la facultad. Decían que yo era la campana de un robo en un Mc Donald’s. Después quisieron arrastrarme, mientras me desangraba. Cuando vi cómo lo llevaban a Darío Santillán en la Estación de Avellaneda me di cuenta que era la misma forma de actuar que usaron conmigo...

¿Qué pasó después?
Los medios y la policía hablaron de un operativo exitoso “con el triste saldo de una desgracia”, no se hacían cargo. Yo sabía que me había tirado la policía por el lugar de donde vino el balazo y lo que conté antes. Estuve tres días en los que no se sabía si iba a sobrevivir (la bala pasó a medio centímetro del corazón) y quedé paralítica. Mientras tanto el Fiscal General de Quilmes decía que “el accionar policial había sido correcto”. Después vino “lo clásico” de todo gatillo fácil: trataron de cambiar la bala y “plantaron” un arma para encubrir al responsable. La primera pericia balística dio como si nadie me hubiera tirado. Ahí enpezamos la denuncia en los medios y... oh, casualidad... la segunda pericia dio que me había tirado el oficial Salmo de la Comisaría 6° de Ezpeleta.

¿Cómo está el caso hoy?

El Juez Nolfi y el Fiscal Pelayo que llevaron la primera parte del caso mantuvieron a Salmo impune y en funciones en la misma Comisaría. Le imputan lesiones culposas, es decir, parece que me tiró por casualidad y no para matarme. Para colmo elevaron el caso a juicio oral sin pruebas fundamentales como la reconstrucción del hecho argumentando que “tienen la convicción personal que no hubo intencionalidad en el accionar de la policía”. Es nefasto, pero no me llama la atención: hay más de 1300 casos de gatillo fácil impunes en todo el país. Y esta situación se mantiene gracias a la complicidad de la justicia y a sus autores intelectuales: partidos como el PJ y la UCR que mientras gobernaron el país y la provincia pusieron en práctica sus políticas de “mano dura”. Bueno y hoy esto se continúa con Solá y ni hablar de fascistas declarados como Rico y Patti.

Contános algo de la lucha que llevás adelante...

Cuando el cuerpo me dio, aunque desde la silla, me reintegré al CeProDH y empezamos a juntarnos con familiares de otras víctimas de gatillo fácil, la represión policial y la impunidad judicial. Hacemos pegatinas, marchas y actos en toda la zona sur denunciando esta situación. No vamos a parar porque detrás hay un montón de pibes, de laburantes como yo, que no queremos que sufran esto.

¿Con tu caso empezaste la militancia en el campo de los derechos humanos?

No, desde antes. Mi papá era militante y se fue a Chile durante el gobierno de Allende. Ahí lo asesinó el ejército de Pinochet el 11 de septiembre del 73, el día del golpe. Esto lo supe ya de grande y ahí empecé a moverme, para luchar contra las fuerzas represivas que tienen un rol bien claro en nuestras sociedades.

¿Qué opinás del tema de la seguridad y del comité de crisis que se formó en la provincia
?
Creo que este gobierno, que se pinta de democrático y respetuoso de los derechos humanos, mantiene la misma policía, la misma justicia, la misma gendarmería, en síntesis, el mismo aparato represivo que tuvieron Menem, De la Rúa y Duhalde. Los cambios son cosméticos. Y ahora con la discusión de la “inseguridad” se preparan para reforzarlo. Son unos caraduras. Primero que agarren a los milicos, empresarios y políticos que hundieron el país y llevaron a que casi la mitad de los argentinos vivamos en la indigencia. Después que solucionen con trabajo genuino el problema del hambre y la desocupación y ahí hablamos porque queda mucho. Poner más policías para acabar con la inseguridad es ridículo. En el Jagüel, cuando no había comisaría no había ni un robo de bicicleta. Después de que la instalaron está lleno de mafias organizadas, la conclusión sacala vos. Sobre el comité de crisis lo repudio con todas las fuerzas y vamos a salir a la calle a denunciar. Aparte de la policía meten gendarmes y prefectos que estuvieron en la represión del Puente Pueyrredon y hace poco mataron a un chico de Quilmes, Damián Rosende, cuando iba a la facultad. Repito, son los primeros delincuentes, ellos son la inseguridad.

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