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Internacional

(EXCLUSIVO POR INTERNET)

El secreto de Steve Jobs

La reciente muerte de Steve Jobs ha inundado los medios del mundo entero con alabanzas al nuevo semidios de las tecnologías al que, se supone, debemos agradecer todos los productos que muchos desean tener pero pocos pueden comprar. Un empresario, un artista de la tecnología que, se supone, ha revolucionado nuestras vidas. Pero... ¿es así?

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13 de octubre 2011

La reciente muerte de Steve Jobs ha inundado los medios del mundo entero con alabanzas al nuevo semidios de las tecnologías al que, se supone, debemos agradecer todos los productos que muchos desean tener pero pocos pueden comprar. Un empresario, un artista de la tecnología que, se supone, ha revolucionado nuestras vidas. Pero... ¿es así?
El aumento de las capacidades de las computadoras ha convertido a la informática en una nueva rama de la economía que no existía previamente, con nuevas y múltiples aplicaciones. En los últimos años, a partir de la creciente masividad de Internet y de todo tipo de dispositivos digitales, estos cambios vienen teniendo alto impacto en el mundo de las comunicaciones. Este nuevo sector también es un nicho de ganancias extraordinarias para los capitalitas que explotan esta industria y de conflictos con sectores de la economía cuyos intereses se ven afectados. Al ser un sector de la economía sin existencia previa y en constante transformación, es lógico e inevitable que permanentemente se generen gran cantidad de nuevos desarrollos e innovaciones.
Para apropiarse por más tiempo de la ganancia extraordinaria que se genera con cada innovación, gran parte de las principales empresas patentan sus “creaciones”, intentando controlar la difusión de las mismas, cuestión que termina actuando como freno para otros nuevos potenciales desarrollos [1].

Este es el contexto en el que surgen "empresarios innovadores" como Jobs, que son presentados como personas que hacen grandes "aportes a la humanidad".

Sin embargo, lo que caracterizó a Steve Jobs no es tanto su contribución al desarrollo tecnológico en pos del bienestar de la sociedad sino, por el contrario, la apropiación de ganancias basada en el mecanismo de defensa de patentes que, mediante un ejército de abogados, defiende con uñas y dientes hasta la más pequeña e insólita de sus ideas intentando frenar la difusión de dicha innovación y actuando como mecanismo retractivo del desarrollo tecnológico.

Esta sed de ganancias es lo que guía la “innovación” en el capitalismo, generando necesidades muchas veces superfluas con el objetivo de vender a toda costa, en lugar de satisfacer el conjunto de las necesidades sociales. Por otra parte, este esquema de competencia capitalista genera constantemente una guerra de estándares, formatos y dependencias tecnológicas que provocan también importantes retrasos en el desarrollo tecnológico. Esta es otra de las "obsesiones" de Apple, la empresa fundada por Steve Jobs.

Por todo esto Steve Jobs es fuertemente criticado por grupos defensores de la libertad de información, en contra de las patentes y de la propiedad intelectual [2]. Estos sectores critican con justa razón el fuerte lobby de sectores capitalistas que, mediante leyes "antipiratería", constantemente buscan defender sus negocios [3] .

El verdadero secreto de Apple

Pareciera que las riquezas generadas por Apple y sus productos como el IPhone brotaran mágicamente de la mente de Steve Jobs. Es así que tras la muerte del fundador de Apple, los grandes medios se ocuparon de esconder cuál es el secreto de la riqueza generada por Jobs. ¿Qué se esconde detrás de las últimas innovaciones tecnológicas? ¿De dónde surgen las "maravillas" patentadas por Jobs?

Gran parte de estos productos se fabrican en China, en una empresa llamada Foxconn. Una planta situada en la localidad de Shenzhen y propiedad de la compañía taiwanesa Foxconn emplea a 400.000 trabajadores que viven en ciudades obreras y se encargan de fabricar teléfonos móviles para Apple y otras compañías de primera línea.

Durante el año 2010 pasó a la fama por una oleada de suicidios de sus empleados. Los trabajadores, en su mayoría provenientes de poblaciones rurales, trabajan hasta 12 horas al día, seis días a la semana. La firma china había dicho que ofrecería un incremento de 20% a los trabajadores, que ganan unos US$132 al mes. Y Steve Jobs declaraba en una conferencia de prensa realizada en Estados Unidos que "Foxconn no es una fábrica donde se explota a los obreros". La empresa por su parte declaraba: "queremos que cada empleado esté feliz trabajando aquí (...) Hemos llevado a cabo un gran trabajo, tenemos 70 psiquiatras para prevenir suicidios". La compañía obligó a los trabajadores a firmar acuerdos declarando que no se van a suicidar (para evitar pagar a sus familiares) y se han instalado redes alrededor del edificio para amortiguar la caída en futuras tentativas. Hace poco una explosión en una fábrica de Foxconn, en Chengdu, que produce iPads, provocó tres muertos y graves heridas a quince más. Ante estos acontecimientos, Apple se mantuvo en silencio.

De esta manera el capitalismo desarrolla lo más avanzado de la tecnología. Generando productos que cada vez más desean tener, pero menos pueden comprar, mientras hunde a millones en la miseria. El reparto de las horas de trabajo, liberando a millones de trabajadores de extensas jornadas en condiciones infrahumanas, dedicando tiempo al ocio y la investigación, permitiría liberar un potencial creativo enorme. Pero para eso es necesario abolir este sistema decadente y construir una organización que se lo proponga.

Referencias:

Apple defiende a la fábrica donde se produjeron suicidios
http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2010/06/100602_apple_defiende_foxconn_china_lh.shtml

El lado oscuro de la manzana
http://www.pagina12.com.ar/diario/cdigital/31-178609-2011-10-11.html

Imagen trabajadora de Foxxconn
http://www.chw.net/up/2010/05/foxco.jpg

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