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Las Tesis de Abril

El regreso de Lenin (II)

A 90 años, la actualidad de la Revolución Rusa hace de su estudio pormenorizado una tarea imprescindible para todos aquellos que luchamos por derrotar al capitalismo e instaurar una sociedad socialista.
En esta sección que se prolongará durante todo 2007, La Verdad Obrera, junto con el Instituto del Pensamiento Socialista "Karl Marx", se propone acercar a sus lectores la historia y las lecciones de la revolución más grande de todos los tiempos.

Comisión del IPS

19 de abril 2007

A lo largo del mes de abril Lenin luchara por reorientar los aspectos centrales de la intervención del partido bolchevique en la revolución. Las Tesis de abril serán publicadas en la prensa bolchevique luego de que Lenin las leyera en dos reuniones, una de integrantes del partido bolcheviques y luego en una reunión conjunta de bolcheviques y mencheviques en el Palacio de Taurida. Allí expone su posición frente a los miembros del menchevismo y sus dirigentes, como Tseretelli, quien unas semanas después, fruto de la crisis gubernamental por la movilización de los soldados, formaría parte del primer gobierno de coalición como ministro de Correos y Telégrafos. Ante la negativa con que conjuntamente respondían dirigentes mencheviques e importantes dirigentes bolcheviques a la exposición de Lenin, éste publicaría un segundo escrito bajo el nombre Cartas sobre táctica, respondiendo al sinnúmero de objeciones y tergiversaciones que los opositores a su posición realizarán sobre su nueva postura política. Por último, Lenin presentaría frente al congreso del partido bolchevique, realizado a fines del mes de abril, un nuevo texto donde planteará a partir de la adecuación del programa del partido la necesidad de un giro en la política bolchevique: Las Tareas del proletariado en nuestra revolución (proyecto de plataforma del partido proletario). Deberemos tener en cuenta que en el transcurso del debate que atraviesa el partido, las masas protagonizarán el combate callejero denominado "Jornadas de Abril", que veremos en nuestra próxima entrega.

Una revolución "original"
Lenin intentará explicar sencillamente la compleja situación que vivía la revolución rusa. La primera revolución, indicaba, ya se ha producido. Esta ha determinado el paso del poder político de la clase de los terratenientes y la aristocracia zarista al de la burguesía y los sectores reformistas de la nobleza. Pero esta primera revolución se había consumado de manera original. El traspaso del poder político de manos de una clase a otra, la burguesía, había sido acompañado por la creación espontánea de las masas de una institución nueva, de una institución democrática de los obreros y soldados, el soviet. Y es en esta situación original que se producen los debates de los grupos socialistas en torno a cuál era el carácter de la revolución, esto es qué tareas y qué clase social podía llevarla adelante. Luego de la experiencia de 1905, Lenin había establecido basándose en las lecciones de las revoluciones de 1848 en Francia y en Alemania, que la burguesía era incapaz de llevar adelante la revolución democrática1. Tareas como la independencia y unidad nacional y el reparto de la tierra entre los campesinos no podían ser realizadas por la clase burguesa por tener ésta ya a su frente a una clase obrera madura que intervenía con sus métodos y sus demandas. Por ello Lenin había concluido en 1905, que si bien la revolución Rusa debía atravesar una etapa donde las demandas democráticas de las masas debían ser resueltas, éstas sólo podían conquistarse mediante la instauración de una "dictadura democrática de obreros y campesinos"2.
En 1917 la revolución enfrentaba estas enormes tareas: superar el atraso rural en beneficio de las masas campesinas, terminar con la guerra e impedir el descalabro de la economía. Lenin intentará explicar la nueva situación indicando que la revolución de febrero "no sólo arrollo toda la monarquía zarista, no sólo entregó el poder integro a la burguesía, sino que, se acercó mucho a la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y del campesinado". De tal manera: "Este rasgo extraordinario, sin precedentes en la historia ha conducido al entrelazamiento de dos dictaduras: la dictadura de la burguesía (pues el gobierno de Lvov y Cia. es una dictadura, es decir, un poder basado no en la ley, no en la voluntad previamente expresada del pueblo, sino en la toma del poder por la fuerza, realizada por una clase determinada: la burguesía3) y la dictadura del proletariado y el campesinado (el soviet de diputados obreros y soldados). (…) El Doble poder expresa simplemente una fase transitoria en el desarrollo de la revolución, cuando ésta ha llegado más allá de una revolución democráticoburguesa corriente, pero no ha llegado todavía a una dictadura ‘pura’ del proletariado y el campesinado"4. De este análisis Lenin concluía que la revolución debía avanzar por el camino de la revolución socialista. Pero al plantear esto chocaba con la oposición de un sector importante de los "viejos bolcheviques", como Kamenev, que acusan a Lenin de confiar en "una transformación inmediata" de las relaciones sociales y de que era apresurado plantear que sea el soviet quien se haga del poder trayendo en apoyo de su postura la derrota de la experiencia de la Comuna de Paris. Lo acusaban también de llevar a una línea propagandista al partido, que sólo hablaría de "comunismo", y no de las tareas reales en las que se debía avanzar. Pero Lenin respondía "Los soviets resolverán con mayor eficacia, con mayor sentido práctico y más correctamente, qué pasos pueden darse hacia el socialismo y cómo deben darse esos pasos. El control de un banco, la fusión de todos los bancos en uno, no es aun socialismo pero es un paso hacia el socialismo. (…) el soviet estará en condiciones de dar estos pasos con mayor eficacia en beneficio del pueblo, si tiene en sus manos todo el poder."5

Lenin y la guerra civil dentro de la revolución
Esta fase transitoria, de entrelazamientos de dos dictaduras antagónicas, debía resolverse a favor de una u otra. Mientras los "viejos bolcheviques" querían contemporizar con el gobierno, Lenin proponía una línea de acción centrada en la "explicación paciente" pero clara de que los objetivos prácticos de la revolución sólo podrían resolverse mediante "la toma del poder político por las masas organizadas en los soviets".
Plejanov, viejo marxista ruso, acusaba a Lenin de "delirante" y deducía que éste al definir la situación rusa y su estrategia de esta manera estaba incitando a las masas a la acción armada contra el gobierno, a la toma del poder, a la instauración del socialismo sin tomar en cuenta que los campesinos ni siquiera habían obtenido la tierra. Cómo se podía hablar de socialismo en esa situación? Lenin contestaba que en sus discursos y escritos claramente llamaba al partido a la explicación paciente del programa, a la adaptación a las necesidades prácticas de las masas teniendo el objetivo de que éstas se hagan del poder. El cual no era un problema de fuerza, de acción armada. En Rusia luego de la revolución de febrero no había otra fuerza armada más que los soldados y sectores de las masas quienes se organizaban en el soviet con los trabajadores. El problema de la dominación de la burguesía no se deducía de la existencia de una determinada etapa o fase económica aún no superada, ni de la imposibilidad de instaurar de golpe el socialismo en una nación económicamente atrasada, sino de la hegemonía que todavía ejercía la burguesía, de su poder de convencimiento para someter aún a las masas a su mando (sobre todo a través de la fe que el campesinado depositaba en el nuevo gobierno). La burguesía mantenía tras de sí a las masas no por coerción, sino por convencimiento, usurpaba su léxico, sus aspiraciones, para someterlas a sus necesidades y ganar tiempo para derrotarlas en las calles. Argumentaba así Lenin citando a Teodoróvich delegado ferroviario de petrogrado e integrante del CC del partido bolchevique "…en primer lugar, que se derrame hiel y vinagre en el agua dulce de la fraseología democrática revolucionaria"6.

Blanquísmo7 y leninismo
Lenin expresaba no poseer, en abril, las respuestas a todas las objeciones que sus detractores acusaban sobre su posición. La posibilidad de una alianza del proletariado con el campesinado estaba ligada a la siguiente cuestión: hasta qué punto, hasta dónde estaba desarrollado el antagonismo en el seno del campesinado. Es decir hasta dónde estaba introducida la diferencia entre el campesino rico (el burgués del pueblo o la aldea) por un lado y el campesino pobre, el campesino sin tierra y el proletariado agrícola por el otro. Una diferenciación dentro del campesinado llevará a las masas a romper la alianza con la burguesía y a una alianza revolucionaria con los trabajadores.
También rebatía la acción armada como opción práctica inmediata. Lenin se diferenciaba del blanquismo, no por lo meritorio del líder revolucionario francés, sino por su concepción de la insurrección como la acción de una minoría decidida, una elite que no cuenta con el apoyo de las masas. Polemizaba así con otro sector del partido bolchevique, los nuevos militantes, muy influenciado por la acción callejera de la guarnición y de la clase obrera, particularmente de la barriada de Viborg. Le hablaba a todo un sector nuevo del partido que abarcaba a la mitad de sus militantes, algunos de los cuales en las manifestaciones de abril habían levantado la consigna de ¡Abajo el gobierno provisional!¡el poder a los soviets! Lenin les alertaba que para los marxistas había que tener en cuenta la relación que se establecía en la nueva situación entre la experiencia de la vanguardia, ubicada en Petrogrado y las principales ciudades de Rusia, y las amplias masas que se habían despertado e incorporado a la vida política. Los bolcheviques todavía eran una minoría, aquellos que sostenían sus posiciones sólo eran una fracción del soviet. Indicaba que "en apariencia esto es solo trabajo de propaganda. Pero en realidad es una labor revolucionaria sumamente práctica, porque no puede progresar una revolución, que se ha estancado, que se ha atascado con frases y marca el paso no por causa de obstáculos externos, no por causa de la violencia de la burguesía (por el momento Guchkov sólo amenaza con emplear la violencia contra la masa de soldados), sino por causa de la fe e ilusiones del pueblo"8
Así Lenin intentaba dar cuenta de la situación en todas sus dimensiones, introduciendo en la lucha estratégica del proletariado en un país atrasado la posibilidad de una alianza revolucionaria con la masa de los campesinos. Para ello era imprescindible la más clara independencia del partido del proletariado con respecto a la burguesía y a la pequeño burguesía.

Las tareas del proletariado
Digamos que estas tesis resultan de un tono herético para el marxismo ortodoxo9. Sólo Trostky había anticipado con brillante lucidez la posibilidad de esta dinámica de la revolución en el siglo XX, del entrelazamiento entre la revolución democrática y la proletaria.
Nada terminaba de coincidir para las mentalidades ortodoxas del marxismo, y el revisionismo, formadas en antagonismos y secuencias preestablecidas. Si se agitaba la idea de que las masas obreras en alianza con el campesinado podían ella misma dar "pasos hacia el socialismo" esto debía significar necesariamente la imposición de medidas propiamente socialistas tales como la colectivización de la tierra, la centralización y unificación estatal, la socialización de las fábricas, etc. Pero Lenin huía de tales dicotomías y en él la política táctica era un medio para ampliar el campo estratégico del marxismo. Partiendo de las necesidades elementales de las masas, enfrentaba un hecho ineludible: la realización de estas demandas democráticas implicaba que el poder político debía estar en manos de los obreros y campesinos, debían instaurarse mediante la dictadura del proletariado.
Este grado de adaptación y flexibilidad del programa proletario estaba unido a la necesidad de la experiencia práctica de las masas. Así, si bien el programa agrario histórico de los bolcheviques establecía la creación de granjas modelo que se hagan cargo de la producción en tierras colectivas, Lenin planteará en 1917 que "Como partido proletario, sin embargo nosotros tenemos la obligación ineludible, no sólo de presentar sin demora un programa agrario, sino también de propiciar medidas prácticas de realización inmediata, en interés de la revolución agraria campesina. Debemos exigir la nacionalización de toda tierra (…) Pero deben ser los soviets regionales y locales de diputados campesinos –y en ningún modo los burócratas y funcionarios públicos- quienes dispongan entera y exclusivamente de la tierra y fijen las reglamentaciones locales que rijan su posesión y usufructo"10.
Lo mismo sucedía con la cuestión nacional. Si bien Marx había propugnado en la revolución Alemana de 1848 por un Estado nacional único, en Rusia, donde florecían las demandas de autonomía nacional, levantar la demanda de una Rusia unificada era una ceguera normativa. El partido del proletariado debía ante todo defender la proclamación y la realización inmediata de la plena libertad de separarse de Rusia para todos los países oprimidos por el zarismo y para todos aquellos anexados en la guerra. "El partido proletario aspira a la creación de un Estado lo más grande posible, porque ello responde a los intereses de los trabajadores; aspira al acercamiento de las naciones y su unidad posterior. Pero quiere alcanzar ese objetivo no por la violencia, sino única y exclusivamente mediante la unión libre y fraternal de los obreros y de las masas trabajadoras de todas la naciones"11. Esta relación, donde la experiencia de las masas y sus demandas democráticas son una mediación política ineludible para conquistar la dirección obrera, se ponía en juego ante cada una de las medidas programáticas que Lenin proponía para hacer avanzar la revolución.

Lenin y la revolución permanente
Las intervenciones que protagoniza Lenin en el agitado mes de abril de la revolución tienen como eje la confrontación con las posiciones conservadoras sostenidas por los "viejos bolcheviques" dentro del partido y fuera de él, los innumerables ataques que recibía de sus antiguos compañeros de ruta, los mencheviques. Lenin tenía la ventaja de poseer una enorme flexibilidad política para interpretar la dinámica de clase que estaba adquiriendo la revolución, pero no contaba con una teoría de la revolución capaz de anticiparse a la misma. De allí que tuviera que recurrir al viejo bagaje teórico del partido para, descartando lo que ya no tenia vigencia explicativa, conservar aquello que le era vital para ganar al partido bolchevique para una política revolucionaria. Su camino a la revolución proletaria como tarea concreta en Rusia fue de aproximaciones sucesivas, de adaptaciones realistas y de claridad estratégica a la hora de dar cuenta de las necesidades tácticas de la revolución, por ello Trostky resume su carácter político como el de un "pragmatismo revolucionario".
El gran espectro teórico en el que se reflejaba el debate de estrategias y la nueva posición adoptada por Lenin era aquel sostenido por León Trostky quien ya en un texto temprano en 1906, Resultados y perspectivas, había anticipado la dinámica de clases de la revolución rusa. Trotsky había establecido que la emergencia del mercado mundial capitalista como una unidad que teñía el desarrollo económico y social, desde la nación más alejada y arcaica hasta la más desarrollada transformando al mundo a su imagen y semejanza, engendraba una realidad social enteramente nueva. Esta visión le permitía indicar que una nación como Rusia lejos de ser meramente "atrasada" o "arcaica" combinaba "las conquistas más recientes de la técnica y la estructura capitalista se entrelazan con relaciones propias de la barbarie feudal y prefeudal, transformándolas, sometiéndolas y creando una relación peculiar entre las clases"12. Así la dinámica más general del desarrollo que tendía a unificar, a combinar, distintas fases de desarrollo de una manera original no era para Trostky una dinámica exclusiva del ámbito de la economía sino que era un factor actuante en la dinámica políticas de las clases. Así plateaba que en Rusia el proletariado era la única clase que podía llevar adelante la resolución de las tareas democráticas de las masas, y que éste sólo podía realizarlo como caudillo de la nación oprimida imponiendo su propia dictadura de clase y comenzando a resolver en el mismo momento las tareas del socialismo. Como veremos en nuestra próxima entrega, el diálogo crítico de Trostky con la posición sostenida por Lenin en torno a la dinámica de la revolución que éste plateaba con la formulación de "dictadura democrática de obreros y campesinos" servirá a la hora de dar cuenta de cómo y de qué manera la teoría de la revolución permanente permite fortalecer las perspectivas abiertas por la revolución Rusa.

1 Marx y el proceso revolucionario en Francia, LVO 208, 12/10/2006.
2 V.I. Lenin, Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática.
3 Con esto Lenin indica la debilidad originaria del gobierno burgués ruso. En la conferencia de presentación del mismo en el mes de marzo al escuchar la lista de los nuevos representantes del gobierno provisional un obrero se apresuro a preguntar: ¿quién los ha elegido a ustedes? Obviamente tal pregunta no podía ser respondida, pues habían sido elegido por la camarilla de los políticos de la burguesía.
4 V.I. Lenin, Las tareas del proletariado en nuestra revolución. Ed. Anteo, Bs As, 1973.
5 V.I. Lenin, Cartas sobre táctica. Ed. Anteo, Bs As, 1973.
6 V. I. Lenin. Las tareas…
7 Louis-Auguste Blanqui (1805-1881). Comunista revolucionario francés que promovía la insurrección armada y la creación de sociedades secretas.
8 V.I. Lenin. Las tareas del proletariado…
9 El regreso de Lenin en LVO N° 229
10 V.I. Lenin. Las tareas del proletariado…
11 Idem.
12 L. Trostky, Tres concepciones de la Revolución Rusa en www.ceip.org.ar.


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