Mark vivía en uno de los monoblock más carenciados de Londres, que según varios artículos sería el “peor lugar para vivir en Inglaterra”, famoso también porque en 1985 hubo enfrentamientos con la policía luego de que una residente muriera de un ataque al corazón durante una redada policial. El monoblock está en un distrito cuya cifra de desempleo es de un 8,8%, el doble de la media del país, el 50% de los jóvenes está desempleado y tiene el cuarto nivel de pobreza infantil en Londres. En los últimos meses se cerraron 13 centros de recreación para jóvenes debido al retiro de fondos. Los distritos de Hackney y Haringey, que también vivieron revueltas y saqueos, lo acompañan en cifras de pobreza, desocupación y viviendas hacinadas.