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Ciudad de Buenos Aires

De la Agrupación de aeronáuticos

El pasado, Lear, el futuro y nuestra agrupación El Despegue

Reflexión de un trabajador de El Despegue

PTS Ciudad de Buenos Aires

1ro de agosto 2014

El pasado, Lear, el futuro y nuestra agrupación El Despegue

Cuando los eventos son importantes suceden cosas importantes. Hay segmentos, pequeñas situaciones que nos permiten ver mejor la película. La cuarta jornada de lucha nacional por Lear trajo consigo una escena que invita a la reflexión histórica. Elia Espen, madre de Plaza de Mayo, acaricio con un gesto el corazón de las obreras y obreros de Lear. Un día antes, los luchadores de Lear habían sido apaleados por las huestes de la santa alianza buitrera. Elia decidió entregar su pañuelo a las obreras de Lear y destaco en su emotivo discurso que “Los pañuelos no se entregan a los represores como Milani”. Dijo algo más, algo personal: “Cuando me pongo el pañuelo, mi hijo está conmigo”. En el pase simbólico de su pañuelo se decidía entonces que la memoria de su hijo reposaría flamante en el hombro de las luchadoras de Lear. El pasado entonces vive en el presente.

Hugo Miedan, así se llamaba el hijo que los genocidas le arrebataron a Elia. Parte de una generación que lucho y convivió con las fuerzas vivas de un auge obrero finalmente martirizado. Entonces el pasado de aquel movimiento obrero vuelve al presente y en Lear de hoy genera escenas que invitan a una reflexión generacional. Enorme aporte el de Elia, porque a los inevitables momentos inmediatos del presente donde generamos toda la actividad concreta de nuestra lucha, se la agrega el factor histórico. No se trata de un pasado testimonial, por el contrario la reflexión temporal dispara proyectar el futuro. En este marco, de pasado, presente y futuro las definiciones se hacen relativas: triunfos, derrotas o empates se tornan relativas.

La lucha de Lear por merito de su tenacidad y por la simpatía que ya concita su lucha contra los despidos, conquisto nombre propio en el fin de ciclo K. Al ajuste y los despidos que el gobierno de Cristina intenta propinar contra los trabajadores es de final abierto. Aquel resultado definirá el contorno de la relación de fuerza entre las clases. El pasado paro del 10 de Abril, aún con direcciones timoratas a la cabeza, da cuenta de que la clase obrera no está dispuesta (una vez más) a pagar la crisis de patronales de pala grande. Como fuere, más tarde o más temprano la presión patronal disparara la respuesta obrera y las tendencias a un nuevo auge obrero serán más nítidas. El presente de lucha en Lear no es más que la obertura de esa futura situación: vanguardias que resisten y que por el abanico de enemigos (patronales buitres, gobiernos, milicos, traidores sindicales) hacen curso acelerado de los obstáculos a vencer. Una vanguardia que va madurando en conciencia de clase. . Un futuro auge obrero tendrá otras posibilidades si entre sus filas se encuentran los cuadros obreros de Lear.

Si de buitres se trata uno quisiera que don Griesa tuviera por la parte Argentina negociadores más decididos que los pagadores seriales de CFK. Un poco forzado, pero si se permite el ejercicio, cuesta imaginar a la Comisión Interna combativa de Lear negociando el ritmo de los despidos a Enero o quizás tercerizando los mismos. Fantasía, claro está. Pero en aquel laboratorio de la vanguardia, aquel de las mil y una experiencias con los fallos judiciales desacatados por patronales buitres se engendra elementos de la mecánica para una propuesta expansiva para toda la clase trabajadora toda. Una consulta popular sobre qué hacer con la deuda que concite la atención de las masas trabajadoras sería el mejor laboratorio, la experiencia más acelerada que el pueblo trabajador puede hacer con los buitres imperialistas. Claro está que en una experiencia de plebiscito y democrática por el estilo, el voto de los trabajadores de Lear, es voto cantado.

Los aeronáuticos de El Despegue participamos de todas las jornadas de lucha y fuimos siempre que pudimos a colaborar con los bloqueos. La Comisión Interna de Falcon, de Lan y los Delegados de asamblea en GPS, asumimos como propia la causa de los compañeros de Lear. Tuvimos detenidos y heridos también. Al salir de la detención el compañero aeronáutico saluda a quienes esperábamos haciendo el aguante por la liberación: de palabras sencillas y con alta moral nos dice “gracias compañeros por dejarme aprender de esta experiencia, hoy mi convicción es más fuerte que antes de la detención”. En esta escuela de lucha aprendimos, sobre represiones, carneros, provocaciones, traiciones, desacato patronal a la justicia. En su contrario aprendimos a valorar la solidaridad de clase, aquella que la da sustento y valor a la palabra compañero. Hoy nuestra agrupación El Despegue es más de combate que ayer y con ese impulso encaramos la solidaridad en los aeropuertos poniendo nuestra energía en la difusión y recolección para el fondo de lucha. Hoy nuestros militantes aeronáuticos son mejores luchadores. No somos trabajadores aeronáuticos solamente, mucho más que eso, somos trabajadores en lucha permanente contra las patronales. Miramos el futuro de otra manera. Estamos convencidos que si Lear triunfa, entonces todo será mejor para los trabajadores.

Eduardo - Trabajador aeronáutico-.

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