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Mundo Obrero

EL DRAMA DEL CALOR EN LAS FABRICAS METALMECANICAS

“El infierno está encantador”

Zona Norte del Gran Buenos Aires. Los días de calor quedaron medio olvidados por las intensas lluvias. La imagen del tren formando un “tsunami” parece aliviarnos del agotador enero y febrero. No sucede eso en las fábricas, transformadas por el verano y por los materiales de producción en hornos insoportables. Día tras día recordamos cuán pesado se hace trabajar en estos lugares cerrados, que ni siquiera alivian los ventiladores disparando sus masas de aire caliente. ¿Y si encima no hay ventiladores?

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25 de febrero 2010

Zona Norte del Gran Buenos Aires. Los días de calor quedaron medio olvidados por las intensas lluvias. La imagen del tren formando un “tsunami” parece aliviarnos del agotador enero y febrero. No sucede eso en las fábricas, transformadas por el verano y por los materiales de producción en hornos insoportables. Día tras día recordamos cuán pesado se hace trabajar en estos lugares cerrados, que ni siquiera alivian los ventiladores disparando sus masas de aire caliente. ¿Y si encima no hay ventiladores?

Un joven trabajador de Lear, fábrica proveedora de los diferentes circuitos eléctricos para las terminales automotrices, dice: “imagínate, si fuera de la fábrica la temperatura es de 35 grados, adentro es de 45 grados. Por esto, entre los compañeros les dijimos a los delegados que necesitábamos los ventiladores, que se estaba yendo el verano y la empresa nunca nos dio respuesta de nada, solo la ironía de decir que los traería en marzo. Se tuvo que parar y se exigió hablar con el Gerente, pero éste no bajó. Al otro día nos dieron dos paradas adicionales de 10 minutos cada una y la promesa de que desde el lunes se empezarían a colocar los ventiladores”.

Otro caso similar se dio en Gestamp Escobar, donde se producen piezas estampadas y soldadas para las terminales automotrices. La inversión en maquinaria, “según parece”, no dejó margen para que se compren ventiladores para la planta, pero sí buenos equipos de aire acondicionado para las oficinas administrativas y gerenciales. Esa fue la queja de los trabajadores y la constante presión a los delegados. Se llegó a parar una línea, y por eso la patronal se vio obligada a dar una parada extra de 15 minutos por turno en los días de altas temperaturas y a colocar ventiladores en algunas áreas antes de que se termine el verano.

En la empresa Dana el Talar, fabricante de chasis para la industria automotriz, las temperaturas suben mucho más que cualquier otro lugar. Allí aumentan entre 10 y 15 grados. El calor de las líneas de soldadura, más todo los elementos de seguridad a base de cuero, hacen que el cuerpo no resista, sobre todo en el turno tarde. Los ventiladores no dan abasto y los bebederos no enfrían tan rápido. Aún peor, donde se trabaja con gas, éste no puede entrar en contacto con los ventiladores porque lo disipa.

La bronca crecía por lo bajo y la burocracia tuvo que extender 15 minutos más en la parada del mate o merienda.

En Inergy, fabricante y proveedora de los tanques de nafta para las terminales automotrices, un joven obrero nos comenta que “no se trata solamente de que no hay ventiladores, también que no hay bebederos que funcionen bien. Entramos a las seis de la mañana y antes teníamos la opción de desayunar. Ahora sólo podés parar a las 12 del mediodía, y si entras de tarde recién a las 20 horas. No nos permiten tomar ni comer nada en el sector de trabajo por una orden de gerencia. Trabajamos con máquinas sopladoras que trabajan con calor. Cuando sale la pieza está muy caliente y nosotros tenemos que seguirla trabajando con unos cuchillos que deben ser calentados en la punta para ir recortándola y darle forma. El delegado no dice nada ante estas cosas, y uno tiene que aguantar trabajar así con altas temperaturas”

Estos casos se repiten en infinidad de fábricas. El obrero se “derrite” mientras los burócratas sindicales hacen la vista gorda. La falta de un mísero ventilador o un bebedero demuestra cómo estos son cómplices de que la patronal regatee con nuestras vidas.

Las discusiones paritarias no pueden tenernos como espectadores, es necesario exigir en cada gremio un pliego de demandas e imponer a los dirigentes una lucha seria por el salario y por las condiciones de trabajo. Hay que elegir delegados paritarios salidos de la base obrera contra los dirigentes vendidos, para luchar por el salario y por nuestras reivindicaciones.

Zona Norte – Corresponsal metalmecánico.

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