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INTERNACIONAL

La crisis en Grecia

El gobierno de Syriza tomó partido por la Troika y los capitalistas

El gobierno “de izquierda” encabezado por Alexis Tsipras traicionó descaradamente el mandato popular el lunes 13/7 pactando con la Troika un “rescate” financiero a condición de más ajustes contra el pueblo. El “rescate” solo sirve para pagar la deuda externa y va explícitamente en contra del voto popular que se había expresado en el Referéndum del 5/7 donde más del 61% votó por el NO a los ajustes de la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea).

Diego Dalai

24 de julio 2015

El gobierno de Syriza tomó partido por la Troika y los capitalistas

El gobierno “de izquierda” encabezado por Alexis Tsipras traicionó descaradamente el mandato popular el lunes 13/7 pactando con la Troika un “rescate” financiero a condición de más ajustes contra el pueblo. El “rescate” solo sirve para pagar la deuda externa y va explícitamente en contra del voto popular que se había expresado en el Referéndum del 5/7 donde más del 61% votó por el NO a los ajustes de la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea).

Se trata de un nuevo “memorándum”, nombre que recibieron los dos pactos anteriores firmados por los gobiernos de los partidos capitalistas tradicionales (Pasok y Nueva Democracia). Incluso peor que los anteriores ya que prevé un plan de privatizaciones inédito por 40.000 millones de euros, además de la “supervisión” directa de la economía nacional por parte de la Troika y una ola de nuevos ajustes.
El partido de Tsipras, atención con el nombre, Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), no solo traicionó el contundente pronunciamiento popular del Referendum (convocado por el mismo gobierno que además llamó a votar NO), sino todas sus promesas electorales de campaña. Las llamadas “líneas rojas” que prometían oponerse a más ajustes y condicionamientos de los acreedores.

Ajuste y represión

El 15/7 el Parlamento aprobó el primer tramo de ajustes, recortes a las jubilaciones y pensiones, aumento de la edad jubilatoria y aumento del IVA que genera una suba general de precios (entre otras medidas). La sanción de este nuevo golpe al pueblo trabajador contó con el apoyo de la mayoría de los diputados de Syriza, de los tradicionales partidos burgueses (ANEL –que está aliado al gobierno- Pasok, ND y el nuevo partido de la derecha To Potami).

En la plaza Syntagma (como nuestra Plaza de Mayo), miles de manifestantes fueron reprimidos duramente poniendo el “broche de oro” a la traición al pueblo. Hubo varios heridos y unos 50 detenidos, varios de los cuales están siendo procesados por cargos graves, compañeros por los cuales somos parte de la campaña internacional por su inmediato desprocesamiento.

El 22/7 el parlamento votó una nueva tanda de ajustes y medidas antipopulares a favor de los bancos, de los explotadores y de los acreedores imperialistas. Esta vez sancionaron el fin de las moratorias que impedían ejecutar hipotecas en manos de los bancos, entre otras reformas como la del Código Civil.

Miles de deudores que no pueden pagar podrían perder sus casas, como ya pasó en EEUU o en España después de la crisis económica que se desató en 2008. Sería un nuevo y gran golpe a los trabajadores y la clase media que ya sufren casi un 30% de desocupación, varias leyes de flexibilización laboral, y un “corralito” de más de un mes donde cada persona puede sacar apenas 60 euros por semana (240 mensuales) mientras la canasta familiar supera los 2.500. Todo para que los bancos cobren. Los mismos bancos buitres que durante años se la llevaron en pala con sus operaciones financieras y ahora le hacen pagar la crisis a los trabajadores y sus familias.
Afuera, otra vez la represión. El gobierno “de izquierda” hizo blindar nuevamente el congreso con un mega operativo que terminó gaseando a los manifestantes encabezados por algunos sindicatos y partidos de izquierda.

La crisis política y el ala “izquierda” de Syriza

Cada vez se hace más evidente que el único camino posible es enfrentar el ajuste en las calles. La bancada “disidente” de Syriza, unos 40 diputados que se han negado a votar los ajustes, es completamente impotente para revertir el camino trazado por Tsipras y la mayoría dirigente que decidió subordinarse a los dictados de la Troika y el imperialismo europeo encabezado por Alemania y Francia y enfrentar a los trabajadores y el pueblo griegos. Los ajustes se votan igual con la ayuda de los partidos de la derecha y el gobierno mantiene una mayoría (más ajustada) en el parlamento. Pero además, los más reacios a impulsar el “inevitable” ajuste, van siendo desplazados del gobierno como los cinco ministros que fueron echados y entre los que estaba el líder de la Plataforma de Izquierda dentro de Syriza, Panayotis Lafazanis.

Antes de esta nueva votación contra el pueblo del Congreso, Tsipras había intimado a estos diputados a mantener la disciplina parlamentaria y los acusó de “oponerse sin proponer alternativas”. La crisis política es clara y se profundiza. Muchos esperan que el partido finalmente se rompa y estos sectores más “de izquierda” se vayan luego del congreso de Syriza programado para septiembre. Pero la impotencia de esta “izquierda” de Syriza es tal, que luego de meses de haber sido parte del gobierno, de haber avalado la alianza con el conservador ANEL, el acuerdo firmado con la Troika en enero y las negociaciones posteriores, y el pacto con toda la derecha después del Referéndum, ahora ni siquiera son capaces de “bajar a la plaza” y enfrentar la represión junto a los que verdaderamente están luchando por hacer cumplir el mandato popular de NO más ajustes y recortes.

La crisis la pagan los capitalistas o la pagamos los trabajadores

Incluso es posible que el gobierno, después de haber hecho el “trabajo sucio”, deba convocar a elecciones anticipadas y renunciar. Lo que muy probablemente fortalecerá alguna variante por derecha después del golpe que significa para los millones que votaron por la “izquierda” y les terminó saliendo un gobierno ajustador peor que sus antecesores neoliberales. Ya vemos el triste papel que juegan los reformistas, tanto los que mienten diciendo que hacen lo “posible” como la mayoría de Tsipras y se transformaron en aplicadores de los dictados de la Troika, como los que dicen “mantener el programa de Syriza” pero se vienen negando a romper el partido y a enfrentar el ajuste más que con declaraciones y votaciones parlamentarias.

Una verdadera izquierda en Grecia, que pretenda ser parte e influir de manera revolucionaria en la difícil situación que atraviesa el pueblo trabajador, se debe poner en pie en base al enfrentamiento a las políticas de austeridad con los métodos de lucha de la clase obrera impulsando el frente único en las calles sin sectarismos. Sacando las conclusiones que se desprenden del balance de estos meses de gobierno de la izquierda reformista que demuestran que la negociación con los capitalistas solo lleva a mayores derrotas. De la misma manera respecto de las grandes luchas de la etapa previa donde los trabajadores con más de treinta huelgas generales se plantaron frente a los capitalistas y sus gobiernos pero no pudieron derrotarlos por falta de un programa claro de salida obrera a la crisis y de una dirección consecuente y decidida a llevar la lucha hasta triunfar.

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