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PODEMOS Y CAMINO POPULAR

El cachivache electoral de De Gennaro y Lozano

Después de apostar a la construcción del FAP desde 2011, Unidad Popular, el partido de Víctor De Gennaro y Claudio Lozano, llegó maltrecho de cascotazos para las próximas elecciones.

Miguel Raider

27 de junio 2013

El cachivache electoral de De Gennaro y Lozano

Después de apostar a la construcción del FAP desde 2011, Unidad Popular, el partido de Víctor De Gennaro y Claudio Lozano, llegó maltrecho de cascotazos para las próximas elecciones. A pesar de reconocerse chavistas, admitieron el pronunciamiento público de Hermes Binner a favor de Henrique Capriles, el líder de la derecha escuálida en Venezuela, apoyado por el imperialismo norteamericano. Toleraron que el gobierno de Santa Fe atacara a los docentes descontándoles días de huelga, mientras amparaba a la narco-policía del comisario Tognoli. Se callaron la boca ante los saqueos y la represión en los barrios pobres de Rosario a fines de 2012, del mismo modo que cerraron los ojos cuando la mafia de narcos, que con protección policial, se cargó a tres militantes del FPDS. Hicieron oídos sordos ante Gerardo Milman del GEN en su campaña permanente por “seguridad ciudadana”. Pero rompieron con el FAP por la incorporación a ese espacio del radicalismo. ¿Acaso Antonio Bonfatti, el delfín de Binner, no cogobierna Santa Fe en alianza con la UCR hace varios años?
Por este andarivel presentaron el frente Camino Popular en CABA junto a la corriente estudiantil Marea Popular, la que participó en el acto del 1° de mayo junto al Movimiento Evita y el ministro de Trabajo Carlos Tomada, amigo de Pedraza, principal responsable del asesinato de Mariano Ferreyra. ¡Menos mal que Marea se opone a la precariedad laboral! No casualmente esta corriente defendió en infinidad de ocasiones a los arribistas millonarios de La Cámpora contra su supuesta “estigmatización”. Cabe recordar que Lozano apoyó a las patronales rurales en el lockout de 2008 votando contra la Resolución 125, apoyada por los semikirchneristas de Marea. Todo un cachivache. A la hora de repartir cargos los progresistas suelen acomodar sus principios. El mismo Lozano saltó a la arena política de la mano de Fuerza Porteña, el viejo partido de Aníbal Ibarra, responsable impune de la masacre de República de Cromañón.
En la provincia de Buenos Aires presentaron el Frente Popular Democrático y Social, PODEMOS, con el MST y el PCR-CCC, destacando como candidata a diputada nacional a Marta Maffei. La ex burócrata de la CTERA fue la principal mentora que desactivó la gran lucha de los docentes que montaron la Carpa Blanca (durante 1000 días exigiendo el aumento del presupuesto educativo), llamando a votar al gobierno antiobrero de La Alianza a coro con los dirigentes de la CTA, los mismos que se negaron a movilizar durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 para defender “la gobernabilidad de De La Rúa”.
Como sus ex aliados del FAP, De Gennaro reivindicó “el nuevo liderazgo espiritual del papa Francisco por una Iglesia pobre para los pobres”, una capitulación vergonzosa ante un cómplice de la dictadura militar.
Después de cocer habas con diversas fracciones patronales, evidentemente este remanente de centroizquierda terminó asimilando todas sus mañas, divorciado de los intereses de las grandes mayorías obreras y populares.

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