El candidato del Partido Obrero, Néstor Pitrola, se reunió en Santa Cruz con el intendente de Río Gallegos, Héctor “Pirincho” Roquel y otros miembros del Comité Provincial de la UCR. El encuentro fue la respuesta a una carta de invitación de la “Honorable Convención” de la UCR local, firmada entre otros por el intendente Roquel y por el senador “Fredy” Martínez, para “la conformación de un Frente Cívico y Social en Santa Cruz”.

Hasta hace poco, en un artículo de Prensa Obrera del 10 de mayo titulado:”Santa Cruz pelea con todo por la victoria”, PO denunciaba que “El intendente de Gallegos posa de opositor a Kirchner y forma parte del operativo de la Iglesia y las fuerzas patronales de oposición a favor de un Frente Cívico” (PO 991). Ahora, el PO entregó a la “mesa de enlace” de la UCR la repuesta que Prensa Obrera del 17 de mayo publica con el sugestivo título de “Abramos la discusión” (PO 992).

Aunque la carta de PO se despacha contra algunas de las tropelías del partido radical en Santa Cruz (sólo desde el año ’94, y en lo que hace a su “colaboración” con el “modelo” kirchnerista), a renglón seguido le preguntan a la UCR: “¿ese Frente Cívico estaría dispuesto a tomar todas las medidas que llevarían al desmantelamiento del régimen de camarillas y de negocios, a dar satisfacción a los reclamos sociales y a establecer un régimen de representación política y de gobierno que ponga la gestión económica, social e institucional de la provincia en manos del pueblo que trabaja?”

Reprobado en táctica marxista

Si el Partido Obrero confesase que este coqueteo con el gorilismo histórico de la patagonia fue hecho con fines pedagógicos, una táctica de desenmascaramiento político, se lo debe declarar culpable por crimen de lesa docencia. En el mejor de los casos, con esto PO no enseña a nadie nada nuevo: sin duda hay muchos santacruceños que apoyan a la UCR, pero difícilmente haya sectores significativos que lo hacen porque la crean dispuesta a establecer un “gobierno que ponga la gestión económica, social e institucional de la provincia en manos del pueblo que trabaja”.

Ahora bien, supongamos que ese tipo de gobierno es la fórmula, por demás edulcorada, que encontró el PO para plantear al gusto del paladar radical el poder de los trabajadores. En ese caso, ¿es posible un acuerdo con un partido burgués para luchar por el gobierno de los trabajadores? Si PO entiende que no; quiere decir que no estaría dispuesto a llevar a cabo el frente por el programa que ellos mismos proponen. ¿Cómo puede plantearse una política que no se está dispuesto a llevar a la acción? No se propone un frente “cívico”, ni “democrático”, ni “antifascista”, ni “obrero y socialista” para no hacerlo. ¿Deberemos medir con esta misma vara a todos los llamados “unitarios” y “frentistas” del Partido Obrero?

Un 10 en oportunismo

Claro que existe otra posibilidad, pero eso empeora más las cosas: que ese “gobierno que ponga la gestión..etc, etc” que proponen a la UCR no signifique de ninguna manera un gobierno de los trabajadores, sino algo que podría, efectivamente, hacerse en común entre el intendente de Río Gallegos y el Partido Obrero, o sea un frente, y eventualmente un gobierno, de colaboración de clases (un frente popular).

Este parece ser, en realidad, el verdadero contenido del planteo escrito en la carta de PO a la UCR: “El pueblo está construyendo un frente masivo en las calles; nuestro esfuerzo está dirigido a que asuma la mejor expresión política. Para realizar el conjunto de estas reivindicaciones reclamamos la entrega del gobierno de la provincia a una Asamblea Constituyente electa y soberana”. Es decir, dado que se le propone a la UCR es un frente de conciliación de clases para impulsar una Asamblea Constituyente, lo que, por si fuera poco, redundaría en una Asamblea Constituyente completamente amañada y restringida, no parida por la movilización de los trabajadores que disloque el actual régimen político en Santa Cruz sino salida de sus propias entrañas.

Miles de docentes ya se enteraron, porque leen los diarios, que la UCR impulsa a Lavagna a nivel nacional y que en la provincia eso significa una alianza con Arnold quien fuera vice gobernador de Kirchner. La tarea es denunciar implacablemente esto ante los trabajadores y ayudar a desarrollar las tendencias incipientes hacia su independencia política, impulsar las organizaciones de frente único obrero de masas que sean capaces de imponer con la lucha su propia salida, a la vez que plantear el debate de la formación de un partido propio de la clase trabajadora.