El PJ de Puerto Madero está en marcha. Desde las oficinas de ese lujoso emblema del menemismo y los años ‘90, Néstor Kirchner rearma el partido que aplicó la devaluación luego de la crisis de 2001 y hoy impone el techo al reclamo salarial por debajo de la inflación. El regreso de Lavagna al PJ coincide con el nuevo acercamiento de Cristina Kirchner a los EE.UU.. Lavagna, dicen en el gobierno, aportará en la negociación con el Club de Paris, es decir en el desembolso de la deuda pendiente a los usureros internacionales. La Unión Industrial Argentina y los grandes empresarios extranjeros aplauden el acercamiento y colocan a sus gerentes en puestos de gobierno como el directivo de Peugeot en la Embajada de Francia o el de Iveco como Secretario de Industria. Después de hablar de “renovación” de la política, Kirchner rearma el viejo PJ y su aparato de punteros junto a la cúpula de dirigentes millonarios de los sindicatos. Los trabajadores necesitamos nuestro propio partido.