El sábado 3 de agosto un grupo de compañeros realizamos una visita al Barrio San Pablo de El Talar de Pacheco; y caminando por el barrio donde las promesas políticas que han quedado truncas se podían ver en cada cuadra, en cada “construcción abandonada”, nos encontramos que el comentario más común era en repudio a la política del Intendente Massa, al voto por “algo” a cambio, y también a todas las “campañas políticas” que llegan al barrio prometiendo cosas efímeras que nunca llegan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y que provoca en ellos un desencanto y enojo con la “política”, política oficialista que solo pone “parches” en épocas electorales, ellos necesitan que se arreglen sus problemas, ser escuchados, que se trabaje desde ellos y para ellos; en palabras de un vecino “Nosotros somos los negros, ahora nos ven rubios y de ojos celestes”. Este sábado entramos con el Frente de Izquierda para que los vecinos puedan conocer nuestra propuesta política “desde y para la clase trabajadora”; encontramos vecinos de todas las edades receptivos a la propuesta del FIT, con ganas de hablar, de reunirse para poder conocer esta alternativa diferente de la que están acostumbrados, muchos mostraron su entusiasmo, charlamos abiertamente con varios de ellos.

«se gane o se pierda hay que seguir yendo a informar y organizar a la gente, no sólo en épocas electorales, porque la gente ya está cansada de promesas, sé que no lo vamos a cambiar de un día para el otro, se cambia en hechos, así la gente se da cuenta por sí sola que somos distintos»

Como afirmó Raúl Godoy (Zannon) «No les queremos regalar la conciencia de ningún trabajador, de ningún joven a estos partidos capitalistas», esa es nuestra gran tarea, en palabras de un compañero: «se gane o se pierda hay que seguir yendo a informar y organizar a la gente, no sólo en épocas electorales, porque la gente ya está cansada de promesas, sé que no lo vamos a cambiar de un día para el otro, se cambia en hechos, así la gente se da cuenta por sí sola que somos distintos».

Caminando sus calles, donde la realidad se muestra sin disimulo, donde no se la puede negar, ni mucho menos darle la espalda, porque esa realidad implica nada más y nada menos que la vida de seres humanos, allí es donde se debe dar la lucha revolucionaria, la lucha que con alegría desmesurada, la unión de los trabajadores y el corazón en mano transformará las conciencias.