Los trabajadores de los aeropuertos estamos acostumbrados a las divisiones que nos imponen los burócratas sindicales. No conformes con dividir la fuerza de los trabajadores en 8 gremios aeronáuticos distintos, estos dirigentes que en su mayoría no trabajan desde hace décadas, no dicen una sola palabra frente a las denigrantes condiciones de trabajo que sufren los compañeros que limpian los aviones, los hangares y los baños.

Ni siquiera son capaces de organizar medidas de fuerza que involucren a los trabajadores de todas las empresas donde el gremio está presente. En Aerolíneas Argentinas la paritaria salarial está vencida desde hace meses y la patronal K de La Cámpora redujo 30 minutos los tiempos de descanso. Pero Edgardo Llano de APA-CTA es incapaz de llamar a un plan de lucha unificando esos reclamos con los que tenemos los compañeros del resto de las líneas aéreas, que en el caso de LAN es la efectivización de todos los contratados.

En los principales aeropuertos de Buenos Aires hay una corriente que une en su seno lo que los empresarios y los burócratas quieren mantener dividido. En la Agrupación El Despegue es donde se encuentran los trabajadores de la rampa con los de limpieza, los de cargas con los de control, los de Aerolíneas con los de LAN. Donde los efectivos y los tercerizados dan pasos codo a codo para cambiar las agraviantes condiciones de los más explotados de los aeropuertos. Trabajadores que cobran un tercio del sueldo de un trabajador efectivo. Compañeros que sufren graves enfermedades o mueren como el caso de un compañero de Pertenecer (la empresa encargada de la limpieza de los aviones de Aerolíneas Argentinas) por trabajar con productos tóxicos sin la más mínima protección. Donde los trabajadores que faltan por las enfermedades que les provoca el trabajo pierden el presentismo.

Somos parte de la corriente del sindicalismo de base que vive en las fábricas de la alimentación y en los túneles del subte. Por eso, en la reunión que la agrupación realizó el viernes pasado, discutimos convencer a la mayor cantidad de compañeros posible de la necesidad de participar y fortalecer la cita que el polo de los trabajadores clasistas nos daremos en la Conferencia del 8 de julio. De la importancia de promover la extensión de la corriente que se juega a unir la fuerza obrera. Que se juega no sólo por los trabajadores más explotados si no por los compañeros que ni siquiera tienen empleo. De los trabajadores de la izquierda clasista que nos planteamos la necesidad de que la clase obrera tengamos nuestra propia herramienta y alternativa política. De los que queremos darnos una estrategia para lograr una sociedad distinta empezando por defendernos de los ataques que preparan los empresarios y el gobierno para hacernos pagar la crisis. Aprovechar esa jornada de reflexión obrera para consolidar la fuerza y las ideas que nos permitan enfrentar exitosamente a dirigentes/directivos como Mariano Recalde que cobra $ 65.000 en Aerolíneas Argentinas y es el “jefe” de los que tenemos que vivir un mes con lo que él cobra en 2 días. Los compañeros y compañeras del Despegue vamos a llevar la invitación a la Conferencia a cada sector de los aeropuertos, impulsando asimismo una gran campaña por el fin de las tercerizaciones y la precarización laboral, por el pase a planta de todos los compañeros y por mejores condiciones de trabajo.