Este miércoles 3 se realizó un paro en toda la provincia en repudio a la ocupación policial del Hospital Regional de Santiago del Estero, y para exigir, además, la reincorporación de los 33 cesanteados, el archivo de los 150 sumarios, y el cese de la escalada represiva contra los trabajadores. Distintas organizaciones gremiales del resto del país se solidarizaron con esta medida adhiriendo a la misma.

El conflicto comenzó hace más de seis meses, debido a que el 70% de los trabajadores de la salud de la provincia se encuentran precarizados. Médicos, enfermeros y administrativos reclaman aumento salarial y denuncian la falta de insumos. En la provincia se pagan los salarios más bajos del país en el sistema público de salud.
De los ocho mil trabajadores del sistema, 5600 se encuentran en condiciones de precarización laboral. Ninguno de éstos tiene un ingreso que alcance el salario mínimo de 1.500 pesos. Más de 4.000 enfermeras, administrativos y técnicos cobran 660 pesos al mes, valor que los pone por debajo de la línea de indigencia. Miryam Elall, licenciada en enfermería y delegada gremial del Hospital Regional, nos dice: “en agosto del 2009 comenzamos a reclamar por mejoras laborales, de a poco se sumaron a la lucha los hospitales del interior y realizamos marcha de 12 mil personas, mientras que el gobierno provincial organizaba contramarcha, pagando $200 a cada persona para que asistan. Mientras tanto, se sigue negando a atender nuestros reclamos, prefiere comprar “voluntades”. Desde el 1° de Enero tenemos más de 200 policías metidos en el Hospital Regional, la semana pasada nos arrancaron los carteles en los que convocábamos al paro. Nos comenzamos a organizar como autoconvocados, porque la mayoría al estar precarizado no pertenece a ninguna organización…”

Autoconvocados

En este último mes el conflicto se profundizó. En el hospital más importante de la provincia, Hospital Regional Ramón Carrillo, el director Víctor Trejo presentó su renuncia junto a otros jefes de servicios. Por su parte, los trabajadores, desde su organización Autoconvocados, declararon el paro por tiempo indeterminado. Todos los hospitales de la provincia se plegaron a esta medida, garantizando la atención de los pacientes internados y las guardias mínimas. La respuesta del gobernador radical K, Gerardo Zamora, fue el descuento salarial a los trabajadores en lucha, despidos y la detención de dos médicos. ¿Los motivos? Los mismos que siempre esgrimen cada vez que los trabajadores de la salud reclaman por sus derechos: “abandono de persona”. Gerardo Zamora y los directivos de ATSA (gremio de la sanidad al que pertenecía el paciente) no dudaron en usar una muerte - que no tuvo que ver con las medidas de los trabajadores de la salud - para intentar quebrar la huelga. No lo lograron. El conflicto tomó un carácter nacional.

Durante seis meses el gobierno provincial trató de desgastar esta lucha: en este tiempo los trabajadores debieron soportar sumarios, amenazas de la policía, descuentos salariales. Los trabajadores lograron que su lucha sea divulgada en algunas medios, donde se pudieron ver las aberrantes imágenes de estos hospitales abandonados por la administración gobernante, pacientes hacinados rodeados de cucarachas, falta de insumos, de limpieza, infraestructura obsoleta. El Hospital Añatuya recientemente inaugurado por Cristina Kirchner y Gerardo Zamora (que ha costado 25 millones de pesos) está absolutamente desprovisto de insumos, con falta de personal porque ya nadie quiere aceptar las condiciones laborables inadmisibles que proponen, que van de un contrato de locación sin régimen de licencia, ni aseguradora de riesgo de trabajo, ni Obra Social, ni jubilación.

Esta lucha muestra mucho más que un reclamo de aumento salarial. Denuncia que el sistema de salud de la provincia está en ruinas, y que lo que está ocurriendo en Santiago del Estero es común a cualquier provincia. El único interés de los gobiernos nacional y provinciales es achicar el gasto público y mantener el sistema de salud privado.
En este marco de situación, el presupuesto nacional de salud para el 2010 prevé la disminución de 500 millones de pesos. Esto significa un descenso del 20% en términos reales y una caída en la participación de la salud en el presupuesto nacional del 0,4%, pasando del 2,5% al 2,1% del total.

Conquistar una atención pública gratuita y de buena calidad se torna una tarea ineludible para los trabajadores y sectores populares. Desde el PTS y sus militantes en el gremio de la salud nos solidarizamos con los compañeros de Santiago del Estero, y nos comprometemos a seguir difundiendo su lucha.