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Internacional

Egipto: el Ejército cede ante la huelga de los trabajadores textiles

A pesar de la dura advertencia de la junta militar sobre el "daño que representan para la economía", los trabajadores de Egipto mantienen huelgas y protestas.

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24 de febrero 2011

por Juan Gallardo

A pesar de la dura advertencia de la junta militar sobre el "daño que representan para la economía", los trabajadores de Egipto mantienen huelgas y protestas.

Las luchas obreras continuaron y se profundizaron alentadas por el sentimiento de triunfo tras la caída de Mubarak. Sus demandas van más allá de las meramente salariales e incluyen el fin de los maltratos en las fábricas y lugares de trabajo como así también la renuncia de los burócratas sindicales que eran leales a Mubarak.

Más de 15.000 trabajadores de la Compañía Hilos y Tejidos de Egipto (la mayor fábrica del país, que emplea a 24.000 personas en la ciudad industrial Al-Mahalla) llevaron a cabo una huelga y manifestación frente a la planta desde el 16/2, que terminó en un importante triunfo.
Los trabajadores de la empresa textil se venían negado a poner fin a su protesta hasta que se vea satisfecha su demanda principal que consistía en la destitución del director de la empresa, Fuad Abdel Alim, acusado de corrupción.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que está a cargo del gobierno de Egipto, había anunció la semana pasada duras represalias contra los trabajadores con el argumento de que “no permitirá la continuación de tales actos ilegales que constituyen un peligro para la nación y se enfrentará a ellos tomando medidas legales para proteger la seguridad de la nación”.

Sin embargo las Fuerzas Armadas tuvieron que retroceder ante los trabajadores de Al-Mahalla que constituyen un sector estratégico de la economía. La industria textil ocupa al 48% del total de la fuera laboral del país y la ciudad industrial fue escenario de protestas y levantamientos en 2006 y 2008.

Según el diario Los Angeles Times, “Alarmados por la protesta en una ciudad industrial con una larga historia de luchas obreras, los líderes militares habían amenazado inicialmente con utilizar la fuerza para detener la huelga en el complejo, propiedad del gobierno. Sin embargo, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas estuvo rápidamente de acuerdo en aceptar algunas demandas de los trabajadores”. (http://www.latimes.com/news/nationworld/world/la-fg-egypt-labor-20110224,0,3181466.story)

En una importante victoria, los trabajadores consiguieron la destitución del director de la empresa, un aumento del 25% en el salario mensual y el pago de los días de huelga.

Como señala el diario, “Los militares claramente no quieren más conflictos laborales en esta fábrica debido a su potencial efecto dominó”. Es que desde que comenzó el actual movimiento diferentes sectores obreros participaron de las manifestaciones en el interior y en la misma capital: trabajadores petroleros, administrativos, ferroviarios y bancarios, entre otros, que pueden ver en la lucha de los textiles de Al-Mahalla un ejemplo a seguir.

Junto al proceso de huelgas se ha venido desarrollando también una incipiente organización sindical independiente de la vieja burocracia adicta al régimen de Mubarak que mantuvo la opresión y la prohibición del derecho a huelga sobre los trabajadores durante 30 años. Como parte de esta reorganización, la Central Sindical Independiente recientemente fundada ha publicado una declaración el 20/2 donde entre otras demandas piden la renacionalización de las empresas privatizadas, la libertad de organización sindical y el derecho a huelga y la disolución de la Federación Sindical burocrática. (http://www.ft-ci.org/article.php3?id_article=3532%3Flang%3Des)

A pesar de las amenazas de los militares, las acciones de los trabajadores parecen estar lejos de haber terminado. Los levantamientos de 2006 y 2008 , como así también la intervención obrera antes, durante y después de la caída de Mubarak, junto con el reciente triunfo en la fábrica de Hilos y Tejidos, son un importante antecedente y una muestra de la vitalidad de la clase obrera.

Como decía uno de los trabajadores al corresponsal de Los Angeles Times “La revolución todavía continúa (...) si los militares no cumplen su promesa, entonces tendremos que volver a la huelga".

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