Si hay algo que los gráficos de Donnelley hicimos con mucha ofensiva en las PASO, fue militar la campaña del FIT y salir a ganar votos. Ahora el gran desafío es llegar con la campaña a las grandes concentraciones obreras de la Zona Norte. En las asambleas obreras del FIT de la semana pasada nos pusimos de acuerdo en hacer un trabajo conjunto desde las agrupaciones obreras y antiburocráticas para llegar a otras fábricas y nuestro gran desafío está en frente nuestro, La Ford. El martes a las 15 horas hicimos nuestra primera agitación. Los obreros no sólo recibían con simpatía nuestros materiales sino que muchos se acercaban a pedirnos.

En una reunión donde hicimos el cronograma diario de todas las agitaciones que íbamos a hacer discutimos cómo en nuestra fábrica dimos la lucha por ganar la conciencia de nuestros compañeros y esa fue la mejor batalla ganada que nos garantizó la unidad y organización para todas nuestras conquistas. Ahora, mientras seguimos dando las batallas cotidianas, tenemos la oportunidad de salir a ganar una conciencia política de independencia de clase, y sentar las bases para la construcción de un partido de la clase trabajadora. Esa es la fuerza que nos mueve a salir con todo a militar esta campaña.

El miércoles 16 por la noche dimos otro paso importante: una delegación conjunta de compañeros de Kraft y Donnelley fuimos a la puerta de Ford haciendo llegar a los trabajadores de la terminal las propuestas del FIT. Muchos de ellos decían que nos votaron, y que volverán a hacerlo. Nos fuimos entusiasmados: por la buena onda de los otros trabajadores, y porque la militancia política entre obreros gráficos y de la alimentación se mostraba en acción.