Van 36 días de lucha docente con todo tipo de iniciativas y enfrentando los ataques a nuestro salario y condiciones de vida. Ante la crisis esto empeora, por eso los trabajadores de la educación no estamos solos en la pelea, también están los compañeros de ATEN y ZANON, cuya lucha simboliza un ejemplo de solidaridad y unidad de clase.

Esta enorme fuerza y el nivel de acatamiento al paro y el sacrificio de miles de compañeros que día a día sostenemos el corte de ruta en Chichinales es histórico. Sin embargo la dirigencia provincial y de algunas seccionales ha planteado que “este plan de lucha no da para más”. Nos preguntamos: ¿no da para más o la dirigencia no quiere seguir luchando?

El gobierno quiere que volvamos con la cabeza baja a las escuelas y que aceptemos las condiciones que quieren imponernos: descuentos de los días de paro si no “garantizamos” los 180 días de clases y aceptar un aumento de 200 pesos en negro que no se acerca al valor de la canasta familiar y tampoco a la propuesta salarial que el Congreso de Bolsón votó como punto de partida para negociar.

Por todo esto, no podemos permitir que el gobierno logre su objetivo, porque él sabe que no solo disciplina a los trabajadores de la educación sino también a todos los otros sectores de trabajadores que salgan a luchar.

Al cierre de esta edición ya han sido cinco seccionales las que hemos votado por mayoría absoluta el rechazo al fallo del Tribunal Superior Judicial de Río Negro (notificación recibida el lunes 30) y de la propuesta hecha por el gobierno. Una vez más los miles de trabajadores de la educación le decimos NO al gobierno de Saiz.

El futuro de este conflicto lo tenemos que tomar en nuestras manos; profundizar el corte de ruta en Chichinales y para semana santa realizar cortes en los principales puntos del turismo. Tenemos que poner en pie una coordinación real con otros sectores y parar la provincia para que este gobierno sepa que no nos va a doblegar.

Que la conducción central y de todas las seccionales exijan a la CTERA un paro nacional, como hemos votado en la asamblea de Cipolletti y Bariloche.