Caleta Olivia (Corresponsal). Al cierre de esta edición, pudo saberse que el centenar de desocupados habían elaborado un petitorio de cinco puntos dirigido a las compañías petroleras y a las autoridades provinciales, solicitando básicamente que no se judicialice la protesta y que se les otorgue trabajo genuino con un inicial "sustento económico" por capacitación que implique una cifra mensual comparada al convenio que rige para los trabajadores petroleros.
De acuerdo a los informes obtenidos por este diario, ese petitorio respondería a una nueva nota que elevó Termap al juez de Instrucción Marcelo Bailaque, solicitándole que dé curso a la disposición de desalojar la planta.

Llega Pitrola

Si el clima social estaba ya caldeado por el arribo de Ovidio Pepe, uno de los lugartenientes de Raúl Castells, es probable que se profundice esta situación ya que se anuncia para hoy a las 10.00 la llegada del máximo dirigente nacional del Polo Obrero, Néstor Pitrola, quien lo haría junto a manifestantes de esa agrupación que residen en Comodoro Rivadavia.
Parte de la comunidad caletense comenzó a repudiar la llegada de dirigentes nacionales activistas. Una de los sectores que se expresó fue la Rama Femenina del Partido Justicialista quienes, si bien consideran que puede ser justo el reclamo de los desocupados, no contempla la toma de instalaciones como Termap ya que es un riesgo para la sociedad y además rechazan de plano la visita de dirigentes foráneos en una problemática santacruceña.

Difusión nacional

La postura de los piqueteros pareció verse fortalecida por la llegada de varios equipos periodísticos que pertenecen a medios de alcance nacional, entre ellos Todo Noticias, Telefé y Diario Clarín. El martes por la noche, la llegada de los canales televisivos fue recibida con un cántico de protesta hacia los gobiernos nacional y provincial, además de las petroleras.
Inicialmente, en esa misma jornada se pensaba que el conflicto iba a llegar a su fin, pero solo los desocupados "dialoguistas" aceptaron la propuesta de un sustento económico que tenía un piso de 600 pesos mensuales. 
Las exigencias de los piqueteros duros o "disidentes", son algo más altas porque reclaman una suma del convenio petrolero que supera los 800 pesos.
La tensión también se irradió hacia otros segmentos comerciales a tal punto que trascendió que el Casino local mantiene cerradas sus puertas en horas de la tarde ya que existe un antecedente de invasión a una sala de juegos similar en el Chaco por parte de piqueteros de Castells y por otro lado trascendió que había un alerta en supermercados.

"Ninguna propuesta laboral"

Pese a versiones periodísticas que daban cuenta de que los manifestantes habían rechazado una oferta laboral de las empresas, voceros de los desocupados desmintieron esa información y dijeron que "eso nunca existió" y que "a la planta de Termap no llegó nada concreto". 
Ayer, los desocupados ‑que piden 115 puestos laborales en la actividad petrolera‑, se impregnaron de optimismo al trascender que las operadoras les harían llegar "una seria propuesta laboral".
El ofrecimiento que consistía en "trabajo en blanco para todos" con "un sueldo básico de 600 pesos" fue aguardado ayer por los desocupados, aunque ‑según aseguró Jorge Mansilla, uno de sus voceros‑ "nunca llegó y encima dicen que nosotros los rechazamos, cuando eso no es verdad".
"Acá no hubo ninguna propuesta y lo vamos a tomar en serio cuando venga alguien de las petroleras y se siente a negociar con nosotros, pero desde ya, que se olviden de subsidios o trabajos temporarios. Queremos empleo genuino con obra social", afirmó.
Mansilla dijo que "tampoco vamos a aceptar sueldos por hacer cursos", en obvia alusión al otro grupo de desocupados denominados "dialoguistas", que ayer sí aceptaron una oferta de capacitación rentada de 700 pesos para luego ingresar en la actividad laboral.
"La planta sigue tomada y hasta que no vengan las empresas con una oferta de trabajo concreta, firmada y avalada por las autoridades comunales y provinciales, de acá no nos movemos", dijo el vocero de los desocupados, quien es profesor de computación.
En cuanto a la presencia de Ovidio Pepe, integrante del MIJD, que lidera Raúl Castells, Mansilla dijo que "si vienen a solidarizarse" eso sería "bárbaro" pero señaló que eso no sería así si vienen a "hacer política" con las necesidades de los desocupados que desarrollan la protesta. 
"Que la gente no nos cuelgue el San Benito de que somos partidarios de Raúl Castells o del Polo Obrero. Acá somos del partido de los trabajadores nada más", se quejó Mansilla.
La presencia de Ovidio Pepe en Caleta Olivia y sus posteriores declaraciones a la emisora local FM Inolvidable causó estupor en esa comunidad cuando minimizó el riesgo de que explote un tanque de crudo: "Más me preocupa que explote el pueblo argentino", dijo.
Los conceptos de Pepe fueron ampliamente rechazados por la comunidad caletense y, según trascendió, algunos ciudadanos anticiparon que harían una presentación ante la Justicia por esas afirmaciones. 

Escrache en Buenos Aires

Los piqueteros liderados por Raúl Castells marcharon ayer a la Casa de Santa Cruz para respaldar a los desocupados, que mantienen ocupada desde hace 10 días la planta petrolera, en Caleta Olivia, en reclamo de puestos de trabajo.
Los militantes del MIJD se concentraron a partir de las 10 en la estación de trenes de Constitución y una hora después marcharon a la Casa provincial.
En 25 de Mayo 279, los desocupados expresaron su solidaridad y apoyo a la lucha del grupo de santacruceños que desde hace 10 días ocupan la empresa Terminales Marítimas Patagónicas (Termap) en reclamo de puestos de trabajo. Antes de arribar a la Casa de Santa Cruz, los piqueteros pasaron por el Ministerio de Justicia y Seguridad para exigir la libertad del periodista chaqueño Luis Michelli y del dirigente social Carlos Fernández. 
Fue la primera vez que la gente de Castells se movilizó al edificio de Sarmiento 329, que desde la semana pasada ocupa el ministro Horacio Rosatti. La jornada de protesta del MIJD culminó frente a la Legislatura porteña, donde junto a otras organizaciones sociales y sindicales, rechazaron "el represivo" Código de Convivencia Urbana, que comenzó a tratarse en particular.