logo PTS

Nacional

Desnutrición infantil en Misiones

La obligada siesta misionera crujió. En apenas una semana la provincia fue sacudida por la muerte de 3 pibes con cuadros severos de desnutrición infantil. Dos chicos de 2 y 4 años de la localidad de Apóstoles y una beba de 15 meses de Montecarlo (un caserío olvidado de 60 familias con 40 chicos desnutridos) perdieron la vida por causas evitables.

Miguel Raider

4 de noviembre 2010

Desnutrición infantil en Misiones

La obligada siesta misionera crujió. En apenas una semana la provincia fue sacudida por la muerte de 3 pibes con cuadros severos de desnutrición infantil. Dos chicos de 2 y 4 años de la localidad de Apóstoles y una beba de 15 meses de Montecarlo (un caserío olvidado de 60 familias con 40 chicos desnutridos) perdieron la vida por causas evitables.

Pero el escándalo sobrevino cuando el mismo gobernador kirchnerista Maurice Closs admitió que más de 6.000 chicos padecen de desnutrición, de los cuales poco más de 1.300 presentan cuadros más que complejos, muchos irreversibles.

La avalancha de críticas no se hizo esperar, más allá de que el gobernador intentó justificar lo injustificable, agravado por las revelaciones del Ministerio de Salud Pública de la provincia, que desconocía el número de chicos fallecidos por desnutrición, dado que ese dato no se dejaba asentado en los respectivos certificados de defunción (Clarín, 26/10).

Después de cerrar una unidad hospitalaria de desnutrición infantil aguda por “no ser necesaria”, Closs implementó en junio el plan asistencial Hambre Cero, un programa basado en un sistema de padrinos que visitan regularmente a los niños para comprobar su estado de aptitud física.

Precisamente, uno de los chicos fallecidos tenía por padrino a un periodista conocido que más allá de los esfuerzos no pudo evitar su muerte. Con justa razón los médicos de la provincia aseguran que el plan es sólo “propaganda”.

El plan Hambre Cero está dirigido a los casos más críticos de desnutrición, pero como denuncian los vecinos de Montecarlo, ninguno de sus potenciales beneficiarios, a pesar de haberles detectado síntomas notables, fueron registrados en dicho plan. Como si fuera poco, las autoridades analizan la posibilidad de judicializar los casos de extrema falta de contención familiar, condenando a los padres por la política criminal del estado provincial. Una provocación sin anestesia.

El ministro de Salud Pública nacional Juan Manzur no quiere olas, y mucho menos con las estadísticas de salud. Serio dolor de cabeza le trajeron cuando fue ministro de Salud en Tucumán y las denuncias arreciaban sobre la manipulación de las tasas de mortalidad infantil al no registrar las defunciones de los bebés con menos de 500 gramos.

La pobreza estructural es la principal causa de la desnutrición infantil en una provincia donde un puñado de empresarios embolsa la riqueza que arrojan los grandes yerbatales. Mientras, miles trabajan por temporada de tareferos a cambio de un salario miserable, seguidos de desocupación y con suerte alguna changa. La dieta básica de las familias más humildes consiste en reviro, un potaje de agua con harina, sal y aceite, que sabe a polenta quemada; un paliativo del hambre, aunque vacío de cualquier tipo de nutriente. El mismo retrato que hace más de 90 años trazó el escritor Horacio Quiroga. Después de Chaco (gobernada por el kirchnerista Jorge Capitanich), Misiones bate todos los récords en desnutrición crónica. Sin embargo, el fenómeno trasciende los límites de esas provincias, pues como estimó el titular de Red Solidaria, Juan Carr, la mortalidad por desnutrición en menores de 6 años en todo el país afecta anualmente entre 6.000 y 8.000 niños (La Nación, 26/10). En un país que produce alimentos para 400 millones de personas, la desnutrición sólo puede explicarse por la avidez y la codicia de los grandes capitalistas.

Entre las ironías macabras, algunos misioneros rezaban para que el gobierno desistiera de “profundizar el modelo”, ¡acaso no son suficientes tres pibes muertos!

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: