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20 de diciembre en Plaza de Mayo

Derrota política del gobierno

29 de diciembre 2003


A dos años de aquel 20 de diciembre donde el pueblo se adueñó de las calles, la Plaza de Mayo recibió a decenas de miles de compañeros. No hubo medio de comunicación que no se viera obligado a destacar su superioridad numérica en comparación con los actos de los semi-oficialistas de Barrios de Pie y la Verón (7000) y el mitin de la CCC (2500), que también estuvieron en Plaza de Mayo, entre el mediodía y las primeras horas de la tarde. D’Elía, el alcahuete de Kirchner, fue a Atlanta el día anterior con una escasa concurrencia. Esta proporción se repitió en las principales ciudades del país, demostrando que los movimientos de lucha y la izquierda somos una importante fuerza con poder de movilización.
El acto de Plaza de Mayo no fue un acto más. En un contexto de una campaña furiosamente maccartista contra la izquierda y los movimientos piqueteros combativos, se convirtió en la única tribuna contra al gobierno de Kirchner. Desde un mes atrás, el discurso contra los llamados "piqueteros duros" fue creciendo, sumando a la Iglesia, a los medios de comunicación y a sectores de la burguesía "nacional" como la UIA que directamente pasaron a pedir represión. A pocos días del acto, el mismo Kirchner señaló a las organizaciones de izquierda como "sectores que le hacen el juego al establishment", "deslegitimados políticamente". La presencia de miles en Plaza de Mayo fue una respuesta al gobierno, más que contundente.
La importancia política del acto fue también corroborada de manera siniestra en el atentado fascista perpetrado por sectores que buscaron montar una provocación. Pero a pesar del impacto y de los heridos, la Plaza siguió siendo de la multitud derrotando el deseo de quienes hubiesen esperado una desbandada (ver nota en contratapa).
Kirchner debió desandar los pasos con que intentaba atribuirle la responsabilidad del acto criminal a los propios movimientos de desocupados. El importante frente único de organizaciones que manifestó contra el atentado, al día siguiente, y el resultado de las pericias policiales, dieron por tierra con el intento de los funcionarios de echarle la culpa a los piqueteros. La CTA tuvo que pronunciarse en contra e incluso Barrios de Pie y la CCC –más tardíamente- tuvieron que sumarse a la campaña unitaria por el esclarecimiento del atentado.
Esta respuesta más las advertencias del diario La Nación (21/12) sobre una posible escalada de violencia política, que radicalice aún más a sectores militantes de los movimientos de lucha empujó a Kirchner a tener que cambiar el rumbo, para no someterse a un desgaste de su poder. El gobierno debió enterrar, no solo su "hipótesis" del autoatentado sino también acallar su campaña "antipiquetera".
Un estado en crisis
El atentado en Plaza de Mayo es una manifestación más de la crisis estatal. Acompaña al escándalo de las coimas en el senado, la crisis de la "seguridad" y la podredumbre de las mafias policiales y políticas. La acción terrorista contra los manifestantes en la Plaza, muestra la perdida del control y del monopolio de la violencia contra los explotados por parte del estado. Para un gobierno de una facción pequeñoburguesa con poco poder propio dentro del peronismo, cuya pretensión es la de recomponer la autoridad y legitimidad democrática en crisis luego del que se vayan todos, es un duro golpe.
Kirchner es un presidente surgido de la debilidad, intentando suplir con un discurso "progresista" y medidas de tibio corte renovador su fragilidad de origen; mientras ejerce el poder político en alianza y negociación con el duhaldismo, que carece de credibilidad entre la población –por ser una sumatoria de elementos mafiosos- para ejercerlo con sus propias manos. Recientemente el ex presidente y su esposa intentaron desmarcarse del aparato bonaerense para no quedar atrapados en una puja que dé por tierra con las aspiraciones políticas de la familia Duhalde. Más allá de la impostura de autoridad sobreactuada por el estilo K, la crisis orgánica y la debilidad del estado burgués emergen cotidianamente al ritmo de distintos acontecimientos.
Dualización de la sociedad
En los actos del 20 de diciembre la clase media y los asalariados estuvieron prácticamente ausentes. La Argentina de los 6 millones con problemas de empleo, entre desocupados y subocupados, y de más de la mitad de la población bajo la línea de pobreza convive con sectores medios y de la baja burguesía que volvieron al consumo y al individualismo. La alianza del "piquete y cacerola" que sectores de las capas medias habían tejido en las calles junto a los desocupados durante las jornadas de 2001, está altamente resquebrajada. Es sobre los sectores sociales que anhelan calma y estabilidad, donde Kirchner avanza recomponiendo una base de apoyo y legitimación. Cuenta también con la pasividad conservadora de los grandes sectores concentrados de la clase trabajadora ocupada, que atemorizada aún por la desocupación y atenazados por la burocracia sindical contemplan pasivos la situación de sus hermanos de clase.
La política del gobierno se basa en ahondar la brecha de una sociedad fragmentada y dualizada. La alianza obrera y popular que el 20 de diciembre del 2001 supo terminar con un presidente y acosar a la casta política obligándoles a esconderse, es el fantasma que persigue el sueño de los funcionarios del viejo régimen. De ahí su obsesión por disolverla. Lo que temen los capitalistas es un reanimamiento en las luchas de los asalariados que empalme en un movimiento común con los desocupados. Está planteado, el frente único de las organizaciones obreras, piqueteras, asambleístas y de derechos humanos se impone para exigir el castigo a los culpables del atentado terrorista contra los que manifestamos en la Plaza. La lucha por la anulación de la reforma laboral, una de las banderas enarboladas el 20 de diciembre en Plaza de Mayo, por el trabajo genuino y el salario, construyendo coordinadoras que unan a ocupados y desocupados, tiene que ser la orientación de las organizaciones obreras y piqueteras, con el objeto de recomponer la fuerza social de la clase obrera y el pueblo, derrotando los intentos del peronismo y los capitalistas por desorganizarla. Junto a la acción común es necesario desarrollar un amplio debate de políticas y estrategias entre las fuerzas militantes de la vanguardia luchadora.
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La composición del acto y las lecturas de la izquierda
En la Plaza de Mayo, diversos oradores señalaron la vigencia del llamado Argentinazo por la persistencia de las demandas que en algún momento constituyeron sus causas. Pero aquí es necesario señalar que pese a que el Acto mostró una fuerza con capacidad de movilización contra el gobierno, el mismo está aislado del conjunto del movimiento de masas y con una gran debilidad aún para establecer nuevos lazos de solidaridad y lucha que recompongan plenamente la alianza obrera y popular.
Fue Marcelo Ramal de PO quien asimiló la continuidad de las Jornadas de diciembre con el estadío actual del "desarrollo y crecimiento del movimiento piquetero, como alternativa a este gobierno (...) Ese movimiento que hoy es vocero de todos los explotados. Y es por eso que están aquí los ahorristas confiscados, que se han hecho piqueteros, y por eso están aquí los deudores hipotecarios, que se han hecho piqueteros, y por eso está aquí la clase obrera ocupada que sale a luchar por su salario con los métodos piqueteros."
Más allá de la masividad del acto, su composición, estuvo lejos de ser la representación de todos los explotados. Era notoria la escasa presencia de asambleístas, estudiantes y sectores asalariados. Si desde el punto de vista de la composición es forzada intencionalmente la afirmación de PO; el argumento según el cual el movimiento piquetero es el "vocero político de los explotados" es también irreal y no da cuenta de la situación de los trabajadores y el pueblo, sobrevalorando la importancia e influencia de los piqueteros.
En primer lugar porque la clase obrera ocupada no atraviesa una fase de ascenso en sus luchas sino un estado de expectativas en el gobierno, y cierto clima de recomposición de las demandas por el salario y las condiciones de trabajo empiezan a crecer. En segundo lugar porque un programa por más completo y radical que sea en la formulación de sus consignas no puede sustituir mágicamente la acción del movimiento real. El programa enarbolado en la Plaza, donde el llamado a luchar por la anulación de la reforma laboral tendía un puente hacia los trabajadores ocupados, se presenta hoy como una moción de lucha para ganar a amplios sectores de los trabajadores. Confundir la conciencia de la vanguardia militante que adherimos al acto –del cual una de sus consignas era el gobierno de los trabajadores- con la realidad de la conciencia política de los explotados de conjunto es un grosero error, que desarma para las tareas planteadas. Por último, porque la política de sumar cualitativamente al movimiento obrero ocupado no es la que guía a los movimientos agrupados en la Asamblea Nacional de Trabajadores tras la línea trazada por Castells y en menor medida por el MTL (PC). Estas corrientes buscan subordinar bajo el peso y las formas políticas de los movimientos piqueteros toda tendencia a la unidad de clase, a la lucha común por el trabajo genuino, remplazando a favor de una orientación de tipo populista de presión sobre el estado, la estrategia tendiente a ubicar a la clase obrera en el centro de la oposición al gobierno.
La izquierda que se reclama obrera y socialista, acompaña esta perspectiva desligando la lucha y el activismo en los centros de trabajo de los movimientos de desocupados. Para tomar algunos ejemplos: entre los sectores sindicalmente organizados influenciados por la izquierda, como los docentes de la provincia de Buenos Aires, nucleados en las seccionales opositoras de SUTEBA (que agrupan alrededor de 12 mil afiliados) sólo pudieron movilizar para el 20 de diciembre a algo más de un centenar de compañeros. La Unión Ferroviaria de Haedo, dirigida por el MST, que cuenta con un millar de afiliados, estuvo ausente como seccional y los ferroviarios apenas superaban la decena. La nutrida delegación enviada por los obreros de Cerámica Zanon y la Coordinadora de Alto Valle fue una excepción a esta lamentable realidad.
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Una política para la unidad de clase
En el acto en Plaza de Mayo se expresó una perspectiva estratégica distinta, que busqua la unidad de las fuerzas de clase y un programa obrero que se proponga como alternativa para reorganizar el conjunto del movimiento popular. La lucha por poner en el centro la unidad de los trabajadores y de avanzar en conquistar posiciones entre la clase obrera ocupada se manifestó en la columna común encabezada por los ceramistas de Zanon, el MTD de Neuquén -recientemente reprimido por Sobisch- la Coordinadora del Alto Valle y la FTC Mesa Nacional (Frente de Trabajadores Combativos). Nuestro partido, el PTS, fue impulsor consecuente de esta política. El MAS, inexplicablemente se negó a impulsarla en común.
Se trata de levantar una perspectiva estratégica de unidad entre ocupados y desocupados. Dentro de la clase obrera ocupada impulsar la coordinación con los sectores desocupados para romper las lógicas corporativas que anidan en esos sectores. Dentro de los movimientos de desocupados poner en el centro la lucha por trabajo genuino y buscar la alianza con los trabajadores ocupados apuntando a socavar el poder de los patrones. Esta perspectiva resaltó en la bandera que encabezaba la columna: "Coordinadoras para unir ocupados y desocupados. Trabajo para todos y aumentos de salarios, contra el gobierno y el Fondo Monetario. Y anulación de la reforma laboral".
Fue este el llamado de Raúl Godoy cuando planteó que "somos una sola clase que no se distingue solamente en la calle contra la policía, sino que pone las fábricas a producir. Y traemos una propuesta. Para poder hacer eso nos unimos en una sola organización con los compañeros del Movimiento de Trabajadores de Desocupados de Neuquén y la Coordinadora del Alto Valle y hoy pudimos llegar a esta Plaza junto a los compañeros de la FTC Mesa Nacional con una misma consigna. Coordinadoras para unir ocupados y desocupados.(...)
También destacó la necesidad de avanzar en el camino de la independencia política de los trabajadores, que es otro de los puntos que hay que poner en el centro de la atención del debate de los movimientos de lucha. Godoy planteó: "Basta de poner los heridos, de poner los muertos, de poner nuestra sangre. Empecemos a construir también nuestra propia alternativa política y no dejarla en manos de los oportunistas de los partidos patronales que sobre nuestra sangre se construyen. Entre los dirigentes ceramistas en Neuquén también estamos discutiendo la formación de un movimiento político de trabajadores. Para decirle a los millones de trabajadores romper el cerco de la burocracia sindical. Basta de partido justicialista y peronismo. La unidad de la clase obrera también tiene que ser política."
En el mismo sentido, José Montes, de la dirección nacional del PTS concluyó desde la tribuna "La lucha contra el régimen y el estado capitalista se construye todos los días. (…) movilizándonos para que se vayan los yanquis de Irak. Apoyando el glorioso levantamiento del octubre boliviano (…) enfrentando la represión como en Neuquén y Salta. (...) Pero esto es solo el comienzo. Necesitamos confluir con los millones de trabajadores ocupados, recuperando los sindicatos y las comisiones internas, echando a la burocracia sindical, y construyendo nuestra propia herramienta política. (...) Tenemos que construir un Movimiento Político de los Trabajadores, un gran partido de nuestra clase, dando los primeros pasos desde las actuales organizaciones obreras combativas. Una herramienta política con un programa revolucionario, sí, con las banderas bien altas, para hacer efectiva la lucha por un gobierno de los trabajadores.(…)".
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La coordinadora marchó a la Plaza
Por Titín Moreira
La Coordinadora del Alto Valle, realizó el sábado 13 un Plenario de balance del año y perspectivas, donde preparamos la caravana que iría el 20 a Plaza de Mayo. Nota destacada del mismo fue la presencia de los nuevos dirigentes de los centros de Humanidades y Servicio Social que derrotaron a la burocracia estudiantil y que a su vez integran la flamante conducción de la FUC, que expresaron sus intenciones de integrarse a la Coordinadora.
Durante el 2003 la Coordinadora tuvo un papel destacado. Fue decisiva en la histórica jornada del 8 de abril donde se rechazó un nuevo intento de desalojo de Cerámica Zanon; se involucró de lleno en la larga huelga docente durante setiembre; fue la vanguardia en la resistencia a la policía el 25 de noviembre en el barrio San Lorenzo y después logró conformar un gran espacio unitario y democrático por el enjuiciamiento de los policías, funcionarios y políticos responsables de la brutal represión al MTD y los vecinos. En todos estos procesos exigimos y logramos arrancarle sendos paros provinciales a la CTA.
No se dividió frente al fenómeno del kirchnerismo, al que enfrentó desde sus inicios por su carácter patronal, incluso rechazando la trampa electoral que lo llevó a la victoria. Esto es un gran logro, sobre todo en un año que se caracterizó por un estancamiento o retroceso (en algunos casos notables) de los fenómenos de vanguardia que se destacaron en el año 2002, como las asambleas populares, las fábricas recuperadas y aún los movimientos piqueteros. Que Hebe y las Madres, que la Aníbal Verón y tantos otros, que tienen un lenguaje revolucionario, se hayan hecho "kirchneristas" no es un dato menor.
La Coordinadora, no sin contradicciones y crisis, supo superar esos escollos y presentarse como una alternativa frente a la CTA. El desafío es dar pasos audaces en la lucha por ganar influencia entre los trabajadores de los sectores que aún no la integran, específicamente entre los estatales enrolados en la CTA.
¡Vamos a la plaza!
Después de la represión del 25, era más necesaria que nunca una fuerte caravana a Plaza de Mayo el 20 de diciembre, y mas aún cuando arreciaba la campaña antipiquetera y contra la izquierda de parte de Kirchner.
La Coordinadora se hizo presente con su propuesta. "La Coordinadora de Alto Valle ha demostrado ser un instrumento efectivo para multiplicar las fuerzas de sus componentes y comenzar a ser una alternativa clasista, que supera la tradicional división entre trabajadores (ocupados, desocupados, estatales o privados, efectivos, contratados, en negro, y otras) que provoca el capitalismo a la que se adaptan los sindicatos, y lamentablemente algunos de los movimientos piqueteros.
Nuestra propuesta es que todas las organizaciones que convocamos al acto, nos comprometamos a impulsar coordinadoras (o el nombre que adopten) en todas las ciudades y regiones del país…"
Esto no fue una declaración testimonial, y por eso una delegación del MTD y de Zanon se instaló en Buenos Aires para extender esta política a otros sectores. Así fue que se acordó con la FTC una columna común, bajo la bandera que gritaba: Coordinadoras para unir ocupados y desocupados y pelear por trabajo genuino.
Tanto Raúl Godoy de Zanon, como Sergio Aguirre del MTD y José Montes del PTS se refirieron en sus discursos a esta cuestión clave: de avanzar en cada región a organismos de coordinación entre los sectores combativos.
La presencia en Buenos Aires de unos 100 compañeros, entre ceramistas, desocupados del MTD, docentes, estudiantes (como varios de los nuevos dirigentes universitarios independientes) y compañeros del PTS que con gran esfuerzo habíamos viajado mas de 1200 km. fue el mejor cierre para un fructífero año de lucha y organización de la Coordinadora. Antes de marchar a Buenos Aires realizamos en Neuquén, un acto que propuso la Coordinadora al Polo Obrero, la CTD y otros bajo las consignas de Plaza de Mayo, en contraposición al raquítico acto de la CTA, Patria Libre y CCC, que era contra Sobisch pero no contra Kirchner.
ACLARACION
Por un error involuntario, en el anterior numero de La Verdad Obrera (N° 130, pág. 3), se informa que el Centro de Estudiantes de Humanidades integra la Coordinadora del Alto Valle. Aunque los compañeros de la agrupación Grafa Negra, que conduce el CEHuma, han manifestado su intención de participar en la Coordinadora y como agrupación han asistido a algunas de sus reuniones, opinan que debe ser una Asamblea de estudiantes, una vez que se vuelva a las cursadas, la que resuelva la participación del Centro en la Coordinadora.
Valga la aclaración.
Esteban, En Clave Roja UNCo.





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