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Editorial

Delegados paritarios elegidos en la base

Mientras el oficialismo trata de forzar la votación del Fondo del Bicentenario en el Senado prometiendo una tajada de las reservas a los gobernadores, y de justificar el aprovechamiento de la función pública para los negocios privados de Néstor Kirchner, el tema de la inflación vuelve a tensar la situación política.

Facundo Aguirre

11 de febrero 2010

Mientras el oficialismo trata de forzar la votación del Fondo del Bicentenario en el Senado prometiendo una tajada de las reservas a los gobernadores, y de justificar el aprovechamiento de la función pública para los negocios privados de Néstor Kirchner, el tema de la inflación vuelve a tensar la situación política.

Hasta el dirigente de la CGT Hugo Moyano tuvo que desmarcarse frente al creciente malhumor social por la carestía de la vida y reconocer que hay inflación, saliendo al cruce del ministro de Economía, Amado Boudou. Busca así subir el techo de la puja salarial ante una inflación creciente.

Por más que el gobierno busque disfrazar el índice de precios, desde el inicio de año se siente un alza en diversos productos de la canasta básica, lo que se agrava por la acción de los especuladores. Cortes de carne que costaban 18 pesos en diciembre hoy valen 28. En los últimos tres años, la carne acumula aumentos de cerca de un 180%. Pero también subieron el pollo, los lácteos y el pescado.

Frente al repunte inflacionario y las tensiones acumuladas tras la designación de Mercedes Marcó Del Pont al frente del Central (ver nota página 2), el gobierno busca hacer equilibrio entre las fracciones del capital mientras acecha nuevamente la fuga de capitales hacia refugios “seguros”producto de las convulsiones que sacuden a países del sur de Europa. Están los que pugnan por una devaluación que favorezca a los exportadores y los que promueven la línea de ajuste y la reducción del gasto público como la oposición parlamentaria de derecha y los grandes medios de comunicación. En ese tira y afloje, lo único seguro es que va a perder nuestro bolsillo: el salario de los trabajadores.

El salario en la mira de los patrones

El exiguo aumento del 8,8% a los jubilados es una muestra de hacia dónde apunta el oficialismo. Los seguidores progres del kirchnerismo festejan como un acto de estricta justicia social que el 76% de los jubilados cobre el mínimo de 827,2 pesos, lo que significa estar por debajo de la imaginaria línea de pobreza que mide el INDEC oficial.

Según Clarín, comentando la reunión de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), “Los industriales y otros importantes sectores empresarios sospechan que en ese contexto será muy complejo hacer realidad su objetivo de asegurar un tope salarial de 15% y advierten que la brecha con las expectativas gremiales podría profundizar más el escenario de conflictividad social”. Comentario al margen merece la preocupación empresarial. Según un estudio reciente, los CEOs (grandes directivos de las empresas) cobran mensualmente entre 50 y 100 mil pesos, de acuerdo a la magnitud de sus firmas. ¡Hasta cincuenta veces más que los 2 mil pesos que gana, por ejemplo, la mitad de los trabajadores en blanco! Esta “gente”debe ser pariente de los altos funcionarios públicos que desde 2007 a 2008 se aumentaron los ingresos en una gama que va desde el 37 al 92%.

El “único reaseguro” de los K

Mientras las patronales discuten ponerles tope a los reclamos salariales, Hugo Moyano de la CGT y Hugo Yasky de la CTA se apresuraron a respaldar la designación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central. El alineamiento ubica a los líderes sindicales tras una política que busca licuar los incrementos salariales para no afectar las ganancias de las patronales mientras insiste en pagar la deuda externa a costa del hambre del pueblo con el Fondo del Bicentenario. Antes de que comiencen las discusiones paritarias ya están aceptando relegar a un segundo plano los intereses de los trabajadores.

El apoyo de Moyano y Yasky a la sobrina de Rogelio Frigerio y seguidora de Arturo Frondizi es toda una definición. Los fundadores de la corriente desarrollista fueron enfrentados encarnizadamente por la Resistencia obrera peronista, no sólo por su ataque a las conquistas obreras sino por considerarlo un gobierno entreguista del patrimonio nacional, ya que luego de haber prometido anular los contratos petroleros de Perón con la Standard Oil terminaron entregando el petróleo al capital extranjero.

Más allá de los roces con Boudou, queda claro que el apoyo de la CGT a los Kirchner es la pieza clave que el gobierno tiene para sostenerse en el poder. Dicho sea de paso, algo similar pero en tono enojado es lo que acaba de recordarle al gobierno Luis D’Elía afirmando que los movimientos sociales K son “el único reaseguro que él (por Kirchner) tiene junto con la CGT”.

La crisis de D’Elía con el gobierno, quien supo definirse en su momento como un kirchnerista de “paladar negro”es un hecho político significativo. Muestra el desgajamiento de la fuerza oficialista por el costado de los movimientos sociales. En la decadencia del gobierno los intendentes del PJ son prioridad a la hora del reparto de los planes por sobre las organizaciones populares que acompañaron al proyecto K. Es una constatación, a su vez, del fracaso de la política de la izquierda kirchnerista de aceptar la cooptación estatal.

Paritarias

Las paritarias serán un frente de turbulencias que puede permitir a la clase trabajadora ocupar la atención pública nacional. Ya en catorce provincias se anuncian conflictos docentes ante la negativa a conceder aumentos por parte de los gobernadores y los dirigentes de la CTA ni siquiera plantean una medida de lucha nacional unificada.

Si las negociaciones paritarias quedan en manos de los dirigentes burocráticos de los gremios es el peor de los escenarios para los trabajadores. Tomemos un solo ejemplo para ver adónde nos han llevado los arreglos de estos dirigentes. En Rosario, un trabajador metalúrgico puede cobrar entre 1.000 y 1.500 $ mientras que en Acindar, en Villa Constitución, este salario puede llegar a los 2.500 o los 3.000 $, a unos pocos kilómetros, en Siderar, se puede llegar a los 5.000 ó 6.000 $. Han permitido que nos dividan según la conveniencia de las patronales, según la rama, el tamaño de la empresa, según el régimen laboral. Todos sabemos que un contratado que hace la misma tarea que un efectivo puede cobrar hasta un 30% menos. Ni hablar de los que están en negro o de los trabajadores desocupados.

Delegados paritarios elegidos en la base

No hay que esperar nada de la burocracia sindical. Los trabajadores tenemos que expresarnos por nuestra propia cuenta, en las asambleas, a través de los nuevos delegados que surgen desde la bronca de las bases contra los dirigentes vendidos y la patronal. Como en la comisión interna de Kraft, como en el cuerpo de delegados del Subte, como en Zanon. Hay que llevar a los gremios la propuesta de elegir delegados paritarios en la base. En el 2007, en la fábrica del neumático Fate de la zona norte del Gran Buenos Aires los trabajadores votaron veedores a las negociaciones para la discusión salarial. Es un ejemplo para retomar y generalizar.

La elección de delegados paritarios tiene que ser encarada como una gran campaña nacional por el sindicalismo de base y los partidos de izquierda. Hay dos objetivos que están claros. Por un lado, exigir concretamente en cada gremio un pliego de demandas e imponer a los dirigentes una lucha seria por el salario y las reivindicaciones obreras. Y por el otro, extender y legalizar el movimiento de los delegados y activistas antiburocráticos. De esta manera el sindicalismo de base se potenciaría en las fábricas y empresas, fortaleciendo a las comisiones internas y dando impulso a la creación de cuerpos de delegados que representen al colectivo completo de los trabajadores para recomponer la unidad de clase frente a la patronal.

Ante a la escalada de los precios hay que plantear un aumento de emergencia. Y los reclamos para las paritarias los tenemos que decidir nosotros: luchamos por la escala móvil de salarios (aumentos salariales de acuerdo a la suba de los precios) y un salario de bolsillo que parta del costo de la canasta familiar para todos los trabajadores, efectivos, contratados, tercerizados, en negro. Por el pase a planta de todos los compañeros y compañeras contratados, por el fin del trabajo en negro y por el trabajo genuino para todos.

Oposición obrera al capital

El nuevo ciclo de la crisis capitalista que hoy tiene su centro en Europa está mostrando el inicio de una fuerte resistencia obrera en la huelga general en Grecia, que está poniendo en jaque al plan de ajuste y al gobierno de Giorgio Papandreu. La perspectiva es el resurgimiento de la clase trabajadora como fuerza de oposición al capitalismo.

Recordemos que fue la huelga general francesa de 1995 una de las acciones de los explotados que inició el principio del fin del ciclo neoliberal. El sindicalismo de base en la Argentina tiene en sus hermanos de clase europeos un aliado y una fuente de inspiración para futuros combates. La emergencia del sindicalismo de base en la Argentina no es un fenómeno aislado, es parte de un proceso de recomposición de la clase obrera internacional.

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