En la Ciudad de Buenos Aires, a diferencia del resto del país, todavía se mantiene la elección de los miembros de Juntas por voto universal y secreto de los docentes. Y no por regalo de nadie, sino porque con nuestra lucha mantuvimos esta conquista.

¿Para qué nos sirve? Es una forma en que los docentes intervengamos democráticamente en el gobierno de la educación, con nuestros intereses, que no son corporativos sino que son la defensa de la educación pública, gratuita y científica para todos. De la misma manera que, por ejemplo, los compañeros del Subte plantean el control de los trabajadores y usuarios de los medios de transporte, nosotros planteamos que la educación debe ser administrada y planificada por los docentes, estudiantes y el resto de la comunidad educativa. No porque sean la misma cosa, sino porque tanto trabajadores y usuarios, como docentes y estudiantes, somos los únicos interesados en la calidad de la educación y el transporte, y sabemos cómo hacerlo, porque lo conocemos de cerca, con nuestro trabajo de todos los días.

Siguiendo esta finalidad es que compañeros y compañeras de distintas corrientes, junto a miembros de Ademys, sentamos una nueva tradición, con aportes concretos: nuestra corriente junto a los/as compañeros de Ademys que integramos la Junta de Clasificación Primaria instalamos la práctica de donar el plus de Junta para los fondos de lucha que impulsan trabajadores/as de distintos sectores cada vez que salen a pelear por sus derechos y deben enfrentar los despidos y suspensiones de los patrones, la justicia y los gobiernos de turno. Así lo hicimos con las y los obreros de Kraft o los docentes de Santa Cruz, entre otros. Porque hay que forjar la más amplia unidad de los y las trabajadoras para arrancar nuestros derechos, peleamos por extender esta práctica a todas las juntas.

Lejos del intento de convertir las Juntas de Clasificación y Disciplina en oficinas administrativas al servicio del gobierno de la Ciudad o de transformar esta responsabilidad en un privilegio -como lo hace la burocracia sindical, que intercambia favores con los gobiernos de turno a cambio de comisiones de servicio-, desde la Corriente Nacional 9 de Abril peleamos codo a codo con un sector de Ademys por fortalecer las Juntas como puestos de lucha, de defensa de la escuela pública y de los derechos conquistados por los y las docentes.
Un ejemplo que muestra porqué debemos defender esta conquista democrática –y porqué Macri la ataca- cuando en el 2009 el gobierno de la Ciudad intentó cerrar 82 cursos, dejando sin cargos a sus docentes y sin cupos a los estudiantes. Desde la Junta , y con la movilización de cientos de docentes, encabezamos la pelea para que no se cierren esos grados y se haga efectiva la titularización de los docentes. Así le frenamos la mano a Macri, ¡y por eso hoy pesan sumarios sobre los miembros de Junta que pusieron el cuerpo por defender a nuestros compañeros!

Pero no nos conformamos con dar esta pelea, por eso nos ponemos a la cabeza de cuestionar los antecedentes culturales vendidos por los sindicatos kioscos y de revalorizar el trabajo cultural y los cursos que aportan a nuestra verdadera capacitación, exigiendo que el estado las garantice gratuitamente y en servicio, al mismo tiempo que denunciamos, sin caer en oportunismos, el puntaje otorgado a los docentes privados en detrimento de los públicos tanto de CABA como de provincia.

Es por estas razones que tenemos que defendernos de este ataque antidemocrático del macrismo, buscando a su vez avanzar en la administración y planificación de la educación por parte de los trabajadores de la educación y toda la comunidad educativa.

Por Alicia Navarro Palacios, miembro de la Junta de Clasificación Primaria

Corriente Nacional 9 de Abril/Lista Marrón

Trabajadores y trabajadoras de la educación