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Comunicados de prensa

Declaración del PTS ante el Encuentro obrero del 2 de abril

Prensa PTS

2 de abril 2005

El PTS saluda este Encuentro obrero, que esperamos sea un paso hacia el reagrupamiento democrático y permanente de la vanguardia combativa y antiburocrática de nuestro país. Un encuentro cuya realización cobra mayor significación ante la brutal y salvaje represión sufrida por los docentes salteños por parte del gobierno de Romero.
Los sectores más significativos que vienen protagonizando importantes luchas y procesos de reorganización contra la burocracia sindical estarán presentes. Desde los obreros de Zanón y el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (SOECN) y los compañeros del Cuerpo de Delegados del Subterráneo - que juntos tomaron esta iniciativa en plena huelga de Metrovías -, hasta trabajadores aeronáuticos y delegados de LAFSA que actualmente enfrentan el plan privatizador del gobierno.
Estarán los delegados de los ferroviarios del Sarmiento y Mitre opositores a Pedraza; las comisiones internas de Terrabusi, Pepsico y Stani que presentaron la oposición a Daer en el sindicato de la alimentación; dirigentes docentes de varias seccionales de Buenos Aires y el interior del país, delegados telefónicos de Foetra, de las grandes siderúrgicas como Acindar, Siderca y Siderar, trabajadores de Parmalat en lucha, metalúrgicos de Córdoba y Buenos Aires, de los supermercados, obreros textiles, gráficos, de la carne y del neumático, trabajadores no-docentes, de fábricas recuperadas como Brukman, representantes del cuerpo de delegados del Astillero Río Santiago que, entre muchos otros sectores antiburocráticos y combativos, se reunirán junto a delegaciones de los movimientos de desocupados.
Por primera vez en mucho tiempo se encontrarán a debatir y tomar resoluciones en común los sectores más combativos del movimiento obrero. Esperamos que se den efectivos pasos adelante en lo que la declaración de “Convocatoria del Activismo Obrero”, firmada por los participantes, señala como uno de sus grandes objetivos: “luchar por una nueva dirección del Movimiento Obrero, antipatronal, antiburocrática, antigubernamental, y antiimperialista”.

Nuestro método

Hemos señalado en forma reiterada, en las reuniones de organización previas al Encuentro, nuestro desacuerdo con el criterio de participación restringida impuesto a las organizaciones obreras y a los activistas que pelean en cada fábrica o establecimiento contra la burocracia sindical. Propusimos su realización en un lugar más amplio (miniestadio de Atlanta, por ejemplo) para que las delegaciones de trabajadores que quisieran concurrir lo hicieran plenamente y sin cupos. Aún con este desacuerdo, respetamos el criterio resuelto por consenso entre el resto de las organizaciones impulsoras.
Al mismo tiempo apoyamos la moción de la asamblea de Zanon cuyo mandato expresa: “el método que proponemos para los próximos Encuentros es el de la democracia obrera, que sea abierto a todos los trabajadores y donde se privilegie el mandato de la base, sea por medio de asambleas o con mociones avaladas por firmas de los trabajadores. Es el único método democrático para superar las diferencias y aprobar por mayoría y minoría -si persisten las diferencias- las resoluciones que adoptemos”.
Este debate es importante porque está ligado a qué tipo de organizaciones debemos construir en lucha contra las burocracias sindicales. Luchamos por sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados que promuevan la militancia a través del método de la democracia obrera, es decir de la plena decisión de la base mediante mandatos de asambleas y de la más irrestricta libertad para que se expresen las tendencias políticas al interior de las organizaciones. Así hemos colaborado para que se lleve adelante este método en Zanon y el Sindicato Ceramista de Neuquén, donde la asamblea decide y en ella tienen la palabra y presentan propuestas todas las corrientes políticas de izquierda.
Este método serviría para saldar discusiones como las que plantean algunos compañeros sobre el posicionamiento del Encuentro contra el gobierno de Kirchner. Muy posiblemente en la base de los sindicatos participantes un sector de trabajadores no vea aún que hay enfrentar políticamente al gobierno. Si la declaración de “Convocatoria” fuese llevada a las asambleas veríamos allí el verdadero estado de conciencia de los trabajadores y podríamos dar el debate político para intentar superar lo que se transformará en un escollo para la lucha si, como en LAFSA por ejemplo, los trabajadores tienen que enfrentar directamente un plan de Kirchner. Construir una nueva dirección del movimiento obrero no es tarea de unos pocos sino que se necesitan organismos y métodos que, opuesto a lo que hacen las direcciones burocráticas de los sindicatos, den plena participación y confianza en sus fuerzas a los trabajadores.
Al mismo tiempo, no hay verdadera democracia obrera si la participación está restringida a los sectores sindicalizados, sino que debe integrar a todos los sectores, hoy expulsados de los sindicatos, como los trabajadores precarizados y los desocupados. Por ello señalamos que el camino a seguir es el de la ejemplar lucha de los contratados de Taym, apoyados por el cuerpo de delegados de Metrovías, que han triunfado al integrarse al mismo convenio de los trabajadores de subterráneos; así como las reiteradas luchas dadas por la comisión interna de Pepsico o las incansables acciones de los militantes ferroviarios de la Lista Bordó del Roca junto a los desocupados para reincorporar contratados despedidos, o el ejemplo de Zanon al incorporar a la producción bajo gestión obrera a cientos de desocupados de los movimientos militantes de Neuquén, con igual salario y condiciones laborales y plenos derechos sindicales y políticos. 

Coordinación para la lucha de clases

Varias organizaciones convocantes al Encuentro hemos confluido en las huelgas del Subte, en la defensa de los ferroviarios despedidos y reprimidos, o en la campaña contra las agresiones y amenazas mafiosas contra los ceramistas de Zanon. Puede parecer, entonces, que la coordinación ya está lograda.
Pero esta necesita ser algo permanente y eficaz. Por ejemplo, ya vimos a la burocracia sindical de la UTA agredir físicamente a los trabajadores de Taym o a la burocracia de ATILRA apalear a los obreros de Parmalat. Una coordinación real de todas las organizaciones combativas sería, por ejemplo, mucho más efectiva para ejercer la autodefensa obrera contra los matones sindicales.
Ahora mismo la lucha de LAFSA que enfrenta el plan privatizador de Kirchner, intenta ser aislada por todas las burocracias sindicales de los 6 gremios aeronáuticos que avalan con su firma el acuerdo con LAN. El cuerpo de delegados de LAFSA prepara una concentración en Aeroparque a la que seguramente este Encuentro resolverá concurrir. Una coordinación permanente implicaría la posibilidad de medidas de fuerza efectivas, como el anuncio que hizo en su momento de una hora de paro en el subte cuando había compañeros ferroviarios encarcelados y que fue una de las causas de su liberación inmediata.
Desde la Comisión de Enlace que se propone al Encuentro, se podrá intervenir en acciones de este tipo unificadamente, poniendo más recursos y militantes en las duras luchas que vendrán para evitar su aislamiento, las traiciones de la burocracia y los engaños del Ministerio de Trabajo en las negociaciones. 
En especial podríamos intervenir unificada y ofensivamente en la batalla nacional por el salario que está planteada. Actualmente son las direcciones de las centrales sindicales las que han ganado protagonismo en la escena nacional alrededor de la pulseada por el salario. Este Encuentro podría resolver una declaración común y coordinar los pasos prácticos para llevar a la base de los grandes sindicatos el ejemplo de la huelga del subte, tanto en la reivindicación del monto del aumento como en los métodos de lucha y organización que lo hicieron posible: cuerpos de delegados, asambleas, huelga y piquetes. Una posición así defendida por los militantes obreros que se referencian en este Encuentro permitiría no sólo combatir la posición abiertamente progubernamental de la CGT de Moyano sino también el palabrerío de De Gennaro y la CTA, e impulsar a los trabajadores a la lucha mediante en asambleas en cada sindicato y lugares de trabajo. Así, los sectores de la vanguardia obrera que se reúnen en el Encuentro, una minoría del movimiento obrero, podríamos tender un primer puente hacia millones de trabajadores que aspiran a mejorar su salario y ganar influencia en la base de los grandes sindicatos dirigidos por las burocracias de la CGT y la CTA. Esta coordinación efectiva transformaría a este Encuentro en un punto de referencia para todo trabajador dispuesto a la lucha, lo que sería un paso adelante en la lucha por una “nueva dirección del movimiento obrero”.

Iniciar el debate sobre la independencia política de los trabajadores

El PTS lucha para que el nuevo movimiento obrero que está surgiendo levante la bandera de la independencia política de los trabajadores. En el debate de este Encuentro está planteada la discusión de un “agrupamiento clasista”. Pero por clasismo no puede entenderse solo la lucha contra los patrones y los burócratas sindicales. La lucha contra la conciliación de clases es también contra los representantes políticos de los patrones, en primer lugar el gobierno y el peronismo, y los partidos y las instituciones que le sirven para perpetuar la explotación, en base al engaño y a la fuerza. Las crisis capitalistas y los levantamientos de masas como los que vivimos en el 2001, han demostrado que la lucha sindical no alcanza.
En la experiencia histórica, “el clasismo” de los años 70, representado en los sindicatos Sitrac Sitram de Córdoba, o en el Villazo en el 74, tuvo como una de sus grandes limitaciones en que no se postularon como alternativa política frente al peronismo. Cuando la clase trabajadora en masa enfrentó por primera vez en la historia con una huelga general a “su“ gobierno en el Rodrigazo, abriendo una crisis política descomunal, ninguna de las expresiones con peso en las Coordinadoras planteó mas allá de que se fueran los ministros Rodrigo y López Rega. Los ministros odiados renunciaron, la crisis se cerró, y entonces la gran burguesía y el imperialismo decidieron preparar el golpe militar.
Hoy, pese a la diferencia de época que vivimos, la aceptación que mantiene Kirchner entre las masas laboriosas no puede ser excusa para no enfrentar a su gobierno y a su partido. Los sectores más concientes podemos jugar un papel importante para que se acelere la experiencia con un gobierno que cada vez más se muestra dócil frente a las imposiciones del imperialismo y la gran patronal. Si desde ahora, todas las direcciones de las organizaciones combativas, aún siendo una minoría de la clase trabajadora, dirigen una campaña unificada a favor de un Partido de Trabajadores basado en las propias organizaciones de lucha hacia los obreros de la UOM, el Smata, los petroleros y hacia la propia base organizada en sus sindicatos, se estaría gestando un hecho de repercusión política nacional acorde al impacto social que tuvieron las huelgas del subte o telefónicos. La visión de que esto no está planteado hasta que toda la clase trabajadora, al unísono, diga: “sí, queremos un partido de trabajadores”, es idealista. La vanguardia obrera, con la huelga del subte, fue capaz de desafiar el límite del tope salarial fijado por Kirchner, la UIA y la CGT e inspirar a millones aunque esos millones no puedan concretar todavía una lucha de la misma magnitud a causa de sus direcciones sindicales. ¿Por qué no desafiar el límite político impuesto por el PJ y propagandizar que los trabajadores tenemos que construir nuestro propio partido?
Esa es la única manera de combatir la influencia del peronismo entre los trabajadores preparándose para cuando haya desencanto o ruptura abierta con el mismo. El que no se prepara hoy, y levanta la necesidad de la independencia política de los trabajadores expresada en una herramienta política no será capaz de ser alternativa cuando las masas o un sector expresivo de ellas abandonen al peronismo.
El PTS pone a consideración del Encuentro una moción especial: abrir el debate en asambleas de todas las organizaciones participantes sobre la necesidad de una herramienta política de los trabajadores. 


2 de abril de 2005PTS- Partido de Trabajadores por el Socialismo

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