El pasado viernes 5, con la presencia de más de 80 personas, en su mayoría jóvenes, se realizó en el Instituto del Pensamiento Socialista “Karl Marx” el primer encuentro del curso “Historia y Actualidad de la Revolución Rusa” a cargo de Gastón Gutiérrez y Matías Maiello.

En la charla se destacó la importancia de la apropiación de las lecciones de la primera revolución socialista triunfante de la historia, que logró constituir un Estado Obrero y mantenerse en el poder a pesar del asedio de los ejércitos imperialitas y la reacción zarista; superando así la experiencia del gobierno obrero de la Comuna de París que había tenido lugar 46 años antes.

Al mismo tiempo, se discutió por qué para los marxistas conserva su vigencia la estrategia puesta en juego en la Revolución Rusa. En este marco, se hizo referencia a los ataques ideológicos de los que fue y es destinataria, cuando luego de la caída del muro de Berlín, no faltaron historiadores que intentaron relegarla al “basurero de la historia”, señalando una continuidad mecánica a través de la cual, tanto el surgimiento del stalinismo como la burocratización del Estado, eran procesos inscriptos en el planteo mismo de la toma del poder por parte de los trabajadores y los campesinos pobres.

Frente a estas interpretaciones se destacó un abordaje contrapuesto basado en las elaboraciones de León Trotsky, el revolucionario que no sólo fue el protagonista principal de la Revolución de Octubre junto con Lenin, sino que luego encabezó la lucha contra el stalinismo, tanto en el terreno nacional, enfrentando la burocratización del partido y del Estado, como también en el terreno internacional donde cruzó lanzas con la política stalinista del “socialismo en un sólo país”.

En una segunda parte se abordaron las diferentes hipótesis sobre la mecánica y el carácter de la revolución rusa que se desarrollaron luego de la revolución de 1905 entre las fracciones del partido socialdemócrata ruso. Si tanto la reforma agraria como la destrucción del zarismo eran tareas indiscutibles, había diferentes respuestas sobre qué clases podían conducir una revolución capaz de realizarlas. Mientras que los mencheviques depositaban sus esperanzas en la burguesía liberal, tanto Lenin como Trotsky sostenían que la burguesía liberal sería incapaz de llevar hasta el final las tareas democráticas, ya que le temía más al proletariado que al zarismo. Sin embargo, mientras Lenin consideraba la existencia de una primera etapa democrático-burguesa de la revolución que se expresaría en la constitución de una “dictadura democrática de obreros y campesinos”, Trotsky opinaba que estos últimos eran incapaces de construir un partido político propio y que en el momento decisivo irían detrás del proletariado o de la burguesía. Los trabajadores debían constituir su propia dominación de clase; sólo de esta manera obtendría la hegemonía sobre las masas campesinas. Esto influía sobre el carácter de la revolución, ya que el proletariado una vez en el poder no se podría detener, a riesgo de ser derrotado, en tareas como la reforma agraria y la destrucción del zarismo, sino que debía avanzar hacía tareas socialistas.

También se discutieron a lo largo del curso las consecuencias de cada una de estas hipótesis con relación a las necesidades de independencia política y organizativa de la clase obrera. La hipótesis de Trotsky, que luego sería confirmada durante la revolución de 1917, al no depositar esperanzas en la constitución de un partido campesino independiente era la que más claramente planteaba la necesidad de la clase obrera de lograr una independencia absoluta tanto en lo político como en lo organizativo. Sin embargo, sería Lenin quien lucharía denodadamente por la construcción de un partido revolucionario de vanguardia capaz de ponerse a la cabeza de la clase obrera para que logre estos objetivos, a pesar del carácter indeterminado de la alianza de clases que según él se constituiría.

La revolución de 1917 vendrá a saldar estas discusiones, dando como resultado el abandono de Lenin de la fórmula de “dictadura democrática de obreros y campesinos” y la fusión de la organización dirigida por Trotsky con el Partido Bolchevique, siendo esta la síntesis que estuvo en la base del triunfo de Octubre, uno de los grandes legados de la revolución rusa, que continuaremos desarrollando en el próximo encuentro.

Proxima Reunión

Los soviets y el partido bolchevique

Viernes 12/10 a las 19 hs.

Las politicas del partido en los soviets en los diferentes momentos de la revolución. La revolución de febrero y el papel de la vanguardia obrera. Las “Tesis de Abril”: “explicar pacientemente”. La conquista de la independencia política de la clase obrera en su pasaje de la clase subordinada a clase dominante.

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