En Argentina la industria textil también se apoya en la hiperexplotación masiva de las mujeres y trabajadores inmigrantes. En 2006 un incendio en un taller clandestino en plena Capital Federal que dejó 6 muertos (4 niños) entre trabajadores inmigrantes sin papeles, centralmente de la comunidad boliviana, que trabajaban encerrados junto a sus hijos bajo el sistema de “cama caliente”, impactó a la sociedad poniendo de manifiesto la situación. Sin que se hayan generado cambios fundamentales en la situación de hiperexplotación que viven los trabajadores textiles, donde el trabajo cuasiesclavo en talleres clandestinos siguen produciendo para importantes marcas, como la conocida Cheeky de la primera dama capitalina, Juliana Awada.