El 7 de junio fue el día del periodista. Este año, la conmemoración no fue una más. Un sentimiento de solidaridad con los trabajadores del diario Crítica recorrió los principales medios de comunicación. No hubo, esta vez, un mero recuerdo folklórico del día en que Mariano Moreno fundó, allá por 1810, La Gazeta de Buenos Aires.

El ánimo de lucha se sintió con fuerza en la puerta de Crítica (Maipú al 200, Capital Federal) la tarde de lunes 7, durante el acto convocado por los trabajadores del matutino que defienden su fuente de trabajo. Los compañeros de Crítica llevan casi tres meses sin cobrar su sueldo y enfrentan el vaciamiento que quieren perpetrar Antonio Mata y Marcelo Figueiras. Por eso decidieron publicar una edición especial del diario el lunes, con el nombre “Crítica de los trabajadores”. Los ejemplares fueron vendidos a un precio solidario de $5 entre los presentes y se destinó la recaudación a su fondo de huelga. En la tapa de este número especial se señala que el diario “no sale a la calle desde hace más de un mes. En el Día del Periodista, los trabajadores publicamos esta edición especial y alzamos la voz contra el vaciamiento patronal. Porque, mientras se debate la Ley de Medios, la desaparición de un diario sería una mala noticia para todos”.

En la calle Maipú unas 700 personas se concentraron para expresar el amplio apoyo que recibe esta lucha. Delegados, comisiones internas, agrupaciones opositoras del gremio de prensa y trabajadores de distintos medios dijeron presente. Llegaron desde Telam, Veintitrés, El Cronista, Perfil, Crónica, Página/12, La Nación, Tiempo Argentino, Clarín, Canal 13 y Radio Nacional, entre otros. También estuvieron los trabajadores del Subte, las Madres Línea Fundadora, diputados, partidos de izquierda (PTS, PO, MAS y MST) y agrupaciones estudiantiles (En Clave Roja, la UJS y el Viejo Topo de la UBA).
Un dato nada menor fue la presencia de funcionarios de segunda línea del gobierno nacional, como Gustavo López y Abel Fatala, quienes trataron de demostrar que el Poder Ejecutivo apoya también a los compañeros.

La convocatoria mostró el abanico de sectores que se solidarizan. Por eso la jornada fue considerada por todos como “histórica”, ya que hacía décadas no había un día del periodista donde la lucha de trabajadores del gremio de prensa se hiciera tan visible.

Algo está cambiando. El aplauso solidario con los compañeros que se escuchó el viernes 4 en la redacción de Clarín parece un síntoma saludable. Ni más ni menos que en el interior del diario de Noble y Magnetto, donde no existe Comisión Interna desde hace 10 años, cuando fuera arrasada por el “especialista” en destruir organizaciones gremiales, Pedro López Matheu (hoy gerente de Kraft).

Los discursos en el acto así lo marcaron, y cada orador destacó un párrafo aparte para la “borrada” de la conducción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires.

Crítica tienen que triunfar

Desde el PTS volvimos a manifestar nuestro apoyo a los compañeros. Y creemos que pueden ganar. La posibilidad de torcerle el brazo al vaciamiento patronal y a la pérdida de más puestos de trabajo es también la de producir un cambio histórico en un gremio tan golpeado como el de prensa. La dirección de la UTPBA, responsable de traiciones y abandonos que han costado centenares de despidos en diarios, radios y canales durante las últimas décadas, hoy es cuestionada y enfrentada en varios lugares de trabajo. El surgimiento de comisiones internas antiburocráticas y la elección de delegados de base es un fenómeno que también se está dando entre periodistas, técnicos, camarógrafos, fotógrafos y demás asalariados de los medios.

La participación activa y decidida del PTS en luchas emblemáticas de los trabajadores de los últimos años, como Zanon, Jabón Federal, Subte y Kraft se desarrolló desde la convicción de que la mayor garantía para triunfar radica en que los trabajadores confiemos en nuestras propias fuerzas.

En ese sentido, los gestos de presencia del gobierno y sectores afines que manifiestan su apoyo a Crítica no pueden ocultar que hasta el momento lo que Cristina ha hecho por garantizar los 190 puestos de trabajo es poco y nada. Lejos de obligar a los accionistas del diario (Mata y Figueiras) a garantizar con su patrimonio personal los sueldos adeudados o de empezar a desarrollar un proceso expropiatorio que permita una reactivación del diario bajo control independiente de todos sus trabajadores, el gobierno sólo se limitó a prometer $600 por mes como parte del programa REPRO. Un pobre modo de mostrar que el Estado “algo puede hacer”.

En abril, en Rosario, Moyano y Yasky se pusieron a la cabeza de la defensa de los trabajadores despedidos de las radios propiedad del Grupo UNO (Vila-Manzano). Ni bien amagaron con la posibilidad de una caravana conjunta desde Buenos Aires a la ciudad santafesina lograron que la empresa reincorpore a todos los despedidos. Lejos de repetir ese “compromiso” en este conflicto de Crítica, los máximos exponentes de la CGT y la CTA no sólo brillaron por su ausencia en la jornada del lunes sino que ni siquiera se han pronunciado en todo este tiempo a favor de que los compañeros triunfen. Mucho menos han puesto a los sindicatos que nuclean a los trabajadores de medios (televisión, locutores, técnicos, etc.) a la cabeza de la solidaridad, tomando medidas concretas dirigidas a multiplicar el apoyo y forjar una verdadera unidad con los compañeros. Así demuestran que su “compromiso” con la lucha mostrado en el caso de las radios rosarinas estaba motivado por su “ayuda” al gobierno en su puja con algunas corporaciones mediáticas más que un real interés por defender los intereses de los trabajadores.

Confiar en las propias fuerzas

Mientras aparecen versiones sobre una posible compra de Crítica por parte de sindicatos moyanistas (se habla del gremio de taxistas) o empresarios ligados al gobierno (Electroingeniería), y ninguno se encarga de desmentirlas, la situación de los compañeros continúa siendo incierta. Recién esta semana el gobierno hizo el primer depósito del REPRO, después de dos meses de promesas. El lunes la Presidenta posó con un ejemplar de la edición especial del diario en el brindis con los periodistas destacados en la Casa Rosada, pero no pronunció palabra alguna que pueda llevar tranquilidad a los compañeros respecto a sus fuentes de trabajo.

Mientras tanto la solidaridad por abajo crece, los aplausos de apoyo en las redacciones se suceden y varias organizaciones realizan actividades para sumar al fondo de huelga.

Es necesario rodear de solidaridad a los 190 compañeros, peleando por la coordinación de todos los trabajadores de los medios que se organizan y luchan contra las patronales, la burocracia y la inacción, cuando no el ataque directo, del Gobierno.

Por eso, más allá de la imprescindible solidaridad que necesitan con su lucha, los compañeros podrán triunfar en la medida que confíen en sus propias fuerzas, que avancen en la coordinación con los trabajadores de otros medios de comunicación masiva y lleven adelante medidas contundentes que obliguen a la patronal y al gobierno a resolver sus demandas.

Si los trabajadores de Crítica triunfan será un gran paso adelante para todos los trabajadores, particularmente de prensa. Así estaremos mucho más fuertes para avanzar en la recuperación de la UTBPA para los trabajadores y la organización democrática en cada empresa periodística (sea privada o estatal), defender conquistas históricas como el Estatuto del Periodista, terminar con la precarización laboral y lograr una paritaria única para todos los trabajadores del gremio, sin distinción entre afiliados y no afiliados, ni entre efectivos, contratados y en negro.