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Internacional

ZAPATERO, DEBILITADO, INICIA LA BATERIA DE ATAQUES CONTRA LOS TRABAJADORES

Crisis política en el Estado Español

Hemos visto en el Parlamento cómo los social-liberales del presidente Rodríguez Zapatero, en soledad, han aprobado por sólo un voto de diferencia un ajuste de dimensiones históricas sobre las condiciones de vida de los trabajadores.

Guillermo Ferrari

3 de junio 2010

Hemos visto en el Parlamento cómo los social-liberales del presidente Rodríguez Zapatero, en soledad, han aprobado por sólo un voto de diferencia el tijeretazo que la burguesía necesitaba. Un ajuste de dimensiones históricas sobre las condiciones de vida de los trabajadores. La burguesía española respira aliviada.

Durante estos años Zapatero ha demostrado claramente que mentía. Hay más de 4,6 millones de trabajadores en la cuneta (desocupados), varias conquistas sociales que han sido anuladas de un plumazo y un futuro negro para la mayoría. Al mismo tiempo, la banca ha recibido 250.000 millones de euros, las automovilísticas otros 1.000 por cada coche vendido, las grandes empresas reciben ayudas millonarias, etc.

El ajuste sólo afecta a los trabajadores y sectores más débiles: reducción salarial a los funcionarios públicos, congelación de las pensiones, una reforma laboral que reducirá el coste del despido, jubilación a los 67 años, recorte de las partidas para la educación y la sanidad y la privatización. Las fusiones de las Cajas, acordadas con Rajoy, provocarán más de 6.000 despidos.

El Gobierno se ha quedado sin aliados en el Congreso. Las direcciones sindicales de CCOO y UGT empiezan a romper (aún tímidamente) con Zapatero.
Las encuestas muestran que el partido de gobierno, el PSOE, se hunde y el desconcierto es el denominador común en la escasa militancia socialista. El único soporte que tiene Zapatero viene de los gobiernos europeos que aplican el mismo ajuste, de la Unión Europea y el FMI. Es claro que lo que queda de legislatura será muy difícil para un gobierno sin mayoría en el Congreso, con cada vez menos apoyo popular y con la Huelga General merodeando (aunque de momento sólo sea en la boca de las cúpulas sindicales).

Zapatero ya no puede mantener la imagen del “defensor de las conquistas sociales”. El gran desgaste del PSOE, está haciendo reflexionar a centenares de miles de votantes que querían evitar los ataques de la derecha tradicional (el PP). Sin embargo, esos ataques ahora los hace el PSOE, fiel escudero de la burguesía imperialista española.

Rajoy ahora calla

La “oposición” tampoco plantea una alternativa a la grave situación de las masas. Rajoy y el PP, que votaron contra el plan de ajuste de Zapatero y el PSOE, se guardan bien de decir qué harían ellos. Rajoy sabe muy bien que le conviene callarse para ganar en la carrera electoral que se avecina. Sin embargo, durante dos años ha estado exigiendo “medidas valientes” a un Zapatero que negaba la crisis. Es decir, Rajoy apuesta al desgaste de Zapatero, para poder aplicar él mismo su propio ajuste draconiano.

CiU, el partido histórico de la burguesía catalana, con más sentido burgués de Estado y sin posibilidades de ser Gobierno en España (aunque sí en Catalunya), se abstuvo teniendo en cuenta la posibilidad de un fuerte agravamiento de la crisis económica y de los mercados apostando contra el euro, si no se aprobaba el plan, para permitir que pasara. Mientras, los empresarios españoles, las instituciones europeas y la bolsa piden a gritos que el PP se sume explícitamente.

El Euro gana tiempo

El ajuste era la única salida que tenía el gobierno español, un eslabón débil de la cadena europea, para tranquilizar a los mercados. Los mismos planes fueron anunciados en Grecia, Inglaterra, Francia, Portugal, Alemania, etc. Esta Unión Europea del Capital, sólo busca una “solución” a la crisis haciéndosela pagar a los trabajadores, lo cual reafirma su carácter reaccionario. Por otra parte, ahora que la crisis se profundiza, también se ve de manera patente lo poco que tenía de “unión”. Alemania, y en menor medida Francia e Inglaterra, imponen las condiciones. Los “rescates” sólo benefician a los bancos de estos países que han estado prestando enormes sumas de dinero.

Sin embargo, apenas logran tranquilizar, momentáneamente, a los mercados europeos. Puesto que en lo que va del año y durante el mes de mayo, las caídas son las mayores desde la caída de Leman Brothers. Igualmente, el recorte masivo de conquistas sociales y salariales no servirá para acabar con la crisis. Sólo será un pequeño aire para los mercados, y a continuación iniciará una espiral recesiva que no se sabe dónde terminará. Pero lo que sí se sabe es que repercutirá en graves penurias para el pueblo.

Basta de negociaciones

Después del tijeretazo de Zapatero, de los millones de despidos, alguien se podría preguntar ¿Por qué los dirigentes sindicales aún no han convocado a ninguna huelga general, movilizaciones en las calles y asambleas en las fábricas?, o, ¿Por qué CCOO y UGT siguen sentados en la misma mesa con el empresario fallido Díaz Ferrán y el gobierno reaccionario del PSOE, negociando una reforma laboral con medidas que atentan contra conquistas obreras históricas que Zapatero dijo que va a imponerla por decreto ley si no hay acuerdo (igual que Aznar en 2002)?

La verdad es que la paz social existente sólo es responsabilidad de los dirigentes de CCOO y UGT. No hay otra forma de entender la grave situación social que los trabajadores y los sectores más pobres de la sociedad estamos afrontando, sin haber realizado aún grandes acciones a nivel del Estado. Recién en estos días, estos dirigentes, comienzan a hablar de Huelga General, aunque aún sin fecha.

Huelga General

Por ahora sólo hay convocada una Huelga que afecta solamente a funcionarios públicos. Sin embargo, también hay una reforma laboral y de pensiones que CCOO y UGT están negociando y que afectará a todos los trabajadores. Por no hablar del paro y la precariedad laboral que hace ya años causan estragos, o el aumento del IVA.

Si las direcciones sindicales pensaran en el interés de los trabajadores, lo primero que harían sería romper las negociaciones con la patronal y el gobierno.
Ninguna reforma laboral y de las pensiones ha sido buena. Y a continuación deberían transformar la huelga de funcionarios prevista para el 8 de junio, en una Huelga General y el comienzo de un plan de lucha con movilizaciones masivas en las calles y asambleas decisorias en los lugares de trabajo hasta derrotar el plan de ajuste de Zapatero y la patronal.

Sin embargo, los trabajadores no podemos esperar a que estos dirigentes convoquen alguna lucha, debemos comenzar a organizarnos en los lugares de trabajo, hacer asambleas decisorias para exigir la ruptura inmediata de negociaciones con la patronal y el gobierno. También hay que exigir la Huelga General y el Plan de Lucha contra el ajuste de Zapatero y la gran patronal.

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