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Zona Norte

ZONA NORTE DEL GRAN BUENOS AIRES

Corte de Panamericana por aumento de salarios

Los empresarios del campo (grandes, medianos y pequeños) retomaron el paro agrario después de la tregua. La disputa con el gobierno es una pelea por la distribución de la renta. Pero no para distribuirla entre los sectores pobres de la población sino para ver qué sector empresario se beneficia de la misma. Los asalariados, tanto del campo como de la ciudad, nada tenemos que ganar en esta puja. Los trabajadores debemos luchar por lo nuestro.

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8 de mayo 2008

Los empresarios del campo (grandes, medianos y pequeños) retomaron el paro agrario después de la tregua. La disputa con el gobierno es una pelea por la distribución de la renta. Pero no para distribuirla entre los sectores pobres de la población sino para ver qué sector empresario se beneficia de la misma. Los asalariados, tanto del campo como de la ciudad, nada tenemos que ganar en esta puja. Los trabajadores debemos luchar por lo nuestro.

El mismo día que comenzaba otro paro agrario hubo dos importantes acciones obreras en la zona norte del Gran Buenos Aires que reflejamos en estas páginas. Fueron dos cortes de ruta por reclamo salarial. Los de Terrabusi en la Panamericana, los de Fate en ramal Tigre de Acceso Norte, que tuvieron cobertura en los medios. Ambas acciones han sido independientes de los dos sectores capitalistas que se enfrentan en el país, el campo y el gobierno. En ambos lugares hay direcciones sindicales que son independientes de los burócratas de la CGT y de la CTA, y opositores a los dirigentes de sus respectivos sindicatos, como Daer (gordo de la CGT) de Alimentación y Wasiejko (de la CTA) en SUTNA (neumático).

Los obreros de Fate y Terrabusi, con estas acciones, son un ejemplo para el conjunto del movimiento obrero, y muestran un camino distinto de la sumisión al tope del 19,5 %. Las opciones son: o bancarse el deterioro del salario que provoca la creciente inflación de los precios, o salir a romper los topes que nos quieren imponer las patronales y el gobierno con la complicidad de la burocracia sindical. Hay que reabrir las paritarias con delegados electos en asambleas para imponer una cláusula “gatillo” que signifique que el salario se ajuste en forma automática con la inflación: lo que se llama la escala móvil de salarios.

Prensa

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