El jueves 9 por la madrugada, antes de que se firmara el acuerdo paritario entre la burocracia de Daer y Morán con la Federación Patronal, en PepsiCo y Kraft se realizaron asambleas y se votó parar la producción exigiendo el aumento que se venía reclamando. Daer y compañía firmaron el acuerdo por el 33,5 % (acumulado a enero). Daer hizo votar ese acuerdo en un plenario de delegados que contó con una importante novedad: Kraft, PepsiCo, Stani, Bonafide y Molinos Barracas se opusieron abiertamente. Se trata de la mayoría de las principales fábricas del gremio, donde están cerca del 50% de los trabajadores, mostrando que la oposición a Daer se sigue extendiendo. FelFort votó con la burocracia.

El jueves a la noche se informó extra-oficialmente que se había alcanzado el acuerdo. La burocracia se negó a llevar el acta a Kraft por lo que el paro siguió. Por la mañana del viernes una numerosa asamblea votó continuar parando exigiendo, además, un aumento extra. El paro fue masivo. El turno tarde se plegó a la medida y la fabrica estuvo parada hasta el sábado al medio día. Tres días de paro total. El lunes en la asamblea de la mañana se discutió como seguir. Los trabajadores discutieron mucho. Corría el peligro de la conciliación obligatoria y se sabía que existían sectores que tenían cansancio o que planteaban que se estaba perdiendo mucho con paros totales todos los días cuando se peleaba por el premio. Para mantener la unidad de toda la fábrica se resolvió emplazar a la empresa para que en 48 hs haga una propuesta, levantando el paro por esos dos días. El turno noche hizo la propuesta y resolvió que ellos iban a recomenzar el paro si no había respuesta.
Los dos días pasaron y la respuesta de la empresa fue escasa. Con un nuevo comunicado dijeron que los premios iban a ser aumentados pero sin aclarar el monto.

Fue por eso que el miércoles se hicieron nuevas asambleas masivas. Primero a la noche que volvió al paro de 8 hs. Luego la mañana que se plegó a la medida con asambleas muy debatidas. El turno tarde hizo lo mismo a pesar de la patota de la burocracia. La novedad fue ese día la máxima gerencia de Kraft tratando de levantar el paro yendo en persona los máximos gerentes de la empresa hasta donde se encontraban los trabajadores garantizando el paro. Fue inútil.

La medida continúa hasta el cierre de esta edición.

Hay un cambio

Son paros históricos que no se ven desde hace años. Es una fábrica luchando para mejorar el mejor acuerdo paritario firmado en toda la industria, que llegó a ese monto en parte gracias a la oposición combativa que hizo importantes paros propios además de los resueltos por el STIA y la Federación, movilizaciones y un gran corte en la Panamericana. La agrupación Desde Abajo llevó de forma sistemática las declaraciones de Kraft y PepsiCo a muchísimas fábricas, dialogando con la base de las “fábricas verdes”, presionando sobre la burocracia. Una corriente opositora, clasista, actuando en un Sindicato de masas sobre la mayoría de la base. Ahora siguen, contra la burocracia que hace de carnera, contra una patronal durísima que prefiere perder días de ganancias antes que dar un mínimo aumento a los trabajadores. La empresa ya perdió en estos días mas del doble del monto que necesitaría para dar un aumento de $500 extra a todos los obreros por un año entero. Nada puede explicar esto más que el odio de clase y el desprecio de esta empresa imperialista contra los trabajadores a los que “graciosamente” en sus cartas llama “estimados colegas”. Pero ellos son los obreros de Kraft peleando nuevamente, dando un ejemplo para todos los trabajadores del país.

La lucha va a continuar en estos días. La empresa llamó a una reunión con los “obreros amigos” de ellos para organizarlos en el famoso “quincho” donde alguna vez se intentó recluir a los despedidos en el 2009. Pero decenas de obreros fueron hasta allí a increpar a los gerentes. Se comprometieron a aumentar los premios pero pidieron tiempo hasta el viernes 24. Los trabajadores lo rechazaron de forma poco amigable.

Los trabajadores están desplegando una gran energía y un extraordinario ejemplo de democracia obrera. Asambleas masivas y prolongadas donde todo se discute. La burocracia es repudiada por todos como nunca antes. En Kraft ahora, en las asambleas la interna busca que se debata y se consensuen las medidas que tengan el mayor apoyo posible, que unan a los distintos sectores para pegar lo más fuerte que se pueda, buscando que todos hablen y debatan, que se respeten las opiniones de todos los compañeros.

Durante 16 largos años esto fue negado para la mayoría de los trabajadores. Se trata de tener una política capaz de desplegar toda la fuerza que tienen los cientos de obreros de Kraft. Frente al estallido de la bronca de lo que se trata es de organizarla para que se exprese en una lucha pensada y dirigida colectiva y democráticamente. La base es gran protagonista y la interna está al frente de esta lucha para que se organice y se planifique para pelear entre todos, única manera de vencer. Este es el gran triunfo de los obreros de Kraft, extender y desarrollar la democracia de los trabajadores para conseguir la máxima unidad y la fuerza para poder ganar esta pelea.

Otra vez, los obreros de Kraft están al frente de una lucha de gran importancia. Otra vez, estamos apoyando a estos combativos trabajadores.