La Verdad Obrera saluda el contundente triunfo electoral que acaban de obtener los compañeros de Subterráneos. Si en abril, los trabajadores y su cuerpo de delegados derrotaron a Metrovías y a la burocracia de la UTA consiguiendo con la huelga de 4 días, las 6 horas para todos los trabajadores, hoy vuelven a reafirmar este triunfo en las urnas. “Se va a acabar la burocracia sindical”, gritamos con ellos en esos días de lucha compartida en la cabeceras. Hoy, este grito se hace más sólido porque la burocracia salió derrotada y los trabajadores fortalecidos.
Néstor Echeto, delegado de tráfico Línea “D”, nos deja un balance de las elecciones y sus impresiones.

¿Cuál es el balance del resultado electoral y cómo quedó conformado el nuevo cuerpo de delegados?
La elección de delegados fue un triunfo categórico de los sectores antiburocráticos y antipatronales que hace años, y pese a nuestras diferencias, enfrentamos las políticas antiobreras de Metrovías. Ganamos en las líneas A, B, C, D y E, en Taller Rancagua y en Taller Canning–Constitución. Sólo perdimos en Taller Polvorín que es un bastión (el único) de la burocracia. Es tal el desprestigio de UTA, que no pudieron armar listas en la C, la D y el Taller Canning. Además recibieron una paliza histórica en la E y pese al intento de maniobrar inflando los padrones en la A, fueron derrotados por cerca de 140 votos. En números, sobre 1684 votantes, 1268 lo hicieron por nuestras listas, 390 por la de la burocracia y la empresa y hubo 26 votos en blanco. De los 21 delegados que integran el Cuerpo, sólo dos pertenecen a la burocracia.

¿Cuál fue la participación de los compañeros en las elecciones?
Fue central, pues es muy difícil llegar a todos los lugares si lo hiciesen sólo los candidatos. El cuerpo a cuerpo (sobre todo con los compañeros nuevos que entraron después de que conseguimos las 6 horas) fue en muchos lugares, determinante. En la huelga de abril se foguearon nuevos activistas que militaron para garantizar nuestro triunfo.

¿Cuáles son las expectativas que tenés para este nuevo Cuerpo de delegados y qué tareas pensás debe llevar adelante?
La política de frente único llevada adelante los últimos años, permitió en el terreno sindical conquistas impensadas para muchos. Creo que se hace necesario más que nunca profundizar el debate político, que es allí donde las diferencias se notan más y veo un retraso que se transmite al conjunto de los compañeros. Las expectativas que tengo están muy vinculadas a poder avanzar en este terreno y verificar si como dirección estamos a la altura de lo que nuestro pueblo y nuestra clase espera de nosotros.
Creo que las tareas que nos impone la historia son dos fundamentalmente: ayudar a la recomposición de la clase uniendo a los sectores de vanguardia para constituirnos en una referencia ineludible de todos los trabajadores que salgan a la lucha y pelear política e ideológicamente contra la falsa división entre trabajadores ocupados y desocupados, alimentada por el gobierno de Kirchner.

¿Enmarcás este triunfo en un cambio en la conciencia y en la situación de un sector de clase obrera ocupada?
No tengo dudas –y no es una expresión idealista ante una situación que no existe-. Más allá de cualquier discusión teórica, en agosto marchamos al Ministerio de Trabajo para reclamar la insalubridad y la columna la encabezaban Zanon, Río Turbio y nosotros, y fuimos acompañados por cientos de trabajadores desocupados y otras organizaciones sindicales y políticas. Poco tiempo después acompañamos la gloriosa delegación de obreros ceramistas a reclamar al juez y al Congreso por una Ley de Expropiación Definitiva para las empresas recuperadas. No es un sueño, es una incipiente realidad que camina por las calles.