Las y los trabajadores de fábricas alimenticias y gráficas de la Zona Norte del Gran Buenos Aires se movilizaron el jueves a las sedes de la UIA y de la Federación de los empresarios de la alimentación. Más de 400 obreras y obreros cortaron Corrientes, frente al Obelisco, y luego marcharon hasta las cámaras patronales. Exigieron el fin de los procesos judiciales que pesan sobre los delegados de estas fábricas y de todo el país. Y también un aumento salarial del 40%, denunciando a las direcciones sindicales que no están “haciendo nada para lograr una seria recomposición del salario, aceptando de hecho el techo salarial de Moyano”. La mayoría de los canales de TV y los medios dieron gran cobertura a esta movilización de los trabajadores combativos que salen nuevamente a la calle.
 
Contra los procesos

Javier Hermosilla, de la Comisión Interna de Kraft, está procesado penalmente por corte de ruta, tiene un juicio de desafuero y está embargado por $210.000 mientras recibe un salario inferior a los $3.000. Otros cinco miembros de la CI tienen causas abiertas por Kraft mientras Lorena Gentile está también procesada por cortar la ruta en repudio al crimen de Mariano Ferreyra.

Leonardo Norniella y Catalina Balaguer de PepsiCo están procesados por cortar reclamando el pase a planta de tercerizados y contratados.

Estos son ataques a los delegados que luchan por un sindicalismo de base y se enfrentan a la burocracia de los Pedraza y compañía. Y son parte de los 4.000 luchadores obreros y populares procesados, entre los que están Ramón Bogado de Kraft, Víctor Ottoboni de Fate a quien se intenta desaforar, Guillermo Bentancourt de SIDERCA expulsado de la UOM, ferroviarios, ceramistas de Neuquén y estudiantes que se solidarizaron con la lucha de Kraft de 2009.

 Por salario

En un comunicado firmado por las comisiones internas de las cinco fábricas, se informa que “las internas de Kraft y PepsiCo marchamos acompañados de trabajadores de las gráficas Donnelley (ex Atlántida), Worldcolor y Printpack, quienes se encuentran peleando por aumento de salario, exigiendo un 40% de recomposición salarial”, sumándose al reclamo y solidarizándose “con los compañeros del Frigorífico Rioplatense que luchan por su salario y contra los despidos”.

La movilización denunció a las empresas “como Kraft, que factura más de U$S 600 millones por año y aumenta los precios de sus productos de forma constante”, afirmando la pelea “por un aumento inmediato del 40% en la perspectiva de conseguir un salario igual a la canasta familiar” (…) y reclamando que en la paritaria “se discutan los convenios de los ‘90 firmados por Daer en los que se permite la tercerización, los contratos basura y los convenios esclavistas como el Mantecol en Stani y las cláusulas que permiten el trabajo los fines de semana en Kraft”. Y finalizó exigiendo “a la dirección del Sindicato de la Alimentación que abandone su pasividad y realice un urgente llamado a un Plenario de Delegados de base mandatados por asambleas donde se resuelva un plan de lucha en serio para poder imponer nuestras demandas”.