El viernes 14, cuando se hizo el paro llamado por la Interna de Kraft, el sindicato concurrió a las Asambleas para plantear su oposición. Con la intención de atemorizar dijeron que ellos no se hacían responsables por lo que sucediera. Los trabajadores los repudiaron pero la Verde optó por escalar. Una verdadera patota de congresales, que en su mayoría no trabaja y cobra doble sueldo, fue como grupo de choque de la patronal a tratar de romper el paro. La interna defendió el paro junto con el activismo. Las asambleas de los tres turnos votaron a favor de la medida, pero a la tarde la patota verde “tomó” el sector de amasadora y se puso trabajar junto con líderes y gerentes. La situación se puso tensa, no faltaron los golpes y empujones. Al entrar el turno noche que había hecho cuatro horas de paro, todos se enteraron de lo que había pasado. Los congresales verdes estaban en el comedor y empezaron a ser insultados por los trabajadores.
Tuvieron que empezar a retirarse. Atrás los compañeros de la noche “les caminaban”. Un compañero dijo “vamos a parar a ver si se animan a romper el paro”. Los trabajadores fueron a la amasadora desafiantes. La empresa sacó de la fábrica a los congresales derrotados. El paro fue total y duró dos horas. El viernes entre las 2 y las 6 se paró por salario y entre las 22 y las 24 contra la patota. Los luchadores del turno noche se anotaban un gran triunfo contra la burocracia sindical.