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Internacional

SEMANA DE MOVILIZACIONES CONTRA LAS CUMBRES DEL G-20 Y LA OTAN

Contra la OTAN: importante movilización en Estrasburgo

Después de las movilizaciones contra la cumbre del G-20 en Londres, que terminaron con un muerto a causa de las tácticas antidisturbios de la policía británica, el fin de semana pasado se llevó a cabo la movilización contra la OTAN en su 60 aniversario.

Celeste Murillo

9 de abril 2009

Después de las movilizaciones contra la cumbre del G-20 en Londres, que terminaron con un muerto a causa de las tácticas antidisturbios de la policía británica, el fin de semana pasado se llevó a cabo la movilización contra la OTAN en su 60 aniversario.

A 60 años de la fundación de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), y luego de su mutación de “anti-comunista” (en sus orígenes de posguerra) en “anti-terrorista”, el actual presidente estadounidense Barack Obama solicitó a sus miembros el refuerzo de las tropas de la OTAN en Afganistán, de acuerdo con las nuevas prioridades de la política exterior del imperialismo estadounidense.

Las movilizaciones anti-OTAN convocadas por varias organizaciones el fin de semana pasado en Estrasburgo (Francia) empezaron y culminaron en enfrentamientos con la policía y los grupos antidisturbios del presidente francés Nicolas Sarkozy y Angela Merkel. Desde las primeras horas de la mañana del 4/4, cerca de 30.000 manifestantes participaron de las marchas contra la cumbre fuertemente custodiada por alrededor de 15.000 policías alemanes y 9.000 franceses.

Muchos manifestantes se quedaron en el camino y ni siquiera pudieron llegar a la zona de las movilizaciones. En la ciudad de Kehl, cercana al hotel que resultó quemado en medio de las protestas y la represión, cerca de 10.000 manifestantes alemanes fueron bloqueados por algunos de los 31 escuadrones antidisturbios que Merkel destinó para “custodiar” la Cumbre. Además, varias organizaciones denunciaron el bloqueo y encierro de los manifestantes durante largas horas en medio de ráfagas de gases lacrimógenos y balas de goma: el resultado de la jornada fue de varios detenidos y heridos.

Un nuevo escenario

Ya durante la semana pasada en las protestas contra la cumbre del G-20 se volvió a hablar del movimiento no-global que desde 1999 en Seattle se manifestó contra varias cumbres como las de la OMC o el G-8, entre otras. Aún cuando están lejos todavía de las grandes movilizaciones de principios del siglo XXI y las multitudinarias protestas de 2003 contra la guerra en Irak -que conmovieron especialmente a los principales países imperialistas- han vuelto a resonar las consignas como “El capitalismo no funciona”.

Si hace casi 10 años, miles alrededor del mundo ya apuntaban contra las consecuencias de la anarquía capitalista y la creciente desigualdad en un mundo con miles de millones de pobres y un puñado de empresarios millonarios, hoy la crisis mundial es el telón de fondo del reverdecer de estas movilizaciones. A pesar de las grandes expectativas que todavía existen respecto de la presidencia de Obama en EE.UU. (las marchas en Londres tenían el lema de su campaña electoral “Yes, we can” –Sí, podemos), más temprano que tarde volveremos a ver cómo los planes diseñados por las cumbres y los estados capitalistas son sólo para salvar los negocios de los patrones, banqueros y terratenientes. Mientras tanto, para 2010 habrá 40 millones de nuevos desempleados sólo en los 7 países más industrializados y se multiplicarán el hambre y la pobreza en todo el mundo.

Hoy, a diferencia de los primeros años del siglo, los países imperialistas que vieron nacer el movimiento anticapitalista son el epicentro de la crisis económica. La juventud que se manifestaba contra las cumbres, y más tarde contra las guerras en Irak y Afganistán, cuenta hoy con la incipiente movilización de sectores de trabajadores y trabajadoras.
La Europa donde se reunió el G-20 y la OTAN es la misma que vio las sucesivas huelgas y el estallido de la “generación de los 700 euros” de Grecia; paros y movilizaciones en Francia y manifestaciones masivas en Italia. Incluso se plantean, aunque a pequeña escala, incipientes acciones de los trabajadores contra los primeros efectos de la crisis económica: las protestas de los trabajadores franceses de Cartepillar, Sony o 3M que volvieron a utilizar la retención de los gerentes como medio de lucha para garantizar indemnizaciones e impedir despidos; y las ocupaciones de algunos talleres y fábricas en el Reino Unido y la República de Irlanda para garantizar los puestos de trabajo.

Lejos de la ilusión de la posible “humanización del capitalismo”, la actual crisis económica empieza a mostrar la catástrofe social que tiene asegurada para millones en todo el mundo.

Estas nuevas acciones y manifestaciones que denuncian a los capitalistas como responsables de la crisis, pueden potencialmente colaborar en revitalizar y fortalecer la lucha de la clase obrera y los pueblos oprimidos, soldando una poderosa alianza obrero-popular para combatir los intentos de los patrones de descargar la crisis sobre nuestras espaldas.

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