Tiene 38 años y varias campañas electorales a cuestas. Esta vez Christian Castillo será candidato a diputado en el distrito porteño por el frente que acordaron el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Movimiento Al Socialismo (MAS). Sociólogo y profesor universitario, Castillo es uno de los jóvenes teóricos del trotskismo vernáculo y un defensor acérrimo de la unidad entre partidos clasistas y socialistas.
–¿Por qué no lograron armar un frente más amplio?
–Reivindicamos un frente de las corrientes identificadas como obreras y socialistas que sea claramente diferenciado de todas las alternativas de centroizquierda, que repiten la experiencia de otros países latinoamericanos donde de lo único que se ocupan es del gerenciamiento del capitalismo con una política a favor de las clases dominantes, como Lula en Brasil o Tabaré Vázquez en Uruguay. Tiene que haber una alternativa verdaderamente de izquierda, de los trabajadores y de los socialistas. Insistiremos hasta último momento para que el Partido Obrero se sume a esta alternativa.
–Pero ustedes no sólo criticaron al centroizquierda sino también a varias de sus figuras que ahora se suman a experiencias frentistas.
–No creemos que el papel de la izquierda sea darles lugar a aquellos a los que podemos llamar las viudas de la Alianza o de los partidos patronales. Queremos proyectar la idea que los trabajadores que vienen participando en esas luchas se exprese también en el terreno político. Una verdadera alternativa política frente a los partidos patronales, al peronismo, a la derecha y las variantes de centroizquierda.
–Estas candidaturas obreras también están expresadas en otras listas.
–Nuestro llamado es a todos esos partidos para hacer un frente común y no subordinar a estos compañeros, o que sean furgón de cola de otras figuras de centroizquierda. Este frente que es el primer paso, un avance, en conformar un gran partido de trabajadores donde estos compañeros sean verdaderamente la cabeza de ese movimiento. Son dos cosas distintas, nosotros peleamos contra este sistema dirigido por la clase capitalista mientras el centroizquierda sólo aspira a administrar los negocios de la clase capitalista.
–¿Cuáles son las expectativas del frente en estas elecciones?
–Aparecer como una alternativa importante para millones de trabajadores que desconfían del Partido Justicialista, que ven que Chiche y Cristina expresan distintas variantes de una misma política; que en la ciudad de Buenos Aires el centroizquierda ha gobernado y ha sido un desastre, como lo muestra Cromañón, y también para los que se han desencantado de proyectos como el de (Luis) Zamora, que cada vez se aleja más de las luchas y ya ni siquiera se reivindica de izquierda.