“En el 2001 no teníamos ninguna organización fuerte”

A pesar de todo lo que diga el gobierno muchos casos como el de Carla y el de Damián siguen impunes. A la impunidad se le va sumando la represión, como con Fuentealba, como en Santa Cruz. Los derechos humanos en este gobierno, como dice mi otro hijo, se entienden en sentido “museístico”.

A veces pienso en esas grandes crisis como la del 2001, que esto va a terminar reventando. En el 2001 fue un inicio, no teníamos ninguna organización fuerte. Después siguió gobernando Duhalde, apelando al terror. Acá tendríamos que unirnos los trabajadores y los estudiantes, sería un gran frente de lucha. El llamado a construir un partido de la clase trabajadora está en sus inicios, tiene que convertirse en algo sólido. Yo apoyo esta gran propuesta, esta gran empresa, en el mejor sentido de la palabra.

Liliana Cerviño, docente y madre de Damián Rosende, víctima de un suboficial de prefectura.

“La gran discusión es el sistema”

Con mi grupo de trabajo pensamos en el arte como disparador de interrogantes, y el teatro, en nuestro caso particular, lo vemos como punto de encuentro y de debate. En “Información para extranjeros”, que es una obra que estamos haciendo y que habla del contexto social y político de los setenta relacionándolo con el presente, queremos mostrar lo que pasó y preguntar “y ahora qué hacemos, porque hay mucho de eso que sigue”.

Lo primero es la denuncia, Baobabs (elenco que integra-N. de R) aparece como una necesidad política y decidimos tomar el arte como punto de partida. La política de derechos humanos de este gobierno, si ves un poco a trasluz, no es ni siquiera de doble discurso. Pero mirás un poco más y no es sólo el tema de los derechos humanos. Hace poco estaba el conflicto de los telefónicos y queríamos intervenir desde lo nuestro, con el arte, porque vemos que no es sólo el gobierno, mejor dicho es un gobierno y varios partidos que le sirven a las empresas y que juntos constituyen un sistema. No es entonces solamente el problema de los derechos humanos, o el de los bajos salarios, hay todo un sistema que es así. Y ahí está la gran discusión que estamos haciendo, el problema del sistema. Creo que hace falta que tomemos la posta. Por eso firmo, apoyo y difundo este llamamiento por un Partido de la Clase Trabajadora porque como artista creo que son los trabajadores los que pueden reorganizar esta sociedad y creo que tenemos que acompañarlos para que ellos sean protagonistas.

Pablo Zumbo, director de teatro