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Conferencia de trabajadores de Capital

El sábado 28 de junio se realizó en el Hotel Bauen, la Conferencia de Trabajadores del PTS-Capital. Estuvieron presentes más de 400 compañeras y compañeros, entre delegados y trabajadores telefónicos, estatales, municipales, aeronáuticos, de la salud, docentes, ex trabajadores del Casino Flotante, de importantes fábricas de zona sur y oeste de la Ciudad, del Subterráneo, Correo y una destacada delegación de trabajadores tercerizados de varias empresas.

PTS

3 de julio 2008

El sábado 28 de junio se realizó en el Hotel Bauen, la Conferencia de Trabajadores del PTS-Capital. Estuvieron presentes más de 400 compañeras y compañeros, entre delegados y trabajadores telefónicos, estatales, municipales, aeronáuticos, de la salud, docentes, ex trabajadores del Casino Flotante, de importantes fábricas de zona sur y oeste de la Ciudad, del Subterráneo, Correo y una destacada delegación de trabajadores tercerizados de varias empresas. Contó además, con la presencia de compañeros de TVB (ex Jabón Federal) y de Mafissa. Junto a ellos, participó una delegación de estudiantes universitarios y secundarios.

En el panel estuvieron Carlos Artacho, delegado de FOETRA, Franco Villalba, dirigente de la C.I. de TVB, Ana Laura Lastra, de la Junta Interna del INDEC, Mara, trabajadora del Casino, Claudio Dellecarbonara, delegado del Subte y Maxi, trabajador de Maffisa.
Al inicio, Carlos Artacho informó sobre la crisis nacional abierta denunciando el carácter reaccionario de ambos bandos en disputa. Desarrolló qué programa levantar ante la crisis y remarcó la intervención del PTS, que sostuvo iniciativas para construir un polo de independencia de clase. En el segundo punto se debatió sobre la necesidad de construir un partido revolucionario. Reproducimos, a continuación, extractos de las principales intervenciones

Franco Villalba, dirigente del PTS y delegado de TVB

“Un partido que se prepare para hacer un cambio de base en la sociedad”

Nosotros queremos combatir la ideología del peronismo que considera que a los trabajadores les puede ir bien cuando a los patrones les va bien. Esa ideología que dice que los trabajadores tienen que ir “de la casa al trabajo y del trabajo a casa”, que para hacer política están los políticos y para hacer sindicalismo, los sindicalistas. Los trabajadores tienen que construir su propia herramienta política. Un partido de los trabajadores revolucionarios, que no sólo se presente a elecciones, haga tal o cual campaña, sino que mientras acompaña los reclamos de los trabajadores se prepara para hacer un cambio de base en la sociedad, para impulsar la movilización de masas, la autoorganización de los trabajadores.

Esta es una pelea contra la ideología burguesa, porque hay muchos ideólogos bien pagos que dedican litros de tinta en la prensa para que los trabajadores no piensen que es importante construir un partido, y dicen que los obreros sólo tienen posibilidades de salvarse a sí mismos, haciendo horas extras o consiguiendo un trabajo mejor. A lo sumo te pueden proponer que luches en tu trabajo por salario o que cada cuatro años pongas el voto para elegir a tus representantes.

Muchos compañeros te dicen que el PTS es un partido serio que da luchas importantes, que interviene en muchos lugares pero le decimos claramente que el partido revolucionario que queremos construir es algo mucho más grande, que intervenga en más lugares con miles de militantes. Ese partido hay que construirlo.

Ana Laura Lastra, delegada de ATE-INDEC

“Al calor de esas luchas empezaron a abrazar las ideas de la revolución”

Tenemos que revalorizar lo que hacemos cada día, las peleas que damos contra la burocracia sindical, cómo ayudamos a que los nuevos activistas y delegados tomen un camino distinto, cómo desde el PTS intervenimos para que los trabajadores se organicen y den pasos adelante en la coordinación. Para ayudar a que las luchas triunfen, pero además, cuando no lo hacen, para que se saquen las mejores lecciones.

Hay una cuestión fundamental, que dejó la lucha de Mafissa y del Casino, que no son sólo las enseñanzas para los trabajadores que han avanzado, son los compañeros que hoy están acá y que al calor de esas luchas empezaron a abrazar las ideas de la revolución.

En realidad, el futuro está en nuestras manos porque crisis el sistema capitalista va a tener, y la clase obrera va a dar respuestas. Pero los trabajadores tenemos que llegar organizados políticamente de la mejor manera, tratando de crear una herramienta hoy que en el futuro sea parte de un gran partido de trabajadores revolucionarios.

Claudio Dellecarbonara, delegado de Subte

“No hay salida si no luchamos contra la explotación”

Estoy militando en el partido hace un año. Después de luchar día a día contra la explotación patronal en el Subte... Te dicen que luchás por algo que es imposible, y en realidad, es al revés, hay que ser muy realista, no creer en utopías, y la realidad indica que si no luchamos por terminar con la explotación, contra la esclavitud que nos quieren someter, no hay salida. Este sistema ni siquiera puede dar de comer a todos los habitantes de este planeta... vemos cómo se depreda la naturaleza, y a los capitalistas no les preocupa porque están pensando en sus ganancias. Hay que pensar que los burgueses tienen dirigentes que piensan todo el tiempo cómo hacer para que no nos demos cuenta de lo que hacen con nosotros, tienen la policía o el ejército que en los ‘70 hizo desaparecer a dirigentes y posibles dirigentes. Por eso empezar a militar me hizo dar cuenta que soy más útil para mí mismo, para mis compañeros, y para todos los que luchan por cambiar este sistema.

José Montes, dirigente del PTS y delegado de Astilleros Río Santiago

“Ese partido hay que construirlo desde ahora”

Quisiera leerles un texto de un periodista militante, Rodolfo Walsh, escrito en los ’70. Walsh, más allá de las diferencias que podamos tener con su pensamiento, decía: “nuestra clase dominante ha procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires, cada lucha debe empezar de nuevo separadas de la luchas anteriores. Las experiencias colectivas se pierden, las lecciones se olvidan, la historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”. Y esto para mí toma importancia vital para lo que nosotros queremos hacer.
Y ¿por qué es importante lo que decía Rodolfo Walsh? Eso de sacar las lecciones sobre la historia. Si hoy la clase obrera no intervino en la crisis nacional no quiere decir que nunca lo hará.

Las luchas salariales pueden abrir la posibilidad de un auge obrero donde no sólo se plantee luchar contra la inflación o por nuevas conquistas sino que servirá para hacer avanzar la experiencia con el gobierno, con el peronismo y con las alternativas patronales. Y ¿cuál puede ser el problema? Que nos puede pasar lo mismo que en los ‘70.

En los ‘70 había un proceso revolucionario de conjunto, hubo miles de ejemplos de la extraordinaria combatividad que tuvo -y tendrá inevitablemente- la clase obrera argentina. Hizo la Resistencia peronista, el Cordobazo, el clasismo, las coordinadoras interfabriles. Pero ¿qué es lo que impidió que esa enorme combatividad no avanzara en imponer lo que se gritaba en el Cordobazo, un gobierno de los trabajadores y el pueblo? ¿Qué faltó? Un partido. La conclusión de la gran derrota de los ‘70, es que los revolucionarios llegaron muy débiles al ascenso y por eso es necesario prepararse y construir ese partido desde ahora.


Opiniones

Nora, trabajadora del INDEC

La claridad de las exposiciones me mantuvieron atenta hasta el final. Lo interesante fue conocer por parte de diferentes compañeros, sus experiencias, de dónde llegaban, cómo llegaron al partido, su militancia en los lugares de trabajo. Pero lo realmente movilizante al menos para mí, que milité en dos organizaciones de izquierda fue llegar a la conclusión de la necesidad de un partido revolucionario que conduzca políticamente, la lucha de los trabajadores en el camino hacia la revolución.

Roberto, Junta Interna ATE, Dirección de Música de la Ciudad de Buenos Aires

Rescato la discusión sobre la necesidad de organizarnos políticamente, como clase, con nuestro partido, para intervenir en la lucha de clases e intentando que no nos suceda lo que ahora sucede, que los trabajadores, más allá del esfuerzo de algunos miles, estamos mirando por TV cómo dos fracciones de la burguesía se disputan las ganancias de la superexplotación, y cómo descargan los costos de esta disputa sobre nuestras espaldas. Me parece valioso el esfuerzo por vincular la reflexión sobre este tema con las prácticas de las luchas cotidianas, intentar fusionarla con la experiencia de los no tan jóvenes, con la experiencia histórica nacional e internacional. La pregunta “¿Es una pérdida de tiempo militar políticamente?” se complementa con la que se planteó: llegará el momento en que nos digamos ¡cómo perdimos el tiempo no organizándonos políticamente! Las preguntas quedaron como un desafío para los que estamos cerca del partido pero que no lo integramos. ¡Qué alegría encontrarnos con tantos compañeros trabajadores, para compartir esta discusión!

Leonardo, trabajador municipal

Como dijeron los compañeros de la mesa, lo que el patrón con una mano otorga, con la otra lo quita. La lucha únicamente salarial, puede producir un aumento en el valor de la fuerza de trabajo, pero no ataca necesariamente el carácter de mercancía que ésta reviste bajo el capitalismo. Fue puesta en cuestión la necesidad de hacer política. Y no política en abstracto, sino política revolucionaria, de la mano de un partido revolucionario.

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